DRAGONES & PLANETAS, LO NUEVO DE PORCHETTO
Por Sebastián Espósito
"Todos eran tango, sólo vos eras rock", canta Raúl Porchetto en "La leyenda de Alsina". El homenaje a su amigo Sandro es una de las canciones más destacadas de Dragones & p lanetas, su nuevo álbum, el primero en casi una década. Esta noche, a las 21, el ex integrante de Porsuigieco lo presentará en directo en el teatro ND/Ateneo. Entradas disponibles desde 60 pesos.
Con arte de tapa de Ciruelo y con la participación de Marcelo Torres, Alfredo Toth, Willy Campin, Mariano Hospital y Javier Torrecillas, entre otros músicos, Dragones ... muestra las dos caras del cantante y compositor, recordado por sus discos Cristo-r ock (72), Mundo (79) y Metegol (80). Aquí están el baladista, el rocker y también está el que integró aquel supergrupo folk con Charly García, Nito Mestre y León Gieco. Precisamente con Gieco canta "Bicentenario", letra que escribieron a dúo. También hay un homenaje a La Negra Sosa. Se llama "Mercedes" y lo canta junto al brasileño Raúl Elwanger.
CORTITAS DAK
Moris: La leyenda viviente de nuestro rock, se esta presentando este sábado 9 de Octubre a las 21:30 hs. en la explanada de la Biblioteca Nacional (recoleta, Capital Federal), el show es gratuito. Ojos Locos: Luego de varios meses en los que estuvieron trabajando en la producción de su 3er disco (Al Filo del Abismo), la banda del barrio de Villa Real, vuelve a presentarse una vez más en El Teatro Flores, la cita es el 17 octubre a las 19 hs. Nito Mestre: La voz de Sui Generis, se encuentra de gira por los EEUU (ver cartelera de recitales) a lo que le seguirán en la semana del 17 al 22 de octubre varias presentaciones por Mexico. Pity: El líder de Viejas Locas, que continua internado en una clínica de rehabilitación, fue finalmente procesado por la justicia en la causa que se le sigue, por la herida de arma de fuego que recibiera su representante, en un confuso episodio. Cordera Tanguero: Gustavo Cordera esta realizando una serie de presentaciones como invitado especial del "Sexteto Mayor". La agrupación tanguera por excelencia se presenta en el Torquato Tasso, Defensa 1575, este sábado a las 22 Hs. Beto Satragni: Tuvo su merecido homenaje musical cuando el martes pasado se presentaron en el teatro IFT un combinado de músicos amigos que le rindieron su tributo sobre el escenario, por allí pasaron Antonio Birabent, Litto Nebbia, Hilda Lizarazu, Fontova, Julio Pane y Dino Saluzzi, Rodolfo Garcia, Víctor Heredia, Fabi Cantilo, Claudia Puyó, Kevin Johansen, Raúl Carnota, León Gieco, Spinetta y la banda Raíces. PEZ: en un par de semanas sale a la luz un nuevo disco de Pez: ¡Viva Pez! Fue grabado en vivo el 12 de septiembre de 2009 en La Trastienda (a excepción de 3 temas grabados en vivo el 10 de julio de 2010 en Niceto Club). La grabación en vivo fue hecha por Felipe Fernández (La Trastienda) y Javier Cuello (Niceto Club). SANGRILA: Tu Infierno, mi paraíso eterno, es su nuevo disco. El cd fue grabado en Estudios Rec. Con el arte se buscó dar un concepto integral, a través de colores oscuros, de la fusión entre el bien y el mal y se plasmó un dibujo específico para cada tema. Sangrila es una banda de rock en la que convergen varios estilos bajo un mismo sonido y criterio. Por tal motivo en sus vivos pueden escucharse temas de rock, baladas, punk, rocanroles y ska siempre respetando el sonido y la estructura musical. LP Músic: La Plata ya tiene su propio festival. El mismo se llevara a cabo en el Hipódromo del día 26, 27 y 28 de noviembre. Tres días, dos escenarios, más de 20 bandas, música en vivo, artistas nacionales e internacionales, patio de comidas y estacionamiento gratuito son alguna de las cosas que brindará el Primer Festival de Música y Tecnología en la ciudad de La Plata. Divididos, The Wailers, Guasones, Estelares, Cuarteto de Nos, Bicicletas, Peligrosos Gorriones, Dread Negast, Smith & Wesson, son los artistas ya confirmados para esta edición.
EX PIOJOS MULTIPLICADOS
Si la semana pasada el gran evento rockero fueron los shows de Ciro y los persas en el Luna Park, esta semana este evento fue rápidamente opacado por la presentación de Revelados, La Franela y El vuelo de la grulla.www.lahistoriadelrock.com.ar
Es probable que muchos no conozcan estas bandas, pero la historia dirá que son el resto de los integrantes de Los Piojos ahora por triplicado. Así por el lado de Revelados se alinean Pablo Guerra y Tavo Kupinski, El vuelo de la grulla tiene a Sebastián “Rogger” Cardero al frente y La Franela cuenta con Daniel “Piti” Fernández.
Los Ex Piojos presentaron juntos sus nuevos proyectos, el pasado sábado en Groove, con un show que duro algo más de 4 horas y que arranco con el power trío El vuelo de la grulla, un sonido frontal y que seguramente ira sonando cada vez mejor. Mas tarde llego el momento de Revelados, baladas del tipo Stone y buenas guitarras cruzadas, y por ultimo La Franela, banda con bastante mas recorrido que las demás (disco, hits y publico propio).
Su bien todas las bandas hicieron algún que otro tema de Los Piojos, el final los unió sobre el escenario para hacer "Bicho de ciudad", sellando y dejando claro que la comunidad piojosa, si bien ya no es una sola, se ha multiplicado por cuatro.
