GUSTAVO CERATI
Un ángel eléctrico omnipresente
Sebastián Ramos
Dios Guardián Cristalino de guitarras/ que ahora/ más tristes/ penden y esperan/ de tus manos la palabra/ ...sos el ángel inquieto que sobrevuela/ la ciudad de la furia/ Comprendemos todo/ tu voz nos advierte la verdad/ Tu voz más linda que nunca" (fragmentos del poema que Luis Alberto Spinetta escribió para Gustavo Cerati).
La figura de Cerati, su música, su influencia, su sensibilidad artística, su popularidad, su vida, a fin de cuentas, se instaló en el centro de la escena musical argentina durante todo 2010, en especial luego del ACV que sufrió en mayo, en medio de la gira de presentación de su álbum Fuerza natural , que aún hoy lo mantiene en estado de coma.
Las palabras, el apoyo sincero, los deseos de corazón y los homenajes cantados -desde el emotivo "Persiana americana", a cappella , de Fernando Ruiz Díaz, hasta el "Zona de promesas" que Fito Páez cantó la semana pasada para Lilian Clark, madre de Cerati, ubicada en las primeras filas de un concierto íntimo del rosarino- brotaron genuinamente en cada escenario, aquí y en toda América latina.
Este año también la industria musical volvió a darle su bendición y le otorgó siete premios Gardel -uno de ellos, el de oro- y tres Grammy Latino, mientras que las redes sociales ponían su nombre en boca de todos -en Twitter, unos pocos se lo pasaron augurando un trágico final para él, mientras que muchos fueron los que dejaron rezos virtuales para que se recupere pronto-.
"Me he prendido fuego tantas veces que ahora el planteo es distinto. ¿Qué es el rock para mí? Ver si puedo durar." Cuatro años atrás, poco antes de subirse a la montaña rusa del regreso de Soda Stereo y recientemente recuperado de una "trombosis venosa" que lo había obligado a cambiar ciertos hábitos, Cerati se proponía un nuevo desafío y lo hacía canción: "Que durar sea mejor que arder". En este fin de año, muchas personas ligadas a la música brindarán por que cumpla su deseo. Por el ángel eléctrico entonces, salud.
HORCAS PRESENTÓ EL LUNES LA MALDICIÓN CONTINÚA
Horcas presentó el lunes La maldición continúa, su segundo cd en vivo y primer registro en DVD. En un ambiente íntimo, unas 300 personas despidieron 2010 a puro heavy-thrash. Un chico subió a corear un tema y hasta había un fan ¡de Noruega!
Por Pablo Raimondi praimondi@clarin.com
Fecha atípica (fin de mes, entre fiestas y aparte un lunes), lugar atípico (el Roxy Live de Palermo, sede con trayectoria más rockera que metalera) y la presentación de un cd-dvd en vivo, La maldición continúa que reflejó aquel concierto del 15 de mayo de 2010 en el Teatro de Colegiales. Todo en torno a Noche maldita, nombre con el que se presentaba el evento nocturno.
La respuesta de la gente (unas 300 personas) sorprendió a los músicos. "Acá están los verdaderos fans de Horcas” anunciaba Walter Meza, el carismático vocalista y responsable del 99% de la comunicación con el público. La mayoría de los ojos están puestos en su despliegue escénico, una carga extra para el experimentado cantante que no paró de arengar (a veces en demasía) a un público fiel.
Desde "quejarse" por el precio del lechón "¡85 pesos!" -mientras se toca la barriga-, o reclamar por los reiterados cortes de luz en la ciudad, Meza tiene argumentos de sobra para agitar a las huestes metaleras. Coincidencia, o no, Esperanza (una palabra reiterada por estas épocas para los tiempos venideros) abre el show con un sonido arrollador. "A saltar loco que esto no es Dread Mar I" manda con onda Walter a un pogo que fue tomando gusto a velocidad con Nacer, morir o el incendiario Fuego del disco Eternos (1999).
Desde aquel Vive, de 2003, Horcas no se sumergía en los registros que demuestra el poder del grupo desde el escenario. Tanto Sebastián Coria y Gabriel Lis (guitarras) o el bajista "Topo" Yañez -el miembro más antiguo de la banda-, tienen un menor despliegue escénico que su vocalista, lo que resalta la actuación y carisma de Meza. Esa potencia sorprende a Audun, un noruego residente en Bergen, que hace un año recorre la escena pesada local y tuvo la oportunidad de conocer a los músicos y llevarse merchandise, autográfos y discos para Escandinavia. Otro toque de color fue cuando un chico, de no más de 12 años, subió al escenario en pleno show a "ayudar" a tocar el bajo a Yañez apoyando sus dedos en el diapasón o sacarse una foto con el cantante, micrófono en mano. El futuro del metal sin dudas.
Aunque en el interior del booklet de La maldición continúa se ve la figura caricaturizada del guitarrista Osvaldo Civile, Horcas es un grupo que jamás se victimizó tras la muerte de su fundador allá por abril de 1999. Quizás por esa actitud de lucha, la popularidad del grupo se hizo mucho mayor, sus discos se fueron superando en calidad sonora a sus antecesores y recorrieron el país como nunca. Solo en Vencer el aura de Civile recae por Palermo, el único momento para cavilar que sería de Horcas 2010 si el ex V8 estuviese vivo. Y si se habla de la banda que motorizó el heavy por estas tierras, la banda viaja musicalmente hacia 1983 para luchar por el metal con Destrucción, uno de los temas más tocados en el under pesado. Y allí el pogo fue feroz hasta con algunas metaleras dando batalla.
Un clásico del cantante es tirarse al público, pero por lo general abajo hay un colchón humano seguro. A la voz no le importó y se mando entre una veintena de manos que lo sostuvieron y luego casi todo el público se arremolinó hacia él. Como pudo volvió a las tablas para despedir a la gente en el final de Solución suicida el tema que abre el thrashero Oid mortales el grito sangrado de 1992 y coronar así dos horas de show. Es copada una propuesta metalera (nacional) para los días lunes, martes o miércoles. Que éste, sea un ejemplo a seguir.
CHARLY GARCIA
El perfume de la tempestad
Se editó Kill Gil, el disco que Charly compuso cinco años atrás. El álbum incluye un DVD con pinturas de García.
Sebastián Ramos
Kill Gil bien podría ser el último álbum de la saga Say No More. O al menos el último empapado de esa trama conceptual mutante con la que Charly García jugó a ser Dios y Demonio, oído absoluto y perversa influencia, aliado y rehén. A cinco años de su concepción original, a tres de su filtración en Internet, Kill Gil llegó finalmente a las disquerías esta semana, en formato doble, con un CD de once canciones y un DVD con los mismos temas, pero en otro orden, y con un centenar de pinturas y fotografías intervenidas por García a modo de leitmotiv visual.
No han sido fáciles estos cinco años para Charly, más allá de esa canción que ahora pide "no digas que estoy mal, ya la estoy pasando bien" ("Transformación"). Y el karma de este disco maldito llegó hasta el mismísimo día de su salida, el martes pasado, cuando se dio a conocer que el manager que acompañó a García desde la internación neuropsiquiátrica de 2008 debió dejar su rol "tras aceptar el consejo de su médico y familiares, después de estar 36 horas en observación, con un severo cuadro de stress e hipertensión". Lo público y lo privado jamás estuvieron desconectados en la vida y en la obra de Charly. Y esta no es la excepción.
Prisiones, encierro, fantasmas, corazones de hormigón, jaulas y polaroids de locura extraordinaria. La frecuencia del álbum no encuentra contrapartida en el Charly que se vio y escuchó durante el último año, posrehabilitación, más gordito, "limpio" según sus palabras, un tanto sedado, enamorado de una nena, como le gusta decir.
Kill Gil tiene ambición de mini ópera en clave rock. La historia de un joven nacido en el Tercer Mundo, "que vive en Nueva York y que quiere volar la ciudad". Pero antes, decide enviar mensajes encriptados dentro de sus canciones para que su madre, su hijo y sus amigos los escuchen y, si descifran correctamente los textos, puedan escapar y salvarse antes de que todo estalle. ¿Realidad, ficción, paralelismo o metafora? Usted decide.
Felizmente real
De las trece canciones que se habían filtrado tres años atrás se bajaron de la lista dos de los tres covers: "Un corazón para colgar", de Pete Townshend y "Play With Fire", de los Stones, cantado por Andrew Oldham, mentor marketinero de los primeros años de Mick Jagger y compañía y "productor musical" de Kill Gil. Tampoco está aquel comienzo radial con la voz de Juan Alberto Badía ni el relator que anunciaba que "se descubrió la vacuna contra la debacle mental", una frase que pega demasiado cerca como para comenzar un álbum aquí y ahora.
Pero lo cierto es que el disco suena más compacto, más conciso quizá. Con grandes canciones como "Transformación", "Pastillas", "Telepáticamente" e incluso la pegadiza "Los fantasmas" y otras que seguramente se perderán en el mar de composiciones de alto vuelo que conviven en la discografía de Charly García en cuatro décadas al servicio de la música popular.
Está la canción que grabó junto a Palito Ortega ("Corazón de hormigón"), están los músicos chilenos Kiuge Hayashida, Carlos González y Tonio Silva como banda estable y están también algunos artistas invitados: Bernard Fowler, el "Negro" García López, María Eva Albistur, Fernando Kabusacki y Deborah del Corral.
De los tres temas cantados en inglés, uno de ellos fue editado originalmente en el álbum Influencia ("Happy & Real") y el único cover ajeno que quedó entonces es la versión en castellano de "Watching The Wheels", de John Lennon. Aquí, como en aquella magistral recreación del tema "Influenza", de Todd Rundgren, García se apropia de la música y de las palabras: "Dicen que estoy loco, haga lo que haga. Y me dan cantidad de consejos buenos para nada. Cuando digo que estoy bien, ellos me miran sin entender. Cómo puedes ser feliz si no estás en nuestro tren".
Kill Gil ya está en la calle y vuelve la misma sensación, porque esta nota ya se escribió.
HORCAS “La Maldición continua”
Horcas presentó el lunes La maldición continúa, su segundo cd en vivo y primer registro en DVD. En un ambiente íntimo, unas 300 personas despidieron 2010 a puro heavy-thrash. Un chico subió a corear un tema y hasta había un fan ¡de Noruega!
Fecha atípica (fin de mes, entre fiestas y aparte un lunes), lugar atípico (el Roxy Live de Palermo, sede con trayectoria más rockera que metalera) y la presentación de un cd-dvd en vivo, La maldición continúa que reflejó aquel concierto del 15 de mayo de 2010 en el Teatro de Colegiales. Todo en torno a Noche maldita, nombre con el que se presentaba el evento nocturno.
La respuesta de la gente (unas 300 personas) sorprendió a los músicos. "Acá están los verdaderos fans de Horcas” anunciaba Walter Meza, el carismático vocalista y responsable del 99% de la comunicación con el público. La mayoría de los ojos están puestos en su despliegue escénico, una carga extra para el experimentado cantante que no paró de arengar (a veces en demasía) a un público fiel.
Desde "quejarse" por el precio del lechón "¡85 pesos!" -mientras se toca la barriga-, o reclamar por los reiterados cortes de luz en la ciudad, Meza tiene argumentos de sobra para agitar a las huestes metaleras. Coincidencia, o no, Esperanza (una palabra reiterada por estas épocas para los tiempos venideros) abre el show con un sonido arrollador. "A saltar loco que esto no es Dread Mar I" manda con onda Walter a un pogo que fue tomando gusto a velocidad con Nacer, morir o el incendiario Fuego del disco Eternos (1999).
Desde aquel Vive, de 2003, Horcas no se sumergía en los registros que demuestra el poder del grupo desde el escenario. Tanto Sebastián Coria y Gabriel Lis (guitarras) o el bajista "Topo" Yañez -el miembro más antiguo de la banda-, tienen un menor despliegue escénico que su vocalista, lo que resalta la actuación y carisma de Meza. Esa potencia sorprende a Audun, un noruego residente en Bergen, que hace un año recorre la escena pesada local y tuvo la oportunidad de conocer a los músicos y llevarse merchandise, autográfos y discos para Escandinavia. Otro toque de color fue cuando un chico, de no más de 12 años, subió al escenario en pleno show a "ayudar" a tocar el bajo a Yañez apoyando sus dedos en el diapasón o sacarse una foto con el cantante, micrófono en mano. El futuro del metal sin dudas.
Aunque en el interior del booklet de La maldición continúa se ve la figura caricaturizada del guitarrista Osvaldo Civile, Horcas es un grupo que jamás se victimizó tras la muerte de su fundador allá por abril de 1999. Quizás por esa actitud de lucha, la popularidad del grupo se hizo mucho mayor, sus discos se fueron superando en calidad sonora a sus antecesores y recorrieron el país como nunca. Solo en Vencer el aura de Civile recae por Palermo, el único momento para cavilar que sería de Horcas 2010 si el ex V8 estuviese vivo. Y si se habla de la banda que motorizó el heavy por estas tierras, la banda viaja musicalmente hacia 1983 para luchar por el metal con Destrucción, uno de los temas más tocados en el under pesado. Y allí el pogo fue feroz hasta con algunas metaleras dando batalla.
Un clásico del cantante es tirarse al público, pero por lo general abajo hay un colchón humano seguro. A la voz no le importó y se mando entre una veintena de manos que lo sostuvieron y luego casi todo el público se arremolinó hacia él. Como pudo volvió a las tablas para despedir a la gente en el final de Solución suicida el tema que abre el thrashero Oid mortales el grito sangrado de 1992 y coronar así dos horas de show. Es copada una propuesta metalera (nacional) para los días lunes, martes o miércoles. Que éste, sea un ejemplo a seguir.