RUBÉN ALBARRÁN DE CAFÉ TACUBA PRESENTA SU NUEVO GRUPO
Hoppo!, la agrupación que el cantante Rubén Albarrán formó en el año sabático de su banda.
Revista RS
Rubén Albarrán, cantante de Café Tacuba, presenta su nuevo proyecto, Hoppo!, en Buenos Aires. A las 20, con La Bomba de Tiempo como grupo invitado (Rubén cantó con ellos anoche, en su fecha habitual de los lunes), en la Ciudad Cultural Konex, Sarmiento 3113. ¿De qué se trata Hoppo!? Es música latinoamericana fusionada. O, en palabras de Rubén: "es una suerte de homenaje a mi madre, que murió hace tiempo. Son canciones que me mostró cuando yo era niño, y me gustaban mucho. Las escuchaba una y otra vez, en un disco de Mercedes Sosa. Entonces, con unos amigos chilenos hubo oportunidad de juntarnos y empezar a montar estos arreglos, estas canciones, por el puro placer de tocar. Es un trabajito que estamos ofreciendo a la energía femenina. Porque para mí es mi madre, pero ahí esta también el espíritu de Mercedes Sosa, de Violeta Parra (tocamos algunas canciones de ella). Tiene mucho de espíritu femenino. Y tiene el placer de tocar, de salir de gira".
La base del repertorio son clásicos del cancionero latinoamericano como "Alfonsina y el mar" (Felix Luna-Ariel Ramírez), "Canción con todos" (Isella-Tejada Gómez), "Zamba de Valderrama" (Leguizamón-Castilla), "Gracias a la vida" (Violeta Parra) y "Te recuerdo Amanda" (Víctor Jara), siempre bajo esa mirada vanguardista de las tradiciones que son la marca registrada del cantante de Tacuba. Y los fanáticos de Tacuba celebrarán la presencia del gran violinista Alejandro Flores (colaborador desde el "Ojalá que llueva café" de Avalancha de éxitos) en este nuevo proyecto de Albarrán.
Hoppo, es música ligada a la tierra, conectada, también, con el espíritu de la Pachamama ("El concepto se redondea solito. Es música muy acústica, muy influenciada por músicas tradicionales de distintas partes del mundo. Es como que también es un homenaje a la Madre Tierra", explica el cantante) y que revisita el compromiso político de los 70. "Tal vez no sea el mismo, pero sí tiene una mirada política. Sí hay una visión alrededor. Claro, ya no son los 70, cuando nuestros padres cantaban esas canciones. Tenemos otra información, y han sucedido muchas otras cosas que nos hacen percibir de diferente manera lo que llamamos 'realidad'. Pero todo eso está incluido: lo que significaba para nuestros padres, pero también lo que hemos vivido nosotros. Todo está allí, pero antes que nada está el gusto por la música. Es muy importante destacar el poder que tiene el arte, en este caso la música, de hablarle a cada persona diferente, y decirle cosas diferentes. Pienso que estas canciones son tan hermosas, son una gema, es poesía tan poderosa y son tan vigentes y medicinales. A cada uno le llegará en la forma que lo necesite".
El vínculo de este proyecto con Sudamérica (más allá de que algunos de sus integrantes sean chilenos) no ha sido, según Albarrán, algo premeditado. "Hay una conexión bien fuerte, pero que surge naturalmente. Ha sucedido de esa forma, y yo estoy bien agradecido porque aprendo muchísimo. Y no me refiero sólo a la música. Porque admiro a todos estos músicos, que son creativos y divertidos. Pero compartir el momento con ellos, ha surgido y ha sido bueno. Como no hay expectativas a futuro, entonces todo es un plus...".
Y es entonces cuando Rubén cita al lema de su nueva banda: "Hoppo! no tiene metas, sólo tiene mota". Y se explica: "Lo que importa es el presente, lo que tenemos, lo que existe. Hicimos una grabación, pero no tenemos ganas de editarlo con nadie, ni de venderlo: lo subiremos en algún momento a la Internet para que quien quiera bajarlo lo pueda hacer. No es más que la fotografía de un momento. Cuando hicimos esa grabación éramos cuatro y ahora somos seis. Cada uno de los músicos que participan en Hoppo! tiene sus proyectos personales. Y cuando terminemos esta girita, cada cual volverá a lo suyo. Hasta que tengamos ganas de salir otra vez a divertirnos".
A mediados del mes que viene, se estrena en México Seguir siendo, el documental que refleja los 20 años de Café Tacuba: "No tengo expectativas por el estreno. Por supuesto que sí nos gustaría que la gente lo viera y más que nada que les guste. Hay gente a la que le gusta nuestra música y le emociona: ojalá que se diviertan y pasen un buen rato. Para nosotros, hacia adentro, fue algo bien bueno. Siento que ordena un poco nuestra historia. También estamos involucrados en la creación de un par de libros: uno que es de pura gráfica, con fotografías y carteles de los 20 años que cumplimos. Hacerlos ha sido bueno, porque hemos necesitado revisar el pasado y ordenarlo de cierta forma. Eso te obliga a cerrar un ciclo y empezarlo de una forma más ligera".
KAMELEBA
Sigue vibrando el León del Interior
Daniel Cayuman (desde San Luis)
Una nueva presentación de Kameleba en San Luis siempre genera expectativa: es que el hijo dilecto de la provincia llena de orgullo a quienes desde el primer momento saltaron y bailaron en la plaza San Martín, en la ciudad de Villa Mercedes, en los comienzos del León del Interior.
Y el León empezó a rugir en Muro por partida doble, en dos funciones llenas de reggae y buena vibra sound.
El ritmo de Jamaica se hizo presente con Johnny B. Good, cuando las banderas repletas de colores reggae y el símbolo que identifica a Kameleba, el león, estaban en lo alto impacientes. Luego Camino a tu corazón hizo recordar los comienzos y ese excelente disco debut que fue Kameleba, homónimo a la banda.
Vibra sound irrumpió y no puede haber tristeza si hay reggae porque como dice una de las canciones del ultimo disco El reggae me lo cura, a continuación Sensitiva esencia un reggae canabico que nos cuenta la hipocresía de una sociedad que prohíbe lo que la naturaleza nos brinda mientras nos agobia con su materialismo.
Luego uno de los temas mas coreado por el público, Espejo que en el disco Sueño que va canta Darío Alturria junto a Goy de Karamelo. Inmediatamente los acordes de Yes my lord invadieron los oídos de un publico que ha hecho de este tema un himno y si como dice la letra somos una legión resistiendo en el amor. Lejos de las letras facilistas y políticamente correctas, la lucha y la resistencia al sistema se hicieron canción con Nativo, Fuerza y visión y No me rindo, el rugido del león del interior al actual gobierno nacional se da en Maldita herencia con una frase contundente, mientras persigues mi hierba, tranzas efedrina.
La hora del amor se hizo presente con Cartas viejas, Verdes cristales y un tema bellísimo como Con vos donde el coro realizado por Iván Alturria, segunda guitarra se trasforma en un hermoso juego con un publico que le rinde tributo al león.
El final del ultimo recital de Kameleba en San Luis en este 2010 se vio caer con Vibra sound, Conciente y Baila Salta. Un destino fue el epilogo para una noche donde el reggae y Kameleba brindaron su mejor cara.
Profesionalismo por parte de una de las mejores bandas de reggae del país, desde un manager que a pura independencia a llevado a la banda a los mejores escenarios del país hasta el ultimo de los trabajadores que brindan al publico respeto, buena onda y sobre todo la capacidad de hacer de cada recital de Kameleba un momento especial e inolvidable.
REPORTAJE. ANDRES CALAMARO
“En vivo también tengo que ser artista ciento por ciento”
Matías Peluffo exlusivo para www.rock.com.ar
Uno de los cantautores populares argentinos más importantes de los últimos treinta años se presentará en Olavarría el lunes por la noche, en lo que promete ser una fiesta memorable. Antes de llegar a la ciudad vecina Andrés Calamaro respondió unas preguntas para un reportaje exclusivo donde detalla la adaptación de las canciones nuevas al repertorio de sus conciertos, se define como un artista de escenario, bromea con haber firmado un pacto con el diablo, y descalifica a River como meta artística: “es demasiado cemento, una heladera… pero me hubiera gustado hacer uno con Cerati”.
Maratón histórica la de Calamaro: a lo largo de los últimos doce meses concretó un par de giras por España, recorrió las provincias argentinas (incluso el Paraguay), devora arenas repletos en “mexicolombia”, tocó por primera vez en Londres. En lo que queda de 2010 va a pasar por Guatemala, Perú, Uruguay y promete cerrar el año en Rosario. Esta noche el Salmón pasará por la reina del Atlántico y el lunes se dejará ver cerca de las aguas del arroyo Tapalqué, en el maxiestadio de Estudiantes de Olavarría. Versátil pez, del agua salada a la dulce en apenas días.
Desde una computadora ubicada en algún lugar de la Argentina el cantautor acepta que probablemente esté atravesando un año récord en cuanto a kilometraje de conciertos a escala global. “Estamos tocando seguido y sentimos que alcanzamos niveles mayores como banda y en la comunión con la gente. Estamos mejor que nunca, girar por los interiores argentinos es bendito y muy agradecido. Y mexicolombia fue la gran sorpresa de estos últimos años”.
¿Cómo se viven las instrumentaciones de la banda en escena a medida que pasan los recitales?
Estamos mejor que nunca. Cada recital es mejor. Estamos inspirados… inspirados, sueltos, con resto y elegancia, cantando mejor. Estoy más que feliz con el momento de la banda.
Hay algunas canciones de On the rock (2010) que aparecieron en los set list de los conciertos recientes (”Flor de samurai”, “Tres Marías”); otras venían siendo tocadas en la primera mitad del año (”Los divinos”, “Todos se van”, “Me envenenaste”, la ranchera “Te solté las riendas”). ¿Cómo se portan las canciones de On the rock (2010) en el escenario?
También tocamos “El pasodoble de los amigos ausentes” un par de veces. Supongo que estamos rotando canciones. Tampoco podemos cantar más estrenos de los recomendables porque ya no existe la cultura de “disco”. Creo que aquello de investigar y memorizar un álbum, en este momento, es para minorías.
¿La interpretación de un tema como “Barcos” depende de que esté, como en el disco, Diego el Cigala? ¿Sucede lo mismo con “Insoportablemente cruel” y los Calle 13?
Podríamos intentar “Barcos” sin Diego… pero Diego es mucho Diego y le imprime unas cualidades vocales extraordinarias. Lo mismo que “Insoportablemente” con Residente. Tendríamos que ensayarlas más y resolver.
Para la actual gira armó una lista de temas que propone canciones para la dama y el caballero y se le dio lugar a temas como “Ansia en Plaza Francia” o “Output input”, que parecen más mimos a los fans más radicales y/o menos radiales. Supongo que la idea al momento de armar una lista de temas debe ser “bueno, voy a tratar de dejar contentos a todos y todas”. Pero ¿qué pasa con las canciones que nunca se tocaron en vivo (la mayoría del Salmón) o las que hace años (décadas) que no aparecen en una lista de temas (”Por mirarte”, “Sin saber qué decir”, “Pasemos a otro tema”, “Señal que te he perdido”)? ¿Están condenadas a sólo poder ser oídas a través de los parlantes de una computadora? ¿Cuanto hace que no toca en vivo “Cartas sin marcar”?