TU KALAVERA - Contesta!
Fuente: DISQUERIA T
Tu Kalavera Contesta!"Contesta!" es el tercer disco de la banda mendocina Tu Kalavera. Este disco cuenta con una energía extra por el hecho de haber contado en la grabación de con la colaboración de “amigos de la casa”, como el trompetista Hugo Lobo (líder de Dancing Mood y actual integrante de Los Fabulosos Cadillacs), el cantante Luis Alfa (frontman de Resistencia Suburbana), el saxofonista y vocalista Sergio Colombo (líder de El Natty Combo) y el trombonista Fabián “Nicotina” Silva (El Natty Combo).
Tu Kalavera es integrado por Alex Kalavera (voz), Julio Ponciano (guitarra y coros), Claudio Boda (teclados), Danilo Salvatierra (batería), Leandro Escames (bajo) y Gabo Espejo (percusión).
“Contesta!” fue grabado en los estudios Tixa Records, de Villa Urquiza (Buenos Aires), entre noviembre y diciembre del 2009.
Fue masterizado por Gastón “Tukán K” Tognaccioli (actual bajista de Fidel Nadal), quien también participó en la mezcla junto a Alex Kalavera y en la producción musical en conjunto con la banda mendocina.
La producción ejecutiva que implicó la grabación también estuvo a cargo de Tu Kalavera, mientras que la idea del arte de tapa fue de Gabo Espejo junto al grupo, y el diseño gráfico fue obra de DJ Horacio y Pilidread.
Más información
www.tukalavera.com.ar
www.myspace.com/tukalavera
www.facebook.com/tukalavera
“EFECTO ROCK”, LOVORNE
Lovorne presenta el sucesor a su disco “Sexo, Fierros y Rock and Roll”, un nuevo álbum que los ha hecho enfrentarse a algunos de los grandes desafíos, como puede ser el de publicar un nuevo disco y consolidarse definitivamente en la escena del rock argentina.
“Efecto rock” es la nueva producción discográfica de Lovorne y es el reflejo de los años de evolución. Un álbum donde el sonido que los han hecho característicos no los deja varados en el pasado. Las guitarras poderosas, los riffs incandescentes, las líneas de bajo escalofriantes, la voz de LUCIANO, cruda, directa, que emociona (nadie puede argumentar que Luciano no es hijo de su padre, el mítico Pappo). Luciano siempre genial.
“Efecto rock” se integra por 13 canciones y hay de todo. Eso si, hay que destacar y posiblemente resumir, que este disco es mucho mas poderoso y variado que los anteriores. Sus canciones se pueden definir como una catarata de rotundos éxitos, que sorprenderan.
Para tener una idea de cómo es el nuevo álbum de Lovorne, basta con darle una leída a la lista de sus canciones, ya que sus títulos son exactamente lo que escucharemos en ritmos, letras y sonidos
YA NO MAS TRANSAS - “LOS OJOS DE CLARENCE”
La banda riojana Los Ojos de Clarence, integrada por: Raúl González (bajo y coros), Marcelo Pioli (batería), José Acosta (guitarras y coros) y Lucio González (guitarra líder y voz), grabó su disco en los Estudios El Pie y ya instauraron como leit motiv de su gráfica y logo al querido león de la serie retro Daktari.
Cabe destacar el dream team de esta grabacion con el “Colo” Parvex (Cordera, Coti y Axel) como técnico de grabación y Lucio Gonzalez como productor artistico en los estudios Valu Music de propiedad del Chino Asencio y masterizado en estudios 3:3:2 . También ya esta filmado el video de su primer corte “Hoy será mejor” bajo la dirección de Lucia Faure para Rock In Motion y Juan De La Fuente Mediavilla como productor general de su nuevo disco y director de la agencia de la banda.
LOS BILLETES DEL ROCK ARGENTINO
Ante la falta de billetes en los cajeros automáticos del país, el Banco Central está analizando la posibilidad de lanzar una edición limitada de papel moneda. De la misma forma que hizo el Correo hace un tiempo con las estampillas, tendrían como imagen a varios íconos rockeros
“VOY A PASAR A BUSCARTE”, EL DVD DE VITICUS
La banda formada por Vitico, el bajista de Riff, junto a sus hijos y amigos lanzó su primer DVD, grabado en vivo el 12 de junio en La Trastienda.
La producción fue dirigida por Pablo Goitisolo, coordinada por Sebastián Bereciartúa y el show fue grabado en vivo por Gonzalo Villagra.
Según Mr. Vitico, “el DVD se grabó y se mezcló a cómo suena la banda. Sin retoques, sin trampita… así suena Viticus en vivo. Hemos puesto toda la carne al asador con ésto, buscamos una buena tapa y una buena producción”.
Dentro de los 17 temas que tiene el trabajo se encuentran una versión “Ruedas de Metal” (del disco de Riff del mismo nombre, del año 1991) cantada por el Chizzo Nápoli y “Macadam 3, 2, 1, 0″, cantada por Luciano Napolitano. Con un final a toda orquesta con 5 guitarras, con Chizzo, Luciano, Arito, Sebas, Nico, Jero y Viticu. “Misteriósamente… 5 guitarras suenan bien!”, nos resume Vitico.
Además del show, el DVD cuenta con 5 videos adicionales filmados durante los últimos 3 años en giras que el grupo hizo por La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Cosquín y la grabación de “Viticus III”.
A SOLAS CON JAURÍA
Autor: Leandro Falcón – Blogrock.com.ar
Hay tres cosas que quedan muy claras cuando uno se acerca a Jauría. Una es que los chicos son amigos. Se cargan, se hablan y se tratan como tales. La segunda es que en ésta banda no hay líder. Uno podría suponer que Ciro; por ser el cantante, tal vez el más verborrágico del grupo y además el autor de 9 de las 15 letras que tiene el disco; es el que llevaría la batuta en la banda.
Pero al momento de hablar los muchachos se pasan el micrófono entre sí, se preguntan cosas entre ellos y se dejan espacio para escuchar al otro. Todos por igual. Al que le quede duda sólo tiene que referirse al nombre de la banda, que significa “un conjunto de perros”, no un sólo can.
La última es que por su trayectoria y su talento, éstos tipos no tienen la “necesidad económica” de hacer una banda. Ray y Pichu han hecho muchos trabajos como sesionistas y productores, mientras que Ciro tiene en su haber la trayectoria de una de las bandas más importantes del punk-pop de los últimos años.
Mauro es el que más alejado se ha mantenido del circuito masivo, pero como todos, tiene su historia. Para empezar, es hijo de María Graña, una cantante de tango que tiene el privilegio de ser una de las pocas voces femeninas populares en el estilo durante los 70. A fines de los 90 formó “Géminis”, una banda de rock que devino en “De Romanticistas Shaolin’s”, cuando sumaron a Federico Pertusi, el hermano de Ciro que tocó en A77aque durante los primeros años.