“Cartas” la tocábamos en los crepusculares ´80s. Ahora estamos tocando bastante de Rodríguez, y un par de maravillas de los Abuelos también… canciones de La lengua popular que la gente espera como si fueran clásicos atemporales, los estrenos y los salmones, además de columnas de Honestidad brutal y de Alta suciedad. Ahora mismo no hacemos canciones de Por mirarte, ni de Nadie sale vivo de aquí, ni de El palacio de las flores. Los chicos ensayaron unos días en Madrid, estamos esperando diciembre para reformular el repertorio en profundidad. Pero… también me va a costar.
Usted a veces dice que se encuentra “bloqueado” a nivel compositivo ¿eso le genera alguna clase de angustia artística? ¿Escribir le parece “más difícil” que antes?
Antes era difícil también. Hay un período medianamente largo donde escribíamos permanentemente, pero vivíamos para eso, y además estábamos consumiendo cantidades importantes de tóxicos que funcionaban como cápsulas de voluntad y tiempo, encendían el fuego sagrado necesario, y teníamos todo el tiempo del mundo.
¿En qué momento compositivo está hoy?
Las últimas letras las escribí en febrero, unas cuantas rimas, picantes, laberínticas, ideológicas, groseras. Pero en vivo también tengo que ser artista ciento por ciento. Tenemos mucho público que espera mucho, una banda poderosa y virtuosa. Y yo tengo que estar por encima de todo y siempre al nivel más alto. No solamente no puedo fallar, tengo que transmitir, estar brillante y poderoso, no exagerar… y enamorar al respetable y a la unidad de banda y sonido.
¿Cómo explica la marca generacional que produjeron sus canciones en tantas personas de tantos países?
No sabría cómo explicarlo, supongo que fueron buenas canciones, respetuosas de la estética ética del rock´n´roll; también tengo que agradecer la pasión con que vivimos estas cosas en el sur; esta entrega, esta belleza. Algunas de mis canciones sobreviven en el fervor desde hace veinticinco años, algunas incluso más. No descarto un pacto con el diablo firmado en un cruce de caminos. No recuerdo cuando ni donde pero es probable que algo haya firmado algo a cambio de mi alma, cuya existencia no me consta.
¿Qué le pareció Sólo un momento, el disco nuevo de Vicentico?
Lo que escuché me gustó mucho, me dio envidia. Verdadera envidia… qué canciones! Qué combinación explosiva la de Cachorro (López, productor del disco) y Gabriel.
¿En diciembre va a hacer esos conciertos ya clásicos de fin de año en la Capital Federal?
Este año pactamos terminar en el Pepsi, y después, en diciembre, un rosagasario. Es buen festival y es buen billete. Ya cerramos en un Pepsi hace un par de años, ¿no?
¿Siente que tiene que tocar alguna vez en el estadio de River?
Para mi gusto River es demasiado cemento, es helado. Fui a ver recitales y no sentí nada… es una heladera. Podría hacer un River con otros artistas, yo quería hacer uno con Gustavo!!! Pero no lo veo como una meta interesante. Ayer en Tucumán había casi diez mil personas y un calor espiritual endemoniado y glorioso… o los Luna Park.
¿Qué sensaciones le produce tocar en el centro de la provincia de Buenos Aires?
Las giras son siempre un laboratorio de emociones. Las vivimos con intensidad y seriedad musical.
¿Sabe que Olavarría es vista como la capital zonal del crimen desorganizado y que se supone que en esa ciudad se fracciona, recorta y vende buena cantidad del principal motivo de venta de las carilinas a nivel regional?
No sabía que Olavarría era una capital del hampa en provincia, qué honor visitar ese lugar. Ninguno de mis amigos delincuentes me dijo nada. Venimos de Salta, que no produce solamente vino blanco. Igualmente mi disciplina es elástica pero no práctico ornamentos nasales, ya no. Tengo otros highs para condimentar la vida en los escenarios… neurotrasmisores de diseño.
Igualmente lo que circula en esa ciudad es un alterador del sistema nervioso de bajísima calidad, una verdadera porquería que está pavotizando a bastante gente.
Yo por las dudas viajo con mi botiquín de primerísimos auxilios. Ya no me dedico a la merluza y tengo unas delicatessen que aprendí a dosificar.
Más que capital del hampa Olavarría es territorio de crímenes aberrantes. Tiene una tasa homicida más o menos alta en relación a otras ciudades de la zona. Y casos terroríficos: esta semana un hombre de Loma Negra denunció que tres compañeros de trabajo lo violaron…
No se si reírme o llorar. Tengo amistadas en el hampa, buenos amigos que quiero, quizás alguno se venga a olavarría. Pero la peligrosidad no es motivo de risas… no siempre.
¿Es optimista respecto al momento socio político de la Argentina bicentenaria?
Nadie puede ser absolutamente optimista en el mundo bimilenario. Nunca fui un optimista patológico, pero con el tiempo… estoy encontrándole más color a ciertas cosas. Nos espera una vida complicada y maravillosa.
EL PRIMER DISCO DE ROMAPAGANA
Diario El Día (La Plata)
El cantante y compositor italiano Andrea Prodan vuelve al ruedo discográfico después de 15 años con “Romapagana”, nombre del flamante disco de la homónima banda que creó y donde vuelca el concepto de lo que para él tiene que ser el rock: “una cosa cruda que te agarra en la entraña”.
“El punk fue el gatillo para toda mi energía en la música, pero hoy no quiero ataduras, a esta altura de mi vida quiero ser realmente libre y a los otros tres músicos que integran Romapagana les encanta este viaje de libertad total que es más punk que el punk en su momento”, sostuvo Prodan.