¿Qué cosas ven en Jauría que las diferencian de sus bandas anteriores?
Ciro: en mi caso, después de tocar con mis compañeros de A77aque por más de 20 años terminamos generando un modo de hacer y escuchar la música. Ahora en Jauría todo es una novedad, porque estamos en pleno descubrimiento. Acá cada músico tiene su formación particular, y eso es lo que te marca una tendencia en el sonido general, que te va haciendo. La diferencia la estamos haciendo andando el camino.
¿Y cómo se dio la idea de formar la banda?
Ray: Lo que pasó acá es que quisimos formar una banda de rock y volver a sentir lo que nos hizo decidir que esta carrera sea nuestra misión acá en la Tierra para transmitir lo que sentimos y aportar nuestro granito de arena para hacer de éste un mundo mejor.
Creo que vivimos cambios y cada uno tomó la desición de seguir su camino sólo y entrar en eje con uno mismo. Creo que en algún momento, cuando tu vocación se vuelve profesión, hay muchas situaciones que te van en cierta forma matando la inocencia, y endureciendo y cristalizando la sensibilidad. Te hace olvidar por qué elegiste ésta carrera. Creo que lo que nos pasó a nosotros fue que en algún momento no aguantamos más. Jústamente todos compartimos que, desde el lugar de cada uno, desde su posición en el escenario, se propuso combatir la hipocresía en todo aspecto
¿Cómo se dio el desarrollo de éste, su primer disco?
Ciro: El desarrollo de este disco fue paralelo al de nuestra relación humana. Le prestamos mucha atención a eso, más cuando nos dimos cuenta de el proyecto en cuanto a lo técnico funcionaba. Pero nos dimos cuenta de que para que todo crezca al mismo ritmo necesitábamos estar juntos como personas. A medida que se fue dando esa dinámica, naturalmente las conversaciones se hicieron más relajadas.
¿Esas conversaciones tienen que ver con poder plasmar lo que cada uno quiere?
Ciro: Sí, por lógica la creatividad es muy territorial. Cuando se trae una creación, es algo que nace de uno y cuando la trae al grupo la trata de proteger. Pero acá fue una cosa muy “light”, de entender, de correrse y de pararse en el lugar del otro. Ahí es donde usas las experiencias anteriores, a la hora de poner las cartas sobre la mesa. Trabajamos mucho con la empatía, buscando el equilibrio, sin perder nuestro propio lugar.
¿Y para elegir los temas qué criterio usaron?
Pichu: Fuimos escuchando las ideas de cada uno, sin tanta charla hablada. Se fueron dando cosas que surgían de que cada uno estuviera trayendo lo mejor de sí para llegar a un lado potencial. Entonces, los lugares para los que va la banda son los que compartimos, que tienen que ver con las ganas de tocar y no ponernos restricciones. Hacer lo que nos hace bien a todos y compartirlo.
Mario: Además fue un proceso muy productivo. De lo que se tiró sobre la mesa, que fueron 16 temas, quedó uno afuera nomás. Por eso el resultado final es tan homogéneo.
Pichu. Sí, nos concentramos en el desarrollo. Agarramos cada cosa y la maquillamos, la produjimos, la estiramos, la cortamos, la dimos vuelta, hasta que quedara como queriamos.
SPINETTA, GARCÍA, INDIO: EL TRIUNFO DEL FETICHE
Sobre el cierre del año se publicaron discos que no resisten un download, por la estatura del artista o el preciosismo de la edición. Son caros, pero imprescindibles para fans y/o coleccionistas.
Germán Arrascaeta y Juan Carlos Carranza – Suplemento VOS
OK, nos resignamos a pensar que la música en sí misma ya no es negocio y que pasó a la historia la ansiedad irrefrenable por escuchar un disco puntual. Pero sobre el cierre del año, algunos músicos legendarios reivindican al objeto por sobre su disolución virtual, lo tangible por sobre el download circunstancial. Saben ellos que la adoración del objeto, su aprehensión, todavía pesa en algunos corazones.
Quizá haya algo de estrategia de supervivencia en ediciones como El perfume de la tempestad (Indio Solari), reediciones como Kill Gil (Charly García), en documentos inabarcables como Spinetta y Las Bandas Eternas o en arrebatos de megalomanía de diseño como el que contempla Bravo (Sabroso). Aun así, la eficacia de la movida hace pensar que todavía prevalece "el grado de dificultad" para hacerse de tal o cual fetiche. El gesto es retro, en algún punto, pese a que ciertos desafíos son nuevos. Como pagar una entrada para conseguir Algún rayo, de La Renga, o resignar gran parte del aguinaldo para "importar" desde Buenos Aires la caja de Spinetta. A continuación, el relevamiento crítico de cada uno de los nuevos "chiches".
Lo que se ve es lo que hay
Quienes seguimos desde cerca la trayectoria de García, vamos armados de la esperanza. Si hiciéramos una comparación futbolística, podríamos decir que hoy el bicolor se parece al burrito Ariel Ortega, el ídolo riverplatense, del que uno espera siempre que meta sus quiebres de cintura y deje desparramados a los rivales: pero eso pasa pocas veces ya. Con Charly, queremos que ocurra el milagro de escuchar los himnos a los que nos tenía acostumbrado en los ‘80 y ‘90.
Quienes tienen esas expectativas, es obvio que saldrán defraudados, porque García hoy es esto: "Lo que ves, es lo que hay...", como él mismo dice. Aún así, su música tiene el valor que de una trayectoria y Kill Gil es el producto de esa evolución, o el lugar al que García quiso o pudo llegar. Básicamente, Kill Gil es el mismo disco que se filtró a la web, hace dos años, pero presentado como corresponde a una versión terminada, con el plus de un DVD en el que se puede escuchar (y leer las letras de) las canciones y mirar las pinturas, montajes y dibujos del "Picasso del rock argentino", en Dolby Sorround 5.1. El CD tiene 11 canciones grabadas en estudio, algunas ya publicadas en otros discos, como Happy and Real (Tango 4, 1991; e Influence, 2001) y Transformacion (Serú Girán '92).
En Nueva York contó con la asistencia de Andrew Oldham en estudio, legendario productor de los Rolling Stones, quien en notas periodísticas no se cansa de elogiar a García: "Hay muy pocos artistas en el mundo como él: Pete Townshend, Keith Richards, Jimi Hendrix, Bob Dylan, John Lennon, y nadie más. De hecho, encontré en su forma de trabajo muchas similitudes con la manera en la que trabajaba Lennon", dice.
Vamos al grano. Como en casi todos los inicios de sus discos, Charly le pone pimienta. No importa es lo que era Demoliendo hoteles a Piano Bar; Necesito tu amor a Parte de la religión; Están muertos a Cómo conseguir chicas; o Dileando con un alma a Rock and Roll yo. King Kong es un tema cuya melodía irremisiblemente nos retrotrae a su disco La hija de la lágrima. Pastillas, Los fantasmas y Telepáticamente asoman como lo mejor del álbum. La última de estas canciones dedicada a Herbert Viana, de Los Paralamas, cuando tuvo el accidente aéreo.
La versión del tema de John Lennon Watching the wheels (Mirando las ruedas) está edulcorada y es mucho más breve en relación a la que circuló por Internet, lo cual se hace más digerible. En Corazón de hormigón canta Palito Ortega y parece que fuera un tema pensado para él. Merecía un lugar en el disco, porque nadie se esforzó tanto para sacar a Charly de su convulsiva agonía.
En fin, después de siete años, Charly García editó un disco que le permite salir a jugar el campeonato del rock y no preocuparse por los promedios del descenso.
Jugar entre extremos
Primero, el ego está licuado. En ningún lado dice "Indio Solari" ni mucho menos "Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado". En El perfume de la tempestad, el tercer disco del ex cantante de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, las responsabilidades están acotadas a los créditos, donde el generador del todo se hace llamar Caballo Loco (no parece una cita a Neil Young) y los músicos están aludidos sólo por sus nombres de pila.
Como si el misterio que el calvo vocalista cultiva en su cotidianidad fuera exaltado en esta obra de 11 temas y resonancias apocalípticas. Es una mirada válida, pero también puede imponerse aquélla que supone que en la opacidad está el egocentrismo. Sólo el solista sabe qué quiso hacer con la omisión, pero está claro que en esta nueva apuesta refuerza ese montaje biónico y marcial de sus precedentes. En los extremos están los tópicos: antes del tema de apertura (Todos a los botes, con sabor sefaradí) se oyen a cerdos insaciables y luego de Una rata en los geranios (un mid tempo, con estrofa monocorde para reforzar un estribillo tanguero, melancólico) nos taladra una tormenta de proporciones. De la ambición porcina a la hecatombe total, sugeridas en esos extremos, media una serie de cuestiones "malparidas" que Caballo Loco enumera con maestría.
Veamos. No es Dios todo lo que reluce es un trip hop devenido en ensayo teológico post crucifixión. Satelital, un movimiento new metal sobre conceptos tan arbitrarios como fuego amigo o mísil inteligente. Torito muerto es otra cifrada historia tumbera, que retoma la comparación entre caballos que pasan a la historia sin galopar de La gran bestia pop. Pero es una mirada sobre el show bizz, muy caústica, la que se impone por sobre todos los males de este mundo. Se trata de Vino Mariani, que no sólo gana por lo que expresa sino por cómo lo acompaña. Es lo más directo (¿más pop?) de este disco sombrío y abusivo de la viola del genial Baltasar Comotto. El tema se permite algunos "oh oh oh" y tiene una mirada incisiva sobre la franela de una industria que refulge aun cuando se cae a pedazos. Solari se ríe desde su pedestal de artista independiente convocante de todos los dependientes de la escena, que resuelven sus cuestiones mientras un dj atronador hace de las suyas.
Una "caja feliz" por donde la mire o escuche
Es la "cajita feliz" para cualquier spinetteano que se precie de tal: tres CD, tres DVD y dos libros de fotos de Eduardo Martí. Todos, enfocados en esa histórica revisión de diciembre de 2009 en Vélez Sársfield conocida como Spinetta y Las Bandas Eternas.
Lo que parecía utópico sucedió esa noche, que un Luis Alberto Spinetta que siempre miró hacia adelante amparado en el "mañana es mejor" se permitiera revisitar su pasado sin histerias. Almendra, Pescado, Invisible, Jade, Los Socios del Desierto, sus zigzagueos solistas, homenajes a terceros. Todo fue recreado con los socios indicados a partir de una lista de 51 temas que demandó casi cinco horas de concierto. Y un producto que contemple semejante esfuerzo productivo no debía remitirse a una edición ordinaria, cualunque.
Mucho menos en un caso como éste, en el que un pequeño productor (Pablo Mangone) fue el encargado de trabajarle la cabeza al "Flaco" para que cobrara forma esa idea loca de representarlo todo al día de hoy. Spinetta podría haber entregado toda la faena a un sello con espalda. Pero eligió ser grato con Mangone y le permitió distribuir el producto cultural del año, cuyos libros de fotos transmiten un profundo respeto por el repertorio (García habla de música para mirar, aquí hay fotografías para escuchar) y sus discos transmiten el inmenso tsunami sensorial que nos avasalló aquella noche. El valor agregado por sobre todo: los textos de Spinetta sobre cada banda e invitado, y el documental sobre el backstage de más de 40 minutos.
"LA BALSA" NAVEGA HASTA 2011
La emblemática canción del rock nacional tendrá una nueva versión grabada por Mollo, Ciro Fogliatta y Bryan Ray, guitarrista de Paul McCartney.
Agencia Télam
La balsa, canción emblemática del rock nacional, escrita por Litto Nebbia y Tanguito, y popularizada por Los Gatos, tendrá una nueva versión después de 43 años.
Los músicos convocados para grabar la canción fundadora del rock argentino son el tecladista original de Los Gatos, Ciro Fogliatta, además de Ricardo Mollo y la participación especial de Brian Ray, guitarrista de Paul McCartney.
También, los músicos Martín "Vasco" UrionagŸena en batería, Fernando Blanco y Lucrecia López Sanz (Nube 9) en guitarras acústicas y Gonzalo Aloras, quien lleva a cabo la producción artística, en guitarra y bajo.
La nueva versión de La balsa será el corte de difusión de un disco triple en homenaje a Nebbia, que se llamará Sinfonías para catedrales vivas y se lanzará en mayo de 2011 a beneficio del comedor infantil Fueguitos.
El solo de órgano de la melodía original será reemplazado por el solo del guitarrista Brian Ray, que enterado del proyecto benéfico en su visita al país decidió involucrarse.
La versión original -escrita por Tanguito y Nebbia en el baño de La Perla de Once- fue grabada a mediados de 1967 por Los Gatos y reunía todas las influencias posibles de su época.
Con una secuencia de acordes de bossa nova, una marcación rítmica y tímbrica de cuño Beatle, un estilo de canto completamente desentendido de la impostación tanguera y unos versos que expresaban los anhelos de muchos jóvenes de la década de 1960.
Con un atrapante riff de guitarra reforzado por un riff de bajo y con una marcada presencia del teclado, la canción fue un éxito inmediato -vendió más de 200 mil copias- y le dio el impulso a toda una generación de músicos argentinos para tocar rock en castellano.
NUEVO DISCO DE PEDRO AZNAR
“A solas con el mundo”, un disco de excelentes versiones desnudas de algunos de sus autores favoritos. Aznar vuelve a animarse a reversionar. Y brilla, como siempre.