Con “Viva voce” -un álbum inusual en el que emulaba los instrumentos con su voz- el músico y actor, radicado desde hace muchos años en la Argentina, había dado sus primeros pasos para acercarse al público argentino. Pasaron los años y tras esa experiencia que él recuerda como “una cajita llena de cosas de todos los estilos” y a partir de la necesidad de trabajar en forma colectiva, armó Romapagana, una poderosa agrupación que se impone con un combo imbatible: buenas canciones, crudeza sonora y la intensa interpretación de Prodan.
Negado a los rótulos, el hermano de Luca Prodan prefiere pensar al grupo (que completan Fabián “Rojo” Limardo en guitarras, Diego Segovia en bajo y Christian “Pistón” Fernández en batería) como un “concentrado de lo que más me gustó de muchas bandas, pero con algo más”.
“Hay una lista de influencias de Romapagana, que van desde Zappa a Sumo, pero no somos copia de nadie”, subrayó el artista que hoy elige tomar distancia de lo intelectual. “Tuve una educación muy intelectual, un padre intelectual y en Europa hay una historia de amor con el intelectualismo. Lo que me gusta de la Argentina es que es un país bastante brutal, crudo pero con corazón”, agregó.
“Necesitaba hacer algo con otros, crear un espacio en donde yo pudiera borrar mi personalidad pero no mi creatividad artística. Quería que tener un proyecto con mis temas, que fueran interpretados y compartidos con otros” recuerda: “este disco lo empezamos grabando separados, pero la segunda mitad la hicimos con toda la banda unida. La idea era que no se pierda lo especial de Romapagana en los shows que es una bola de sonido, una experiencia donde pasan pequeñas cosas misteriosas adentro de cada tema. La música tiene eso: para erotizar al que la escucha tiene que pasar momentos que te sorprendan”.
Que le pregunten “cuánto tiene Romapagana de Sumo”, a Prodan le hace bien: “me provoca. Primero pensé que era un garrón porque me aplasta en mi modo de ser, me quieren encasillar en una cosa que no es así por automatismo. De hecho, como actor siempre quise cambiar de papel. Yo no quería ser el típico en nada. Los actores famosos son los que representan a su país y yo ni sabía quién era yo. Quería ser actor para descubrirlo, pero hoy creo que si pensás que vas a descubrir quien sos actuando, sos un loco. Para mí Sumo es la banda más interesante de acá. Es una banda que no se puede explicar porque hizo todo al revés. Hay que acordarse que Sumo estaba con el sello CBS, fue un grupo súper under que hacía todo lo que quería pero que tenía atrás una distribución y una ayuda para ser masivo. La paradoja de esa situación es lo peor que le pasó a Luca”.
“Gracias a Dios, Luca me hizo conocer Argentina, donde después tuve un hijo” se entusiasma Andrea: “me gusta esa anarquía argentina que no es forzada como el punk rock, es una anarquía real. Este país fluctúa entre dos polos: es muy represivo y reprimido y también muy libre y anárquico. Y esos dos polos hacen que no se logre esa estabilidad del medio que es tan soporífera, que es tan típica de los países europeos como Inglaterra, que al ser un país que quiere ser siempre igual tiene esta enfermedad de crear modas, algo que en el mundo del capitalismo actual es muy redituable. Argentina, en cambio, no tiene la estabilidad para armar una moda, todo cambia cada tres segundos, y yo me siento muy cómodo acá”.
DESLUMBRE SPINETTIANO EN EL COLISEO
Por Yamila Cazabet blogrock.com.ar
Luis Alberto Spinetta realizó el primero de los dos show programados en el Teatro Coliseo. En él, hizo un repaso por los grandes éxitos de su carrera, así como también por los temas que componen su último disco de estudio, “Un mañana”, editado en el año 2008.
Fue este un espectáculo impresionante, no sólo por la calidad musical sino también por la prolijidad con que fue diseñado, montando sobre el telón de fondo un juego de luces impactante, acorde a las circunstancias.
Antes de comenzar con el recital, Spinetta presentó a su banda, compuesta por Claudio Cardone en teclados, Sergio Verdinelli en batería y Merina Nicotra en bajo. Además fueron invitados Juan Carlos “Mono” Fontana y Baltasa Comotto, quienes permanecieron sobre el escenario durante toda la duración del show. El tema elegido para la apertura fue “Preconición”, al que le siguieron “La verdad de las grullas”, “Despierta la brisa” y “Guitarra”, un tema compuesto musicalmente por León Gieco, con letra de Atahualpa Yupanqui.
Luego, continuó con “Milonga blues”, “Retratos de Bambis” y “8 de octubre”, el tema compuesto en homenaje a las víctimas de la Tragedia de Santa Fe en la que fallecieron nueve adolescentes y su profesora, causa con la que se ha comprometido desde un primer momento. Antes de tocar “Te para tres”, Luis le dedicó una palabras y pidió un aplauso para Lilian, la mamá de Gustavo Cerati, autor de dicha canción.
Más tarde llegó el turno de la tercera invitada, Vera Spinetta, la hija menor del “Flaco”. La joven se encargó de los coros de “Cabecita, calesita” y “La mendiga”, demostrando todo su talento, con una voz dulce y potente a la vez.
Luego del clásico corte, con una pequeña despedida incluida, Spinetta y su banda tocaron “Durazno sangrando” y “A Starosta, el idiota”. Con estas dos canciones históricas del “Flaco”, Luis Alberto saludó a su público, que permanecía de pie aplaudiendo a un músico magnífico que brindó, durante casi tres horas un espectáculo asombroso.
SOLO UN MOMENTO, EL NUEVO DISCO DE VICENTICO
Esa cuestión de la “madurez”
En su primer disco tras la reunión de Los Fabulosos Cadillacs, el cantante entrega un paquete de canciones inspiradas, que vienen a demostrar que ya posee por derecho propio un buen lugar en el sindicato de los grandes solistas argentinos.
Por Eduardo Fabregat – Pagina/12
Es cierto, el término “madurez” es ambiguo, hasta molesto, pero a veces necesario. La mala fama tiene que ver con que a veces se lo interpreta como “aburrimiento” o “aburguesamiento”, como algo que lima las aristas de la ambición de un músico. Pero nada de eso puede aplicarse a Solo un momento, el nuevo disco de Gabriel Fernández Capello. Y sin embargo hay que volver a mencionar esa maldita palabra. Llegado a su cuarto disco solista, lo que debe entenderse por madurez en Vicentico es su soltura para hacerse dueño y vehículo de canciones que no siguen más viento que el que le sugieren sus instintos. También hay que evitar la trampa de entender esto como que sus anteriores trabajos fueron “inmaduros”: simplemente, en Solo un momento las cosas encajan con naturalidad aún mayor, delatan a un tipo que carga con un generoso currículum vitae y ha sabido sacar partido de toda esa experiencia.
Habrá quien enarque las cejas, dejándose llevar por el prejuicio que años ha persiguió a Los Fabulosos Cadillacs. Será el prejuicioso, entonces, el que se pierda la posibilidad de disfrutar el paquete de canciones que tiene para ofrecer un tipo que, por derecho propio, rankea alto en el sindicato de los grandes solistas argentinos. No se necesita más que una prueba, de título engañoso: lejos de ser una celebración furiosa, “El rey del rock and roll” es una de esas canciones perfectas, que brillan como piedra preciosa, en la que Vicentico abandona la primera persona para convertirse en narrador de un mundo que conoce bien. Bueno, sí, que se diga otra vez: un músico que puede componer esa clase de canción ha alcanzado una madurez que le permitirá abrir nuevas puertas sin esfuerzo.
Eso está lejos de ser todo. Con Cachorro López como socio ideal en la producción y una banda que encuentra el tono justo entre acompañar al solista y tener su propio protagonismo, Vicentico encara esta etapa post-reunión Cadillacs con las mejores armas. Hay pasajes tan inspirados como “Cobarde” (con inevitable destino de hit) o “El pacto”, otra canción en tercera persona con un clima que recuerda a Virus y una frase final tan redonda como “Se para el destino para verte, amor”. Hay una decisión de abrir el disco con un intenso tema de de-samor (“Ya no te quiero”), hay momentos relajados como “La carta” y el cierre de “El otro”, o de agite guitarrero como “Viento” y el homenaje a Prodan de “Luca”. Y hay lugar, también, para desgarros emocionales como “Escondido” y hasta un cover de “Sabor a nada” que, no podía ser de otra manera, suena mucho mejor en manos de Fernández Capello que en las de Ortega o Montaner.
Sí, que a un artista le digan “este disco te muestra maduro” es un embole. Entonces, dígase de un modo más retorcido: Solo un momento exhibe a Gabriel Fernández Capello, Vicentico, en su punto exacto de añejamiento, con la sapiencia necesaria en el noble arte de construir canciones que quedan en el tiempo.
RAUL PORCHETTO
SU RETORNO A LA ESCENA CON DRAGONES Y PLANETAS
“A mí la popularidad no me deslumbró, por eso me alejé”
Con un pie en la ciudad y otro en un paraje boscoso de Córdoba, Porchetto se prepara para su show de mañana en el Teatro ND Ateneo con la tranquilidad de que su regreso a las canciones se produce por auténtica pasión antes que por cálculo.
Por Cristian Vitale para Pagina/12
Nunca lo había contado en público. Raúl Porchetto, algún día de los noventa, encaró a Carlos Menem y le dijo todo: “‘Señor presidente, con el respeto que merece su investidura quiero tener la integridad de, mirándolo a los ojos, decirle que está destrozando la cultura nacional’. Jaime Torres, que estaba al lado mío, me dijo: ‘Jamás hubiese tenido las pelotas de decir lo que usted acaba de decir’”, evoca el cantautor, buscando la mejor posición en el sillón de piso que lo contiene en un pub de Palermo. La secuencia fue en la Casa de Gobierno y duró doce minutos. Lo habían convocado, junto a una veintena de músicos de todos los géneros, para “legitimar” el accionar cultural de la gestión menemista y a Porchetto se le soltó la cadena. “Me puse loco, loco. Esa década era un desastre para la cultura ¡y nos habían llamado para ponderarla...! No, todo tiene un límite”, desarrolla.
–¿Y cómo reaccionó Menem?
–Me agradeció la sinceridad, pero me dijo: “Sepa usted que estamos asignando un presupuesto de 60 millones de pesos por año para la cultura”. Sí, era cierto, pero más cierto era que esa plata caía en un agujero negro. Y se lo dibujé con una analogía: “Mire, es lo mismo que usted deje en su casa dinero para pagar los impuestos, y la luz y el teléfono se le venzan igual”.