Pablo Leites suplemento VOS
“El trabajo de crear música, de escribir letras, suele ser una tarea solitaria, reconcentrada e interior, que ocurre generalmente de noche, cuando casi todo hace silencio. Es en esa atmósfera que la expresión del alma del que crea cobra vuelo y se dice a sí misma más allá del propio autor. Esas canciones, más tarde, toman vida propia en quienes las adoptan para acompañar sus vidas, y al fin se vuelven algo de todos”.
A Pedro Aznar no le hace falta justificar un disco solista de (re) creaciones musicales de obras que pueden ser ajenas a él para Sadaic, y de las que se apropia como lo que es: uno de los más brillantes intérpretes de la música hecha en la Argentina. Pero como sabe de sobra de qué se trata componer, arreglar y producir, introduce la escucha de A solas con el mundo con el texto que precede a este párrafo.
Tratándose del cuarto disco en vivo en cinco años de Aznar, podría inferirse en primera instancia que A solas con el mundo no representa una novedad por fuera de su notable capacidad de crear climas de íntima comunión en un escenario. Tratándose de Aznar, es un auténtico placer comprobar que su toque de alquimista no lo lleva por caminos previsibles sino que lo anima a exponerse solo a través de 10 soberbias grabaciones elegidas de cinco recitales datados en agosto de este año.
Apenas su voz, apenas una guitarra o una instrumentación minimalista le alcanzan para desnudar unas cuantas de sus pasiones: la versión en castellano de Amelia, de Joni Mitchell y que ya había producido para el primer disco de Roxana Amed; retoma a Cazuza en Todo amor que exista en esta vida (en Quebrado lo hacía con Blues de la piedad); Si llega a ser tucumana, del Cuchi Leguizamón y Perecito, junto a Y arriba quemando el sol, de Violeta Parra, conecta su arte con Latinoamérica; y George Harrison vuelve a hacerse presente con una emocionante While my guitar gently weeps que remite a No es una pena, también parte de Quebrado. Pero además se renueva con Vos sos mi amor, versión en castellano de The one I love, de David Gray, cantautor británico que irrumpió a principios de este siglo.
A solas con el mundo expresa cabalmente lo que Aznar busca explicar en palabras, y redondea el concepto con versiones despojadas y rescatadas de la soledad de un escenario: estar a solas con el mundo, frente al mundo, es siempre una variante de estar solo frente a sí mismo.
MÁS PRESENCIAS EN EL COSQUÍN ROCK
José Palazzo confirmó los shows de La Vela Puerca, CJ Ramone y Jóvenes Pordioseros.
Nueva Tribu, la productora de Cosquín Rock, confirmó tres presencias de peso para el festival. Se trata de los uruguayos de La Vela Puerca, CJ Ramone (quien fuera bajista de los Ramones) y los reunidos Jóvenes Pordioseros.
La Vela Puerca actuará el día 11 de febrero en el escenario principal. En esa misma fecha, CJ Ramone cerrará el temático, y Jóvenes Pordioseros, por su parte, cerrará el escenario Julio Anastacia también durante el primer día del festival.
Las noticias fueron dadas a conocer por José Palazzo en su programa radial. La grilla completa de artistas puede consultarse en el sitio oficial.
Cosquín Rock se desarrollará los días 11, 12 y 13 de febrero en el Aeródromo de Santa María de Punilla.
ALMAFUERTE, VOX DEI, EL RELOJ Y DULCES 16: PESO ARGENTO
Las cuatro bandas se unieron en el estadio cubierto Malvinas Argentinas para despedir el año con un festival de rock pesado; crónica y fotos
Por Nicolás Igarzábal - Revista RS
Si sumáramos las trayectorias de Almafuerte, Vox Dei, El Reloj y Dulces 16 serían más de 100 años de rock. Tendríamos que hablar de "precursores". Vox Dei se fundó en 1967 y fueron los primeros en mezclar canciones rockeras con pasajes de La Biblia. El Reloj fueron los pioneros del metal argentino, propiamente dicho (el primer simple data de 1973). Dulces 16, durante los '80, se ganaron el mote de primera banda de rock stone -sin banderas, ni bengalas- cuando Pity Álvarez todavía gateaba y el cantante de La 25 era un espermatozoide con Toppers. Y Almafuerte, bueno, todos sabemos lo que significa la figura de Ricardo Iorio para los abanderados del género. "Lo más grande del heavy nacional", reza el cantito popular. Ni más, ni menos.
Los Dulces 16 abrieron la jornada cuando la sensación térmica en Paternal todavía rondaba los 30º. La gente se iba acercando con las remeras negras reglamentarias y la resaca de los festejos navideños. Algunos hacían la previa con Fresita y Ananá Fizz sobre la calle Gutenberg. El grupo liderado por Rudy Marcolongo y el Conejo Jolivet levantó con "Para tocar rock and roll" y "Ley del rock and roll", demostrando porqué son nuestros primeros Pomelos. Se los veía aceitados: tantos Makenas que hicieron este año de regreso dieron sus frutos. Volvieron a encontrarse con el rock clásico a tres guitarras. Pero metal, lo que se dice metal, nada. De todas maneras la gente los recibió bien y a más de un cuarentón se le piantó una lágrima recordando el B.A. Rock '82.
Con El Reloj hubo un cambio musical notable, empezando por el doble bombo machacante. "Somos la semilla que germinó en toda esta movida metalera que está acá", comentó el Vikingo Martínez (voz) con orgullo. Y algo de eso había, sí. Lo mejor de su presentación fue "Blues del atardecer", tema que el propio Iorio reversionó en su disco solista del año pasado. Para el 2011 prometieron festejos por sus ¡40! años de carrera.
Vox Dei venía de perder a su baterista original (Rubén Basoalto) y, sin embargo, dieron un show irreprochable. "Jeremías pies de plomo", "Las guerras" y "Compulsión" fueron algunos de los momentos altos. La garganta de Willy Quiroga estaba en forma y la viola de Carlos Gardellini (¡Los Gardelinis!) sacó chispas en la jam de "Génesis". Para el final hubo un video recordando a Basoalto con la consigna: "Por siempre Pulpo". En su lugar estuvo Simón Quiroga.
Si bien las bandas aportaron peso histórico en esta velada, Almafuerte fue la que convocó al grueso del público. Iorio mostró todas sus facetas: el Iorio Nacionalista ("Patria al hombro"), el Iorio Camionero ("Convide rutero"), el Iorio Campestre ("Toro y Pampa") y el Iorio Cristiano ("si no hay amor, bajate", canta en "Debes saberlo"). Hasta tuvo tiempo para una humorada: "En la historia del rock los que menos cogimos fuimos nosotros, no se olviden". Fue un show de manual, con un Iorio apagado. "No todas las noches de los artistas son las mejores. Lo peor de ser viejo es acordarte cuando eras joven", se excusó. Iorio está más allá del bien y del mal: él sabe lo que envenena.
El repertorio tomó ribetes nostálgicos con el popurrí de Hermética y V8, que se paseó de "Vida impersonal" y "La revancha de América" a "Muy cansado estoy" y el himno "Destrucción". Una seguidilla explosiva, calcada del disco En vivo - Obras 2001, directo al corazón del metalero argentino. La despedida fue con "A vos amigo" y un abrazo simbólico entre las cuatro bandas, dejando en claro que las plateadas cruces de Black Sabbath y su resplandor siguen bien reivindicadas en estas tierras.
ENCUESTA ANUAL DEL SUPLEMENTO NO 2010 DE PAGINA/12
Hay 131 votos para todos los gustos: votos lúcidos, votos poco lúcidos, autovotos, votos imposibles, votos impensables, votos impensados, los que no van a votar y después votan, los que dicen que sí y nunca aparecen. Así y todo, esta es la encuesta de rock más transparente de la escena. Otra que Wikileaks...
Por Mariano Blejman
En el año ‘94, Karamelo Santo recibió el Premio Los Andes a la “mejor banda de rock” de Mendoza. El Goy Ogalde subió a recibir el galardón de un premio conservador, este cronista —por entonces joven jurado de rock— se lo entregó frente a las cámaras de televisión local, en el escenario del mismo anfiteatro donde se hace la fiesta de La Vendimia ante unas 25 mil personas. Esa misma noche, además, Karamelo Santo (la mejor banda de rock de Mendoza de ese año, sin duda) tocó en la fiesta de la competencia: el Diario Uno, del grupo Vila. Ese premio no le cambió la vida a nadie, es cierto, pero que un medio tradicionalista como Los Andes le diera un premio a una banda ska-punk, con un cantante con rastas y una esvástica tachada en la remera, le permitió subir un peldaño en el escalafón de la cerrada sociedad mendocina. Karamelo Santo evitó así las denuncias por ruidos molestos (ensayaban en un departamento de un último piso en el centro) y las familias tradicionalistas de los Calle (algo así como los Mitre, de Buenos Aires) tuvieron que deglutirse la rabia de tener que subir a los ruidosos a su fiesta. Como sea, desde que existen las encuestas o los premios que dan lugar al rock los comportamientos son más o menos parecidos. Tal vez la Encuesta del NO sea el único espacio transparente para darles lugar a la mayor cantidad de bandas posibles, y que tiene en cuenta todos los espectros del mundo de la cultura rock. La Encuesta es la posibilidad de reconocer a los músicos consagrados —esos que no necesitan del reconocimiento— al mismo nivel que los músicos iniciáticos. Los votos son llamados de atención que hacen los mismos músicos, una orientación para los lectores, una publicación para el recuerdo. La mayoría de las bandas que aquí votan no tienen lugar para votar en ninguna otra encuesta de la escena. También es parte del circo, es cierto: tal vez ésa sea la característica que hace del rock un género diferente. Las conductas son cíclicas: cuando los músicos están saliendo del semillero, sus integrantes luchan por aparecer. Sus agentes de prensa llaman desesperados para conseguir un lugar en la Encuesta. Cuando se hacen reconocidos, es cada vez más difícil encontrarlos. Y cuando son estrellas que llenan estadios, deciden que el tema de las encuestas es una cuestión menor, o que no escuchan discos, o que no pueden salir a ver shows. Es probable que a Divididos no le cambie la vida saber que sus pares consideran a Amapola del 66 como el mejor disco argentino del año, pero será, al menos, una caricia de sus compadres. Ni que al Indio Solari le lleve más público para su próximo show en Salta, aunque se pondrá contento por el mimo del palo. Lo que sí es más probable, es que Viva Elástico conseguirá tener menos quejas de sus vecinos a la hora de ensayar.
AMAPOLA DEL 66
Una flor del rock nacional
Por Claudio Kleiman
Disco argentino
1. Amapola del 66
(Divididos): 10 votos
2. Creo que te amo
(107 Faunos): 6 votos
3. El Mar de las almas (Carajo), Viva Elástico (Viva Elástico), Spinetta y Las Bandas Eternas (Luis Alberto Spinetta) y El Perfume de la tempestad (Indio Solari): 4 votos
Como una fruta madura, la elección de Amapola del 66 de Divididos como “Mejor Disco Argentino de 2010 por sus pares, los músicos, cae por su propio peso. El nuevo trabajo de estudio del trío tardó casi 8 años en llegar (el anterior fue Vengo del Placard de Otro ‘02), pero puede decirse que el tiempo transcurrido estuvo bien empleado.
Divididos siempre hizo las cosas a su propio ritmo, y si bien nunca estuvieron ausentes de los escenarios, seguramente ese fue el tiempo que les tomó reconectarse con su esencia a través de una colección de nuevas canciones sin desperdicio. Amapola del 66, primer álbum con el baterista Catriel Ciavarella, retoma lo mejor de su propio legado y lo funde con las influencias que los forjaron como músicos de este lugar y de este tiempo. En sus temas aparece el legado del primer rock nacional y también del folclore, una influencia tan inevitable como bienvenida, ya sea a través del padre de Diego Arnedo (el gran compositor Mario Arnedo Gallo, del cual incluyen La Flor Azul), de las zambas que interpretaba Ricardo Mollo en la escuela primaria o la marca de Santaolalla como productor en La Era de la Boludez (que brindó la inolvidable versión de El Arriero). Divididos incorpora esos hitos y los rodea de un aliento épico, que tamiza su admiración por Jimi Hendrix, los Who y Led Zeppelin, trasladándolas a las estremecedoras visiones de civilizaciones pasadas, aún presentes en el noroeste argentino y más específicamente en Tilcara, refugio espiritual del guitarrista en los últimos años y lugar elegido para la presentación “ofical” del álbum (además de haber inspirado dos canciones extraordinarias, Senderos y Jujuy unidas por un recitado del poeta “Churqui” Choquevilca).
En el sonido de Divididos hay tracción a sangre, hay autenticidad, están las huellas de todo el camino recorrido. Están los tributos a sus años formativos en Sumo (Muerto a laburar), a los pioneros del rock nacional (Amapola del 66) y al rock internacional que sembró una actitud y una filosofía a la cual mantienen una fidelidad que es parte de su mística (la edición como álbum doble en vinilo incluye una versión de With a little help from my friends, que homenajea la realizada por Joe Cocker en el original Festival de Woodstock). Y hablando de la edición en vinilo (que incluye otro tema inédito en el CD, Pereta Voyeur) vale la pena decir que —al margen de que es otro de esos gustos que pueden darse al haber creado su propio sello discográfico, La Calandria—, el sonido guitarrero y analógico del trío, esa maravillosa creación que sólo funciona con tracción a sangre, encuentra en los surcos del LP su medio más representativo.