Eran momentos duros para un artista que había pasado de impregnar con canciones y miradas el aura amateur de los setenta a vender miles de discos en los primeros ochenta –Metegol o Reina Madre, entre ellos– y de ahí a un ostracismo que, autoprovocado o no, lo había sumido en un ausentismo casi total en las épocas de la pizza con champagne. “Fue mi manera de descargar lo espantoso que me habían resultado esos años en los que, si planteabas determinadas cosas, te respondían con una onda ‘ya fue’, ‘eso es muy hippie’, ¿no? No podía sobrevivir nada interesante e inteligente, y menos en el terreno del arte. No había espacio para plantear cosas que no tuvieran que ver con el modelo”, sostiene y explica –sobran las palabras– para entender por qué a Dragones y Planetas, su flamante disco, lo separan diez años del anterior, Centavos de amor. Y también para entender por qué es el primero que presenta en Buenos Aires –-mañana en el ND Ateneo, Paraguay 918– después de 25 años. “Es como una eternidad... Yo mismo me lo digo y no me termino de convencer. Arranqué por una cuestión muy especial para hacer este disco: volitivamente lo quería hacer hace tiempo, pero como no era el momento, o no se me daban circunstancias emocionales o psicológicas para volcarme de lleno, lo fui demorando.”
–¿Y cuál fue el detonante para que al fin sucediera?
–La muerte de mi amigo Sandro. Cuando nos dejó, me nació una catarata de ganas de volver a componer. Me salió escribir y me puse al mango, independiente y solitariamente, durante diez meses. Con Sandro nos considerábamos hermanos, porque los dos éramos hijos únicos y porque llegamos a tener una relación libre y profunda. Y bueno... él siempre me decía: “Tenés que grabar un disco, tu música tiene que volver a girar, tu energía tiene que volver a estar dando vueltas por el país”. Teniendo en cuenta la subjetividad que tiene la opinión de un amigo, yo le respondía que no encontraba el espacio, que no me sentía cómodo, hasta que al fin pasó.
–Además de la versión de “Bailando en las veredas” que grabó con él, el disco incluye una composición –“La leyenda de Alsina”– que pinta a Sandro como un pibe de billar y café, como un rey de la noche pero no del cabaret. ¿La llegó a escuchar él?
–No, porque cuando le dije que le había escrito una caricatura en forma de canción, me dijo: “No la quiero escuchar, ni que me digas un pedacito de la letra... la quiero escuchar en un disco”, y su postura era ley... no le podía decir nada. Obviamente, cuando partió no había salido el disco, pero estoy seguro de que la escuchó, porque la vida continúa desde un montón de lugares. No sé si le gustará el tema, pero seguro está contento de que haya sacado un disco.
–Además de Sandro, aparece otro personaje clave y cercano: León Gieco. Con él concibe el caballito de batalla del disco, que es el muy difundido tema del Bicentenario.
–Me parecía un hecho fantástico, ¿no...? Era como la fiesta de la casa grande, de nuestra casa, y sentí que había que escribirle una canción a esto. Cuando la empecé a esbozar, llamé a León y le dije: “¿No querés que la terminemos juntos?”. Fue emocionante y reparador, porque nos hizo recordar cuando empezamos con esto de querer cambiar el mundo con la guitarrita... lo grabamos a pulmón, con una computadora, y por ahí se escuchaba la frenada de un colectivo en el medio de una toma y había que empezar de vuelta (risas). Llorábamos los dos de risa, porque era como cuando empezamos.
–Con la diferencia de una computadora como herramienta imposible en aquel tiempo... y 40 años de experiencia.
–Tal cual, pero lo salí a difundir igual. Lo habíamos grabado en un disquito y lo llevé personalmente a las radios. La diferencia es que antes ibas a una radio y te decían: “No, pibe, no es así. Hay que pagar para difundir esto”, y ahora se lo llevé a Víctor Hugo Morales en persona, y él lo empezó a pasar. Fue el primer empujón y no tuvo nada que ver con el hecho de que, como salieron a decir algunos, lo había bancado el Gobierno. Nada que ver. El Gobierno se interesó después y lo puso como el corte de la fiesta... pero eso es otra cosa.
–¿Con León se conocieron en la época de Cristo Rock, no?
–Un poco antes, cuando fuimos a dar una prueba al Museo de Artes y Ciencias. En ese momento también conocí a un flaquito que tocaba el piano en el fondo de un barcito. Se llamaba Carlos García Moreno, me voló la cabeza y lo invité a tocar el teclado en Cristo Rock. Por eso, para mí no son el León y el Charly de la gente, sino algo así como Jorge y Pablo, los amigos del barrio. Amigos a quienes la vida nos dio la posibilidad de desarrollar nuestras cosas y decirlas, y sobrevivir a un tiempo muy particular porque no estuvimos distraídos.
–Y a materializarlo, por ejemplo, en PorSuiGieco: un disco que, pese a las dificultades de grabación y sonido, se cuenta entre las perlas del folk rock de la época.
–Es que grabar ese disco fue una casualidad. Se tocó sólo tres veces y se podría no haber dado, incluso. León me decía que es uno de los discos más vendidos del rock argentino, a pesar de que desde 1978 no cobramos regalías porque Music Hall cerró y nadie se hace cargo. Vos ves que lo reeditan, que está en las disquerías y no sé quién lo paga. El otro día hablábamos con Charly y León... ese disco es un agujero negro que nadie sabe explicar, y es como una joyita en nuestras vidas, porque me remite a los días en que nos encontrábamos con Charly en Donato Alvarez para tomar el 44 e ir a Barrancas de Belgrano para grabar. Nos costaba mucho que nos hicieran un espacio, ¿no? En mi caso, pasaron como diez años para que se difundieran mis discos.
–Metegol, Televisión, Che Pibe, Reina Madre... usted se había convertido en una máquina de hacer discos: entre 1980 y 1988 editó ocho. ¿Cuál de los dos momentos disfrutó más, el amateur o el profesional? ¿El de Cristo Rock o el de Reina Madre? ¿El del ninguneo o el de los hits que le pasaban en todas las radios?
–Los dos, pero en el caso del popular, cuando me empezó a pesar me alejé. Nunca me deslumbró ser masivo, más que el hecho de que en vez de tocar para 70 personas tocara para tres mil. Era lindo, porque no habíamos cambiado ninguna pauta. Incluso, yo iba cambiando disco por disco porque esa trova que era el rock nacional tenía una pauta principal: no tener pautas. Digo, más allá de la igualdad que pueda tener mi voz, esos discos no se parecían mucho entre sí. Hice fusión, pop, baladas, rock.
–¿Qué pasó con el alejamiento de la escena?
–Bueno, en un momento la popularidad te empieza a desgastar, a asustar y nunca me voy a olvidar de Alfonsín cuando, una vez que le preguntaron qué era lo que más le asustaba si llegaba a ganar la presidencia, él respondió: “El poder, porque indefectiblemente estupidiza”. Eso me quedó grabado. El ejemplo sirve porque cuando empezás a tener fama no podés ir a comer porque la gente se desmadra. La verdad es que yo quería seguir escribiendo canciones, y ojo que no tenía culpa por lo comercial, que era algo muy habitual en los ’70 porque, claro, Pink Floyd, Led Zeppelin o Mick Jagger podían vender millones de discos y se decía “qué genios que son” mientras que vos acá vendías dos discos y se te venían encima acusándote de haber transado. Lo popular no me asusta, al contrario, me enorgullece y no reniego.
–¿Y qué pasa cuando cede esa popularidad? Después de Barrios Bajos o Bumerang –a fines de los ochenta– usted empezó a desaparecer del mercado tal vez con la misma intensidad que lo había llevado a vender muchos discos...
–Aflojo antes de los ’90, es cierto, porque llegó un punto en que la cosa era sacar un disco, hacer la prensa, salir de gira y así. Todo el mundo te quiere hacer notas cuando estás arriba, y de repente no querés hacerlas y te dicen “éste se la creyó, éste es un difícil”. Bueno, a veces querés hablar de tu obra, y muchos no quieren que hables de tu obra sino de otras cosas. Cada uno que haga lo que quiera, pero a mí no me gusta hablar por hablar. Si no tengo nada que decir no me gusta aparecer en un programa de televisión para alimentar mi ego. Me gusta tener una lucha frontal con el ego, porque realmente te estupidiza... te seduce y te termina mediocrizando, te adormece sin que te des cuenta. Me gusta estar alerta ante eso y fue lo que me llevó a dejar el camino de la popularidad. Sabía que iba a tener que pagar un precio por eso.
–¿Se lo bancó?
–Me lo tuve que bancar, no me quedaba otra. Por ejemplo, me hubiera venido bien contar la secuencia con Menem cuando dejó de ser presidente, pero no me interesó. No me sentía cómodo, aunque tuve que seguir tocando para poder sobrevivir.
–¿Y las regalías por esos discos que se habían vendido tanto?
–En los ochenta, trabajar mucho en la música era como jugar al fútbol en los sesenta. Carrizo estuvo 30 años en el arco de River para ganar lo mismo que un pibe que está tres meses en su misma situación, hoy. Las regalías, bien gracias... más allá de lo de PorSuiGieco, el otro día cobré por “Bailando en las veredas”, un tema muy difundido, 180 pesos por los últimos seis meses. Igual, no reniego, porque no me pasa solamente a mí sino a muchos artistas.
–Hace un tiempo está tomado fuerte impulso el proyecto de sancionar una ley nacional de la Música para resolver situaciones elementales para los músicos.
–Acuerdo totalmente, y que sea para todos los géneros. La idea es tener los mismos derechos que quienes vienen de afuera. Así como se subvenciona a los colectiveros, se tendría que subvencionar a músicos que tienen una historia demostrada, que la han peleado para hacer arte, no para comprar una casa en un country. Yo ya tengo la vida jugada en ese sentido, lo planteo para los pibes que son muy talentosos y no tienen posibilidades. Uno ya está en la primera fila de la batalla, la cosa es darles lugar a esos talentos que aparecen como hongos saliendo después de la lluvia.
La imagen de los hongos y la lluvia enlaza tal vez con una situación cotidiana para Porchetto. Hace mucho tiempo alterna los días de su vida entre la gran urbe y un paraje montañés, escondido entre las altas cumbres de Córdoba, a unos 50 kilómetros de Alta Gracia. Un sitio lleno de bosques, a 1500 metros de altura, que ni siquiera tiene electricidad. “Me manejo con un generador, pero no me importa: cada vez que voy, el alma se me ensancha más allá de las banquinas, y cada que vez que vuelvo se me angosta porque, claro, en Argentina todo se mueve desde acá. Pero siempre fui realmente amante de la naturaleza, de lo sencillo. Si bien nací en un pueblo con mayúsculas de la provincia de Buenos Aires y crecí en los barrios porteños, lleno de departamentos y esas cosas, nunca me sentí un tipo de ciudad.”
–¿Cuánto tuvieron que ver las cuestiones ambientales con la concepción del disco? ¿Hay una relación?
–Inevitablemente se impregna... es un disco concebido en geografías cambiantes. Yo me sigo deslumbrando con artistas con mayúsculas, sigo aprendiendo de ellos, y vale mencionar las referencias de Piazzolla y Yupanqui, ¿no? Uno bien ciudadano, empecinado y talentoso. El otro con esa mística de la pachamama que nos alimenta, y que uno siente en esos lugares alejados. Nombro a ellos por ser gente muy conocida, pero a lo mejor admiro a alguien que está metido en las montañas, que no es conocido pero sí admirable porque tiene una mirada interesante respecto de las necesidades del otro... Las maestras de montaña que tienen que cruzar un río todos los días, o la enfermera que ayuda a las gentes anónimas son personas de un valor inestimable, y que yo incorporo de una u otra manera a mis canciones.
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