Pero la mirada hacia el pasado no es una invitación a la nostalgia sino una apuesta al presente, a reconectarse con la naturaleza y los elementos que hacen que la raza humana pueda seguir siendo merecedora de ese nombre. A pesar del estilo no lineal de las letras del grupo, el mensaje queda lo suficientemente claro: “No ecualices tu corazón”, ante un panorama donde “la madre de este invento fue la angustia, hoy la industria”. Frente a esta situación la respuesta combina el idealismo con el llamado a la acción, como aquel graffiti del mayo francés que reclamaba “seamos realistas, pidamos lo imposible”. En el caso de Divididos, después de establecer una diferenciación categórica (“vengo de ayer/no soy ayer”), la propuesta “no es reedición, es redención. Ponte de pie, hombre ilusión”.
SHOW ARGENTINO: INDIO SOLARI EN TANDIL
Aguante lo’redó
Por Luis Paz
1. Indio Solari en Tandil: 10 votos
2. Carajo en Teatro Flores: 3 votos
3. Almafuerte en Teatro Flores: 3 votos
Sólo la Piedra Movediza, símbolo imperenne de los tiempos, víctima de la erosión eólica y curro del turismo tandilense, quedó en pie luego del paso del Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado por esa ciudad, el 13 de noviembre pasado. Unas 90 mil personas fueron parte de un ritual emocionante y un show demoledor, con una puesta impecable y un sonido poderoso en el Hipódromo de Tandil, una ciudad que apenas supera los 120 mil habitantes y se vio desbordada de inquilinos, parrillas al paso, vasos de plástico y remeras ricoteras. Hubo estrenos, rarezas, vahos del ayer y un par de juguetes perdidos ajenos que Solari hizo suyos: Jugo de tomate frío, de Manal, y Post-crucifixión, de Pescado Rabioso. Fue el único recital que el Indio dio este año y el dato no es menor: “Se me hace difícil entender que uno tenga que hacerse cargo del cariño de miles y eso me genera fobias en defensa propia”, le admitía a Mario Pergolini en una entrevista radial que el NO reprodujo en su edición del 2 de diciembre.
“No se puede creer”, repetía Solari con insistencia sobre el escenario, saludando a una misa ricotera pero también indígena, una misa redonda pero solarística. Desde Bolivia, Chile, Uruguay y cada provincia argentina, las huestes se asomaron al hipódromo para una cabalgata de hits del recuerdo: Noticias de ayer, Me matan limón, Rock para el negro Atila, Divina TV Führer, Un ángel para tu soledad, El arte del buen comer, El infierno está encantador esta noche, Juguetes perdidos y Fuegos de Oktubre. Pero Solari también revisó su cosecha propia: Ramas desnudas, Martinis y tafiroles, Vuelo a Sidney, El tesoro de los inocentes (Bingo fuel) y Bebamos de las copas lindas. En la última, instó a “asistir con cariño a los amigos que andan con enfermedades malas”, en una referencia que pareció para Cerati.
Claro, este memorable concierto, histórico ya (fue la mayor convocatoria lograda por Solari, superadora de cualquier show único de Los Redondos), y la edición de El perfume de la tempestad volvieron a sacar al Indio Solari de su ostracismo. Y con esa salida a la luz, nuevamente, reaparecieron los reflejos del conflicto Poli-Skay-Indio. Sobre eso también habló con Mario Pergolini: “Yo creo que Poli no tiene mucha idea de lo que es Internet, porque ella dice que hace siete años que estaban los videos en el Parque Rivadavia. Si hubieran estado hace siete años en el Parque Rivadavia ya estarían desde antes en Internet. Dicen que estaban guardados en una caja de seguridad. Por supuesto, en una caja de seguridad de ellos...”, soltó, en referencia a la filmación que se filtró de Los Redondos en Racing.
El show de Solari en Tandil llegó casi en paralelo a El perfume de la tempestad, su nuevo y tercer disco solista, luego de El tesoro de los inocentes y Porco Rex. Y pese a la voluntad de mover las fichas y agregar estas nuevas piezas, el eje soportó la corona de Patricio Rey. Incluso, con los inéditos Un tal Brigitte Bardot y El regreso de Mao. Pero además de música, en su etapa solista el Indio Solari ha demostrado una búsqueda integral que se escurre por el arte de tapa de sus discos, la estricta exclusividad de fotografías para Edgardo Kevorkian y, en este caso, también en una puesta en escena elogiosa. En Tandil, el Indio estuvo enmarcado en proyecciones, luces y efectos que superaron cualquier escenografía suya anterior, dicen los presentes. Por supuesto, el cierre de ese extenso concierto (de casi dos horas) fue con el pogo más grande del mundo, un huracán listo para tener su réplica el 26 de marzo en Salta.
BANDA REVELACION: VIVA ELASTICO
Estirados
Por Luis Paz
1. Viva Elástico: 4 votos
2. Jauría: 3 votos
3. Garufas, Proyecto Esencial, Springlizard, Los brazos largos: 2 votos
”Queremos llegarle a un ama de casa, a un empresario, a un deportista, a un chico que le gusta hacer música, que sea algo que identifique a nivel general, que sea para todos”, le decía Alejandro Schuster al NO en mayo de este año, con el debut epónimo de su banda, Viva Elástico, ya en la calle, habiendo conmovido a una pléyade de seguidores, melómanos y amas de casa. En una reñida votación que, como suele pasar con este rubro, no marcó grandes diferencias en la categoría revelación, Viva Elástico se impuso como la banda sorprendente de 2010 (que, en definitiva, eso significa ser revelación) con cuatro votos, uno más que Jauría (el grupo de Ciro Pertusi, Pichu Serniotti, Ray Fajardo y Mauro Ambessi) y dos más que Los Brazos Largos, Proyecto EsencialSpringlizard y Garufas.
Ale Schuster fue mencionado como el “mejor nuevo cantautor” actual, poco menos que como un nuevo gurú emocional sub 25 que desde Longchamps, en el sur conurbano, les canta a las radios, las motos y las mujeres bellas que compran bonitos zapatos. Lo cierto es que Schuster (hijo de luthier y crecido en el seno de una familia de laburantes) firmó algunas de las más personales canciones del under 2010: bellas, sí, pero fundamentalmente canciones que desnudan una mentira y una verdad de esta vida. “¡Oh! Eso que suena en la radio, no discute nada y te pone bien” (La radio), “Lejos de cuentos y cartas viejas somos los nuevos idiotas de hoy” (Somos tan felices) o “No soy de fierro aunque me despierto y vuelvo a vivir” son sólo aportes de este pelilargo hiperkinético al poemario 2010.
Con sólo un disco en su haber (Viva Elástico, publicado a comienzos de año), el cuarteto tocó en todos los sitios que el under de canciones tiene en Buenos Aires, giró por el interior e hizo de sus recitales en el Tío Bizarro y en el Festipulenta unas fiestas para todos, aunque a veces más desquiciadas que lo correcto. Pero de corrección no se trata y si el Eje del Mal (en el pop) está en la perversión, el deschave y la cachondeada, Viva Elástico dio señales suficientes este año como para ser revelación: una ventana al futuro para un artista (Schuster) despertando a la vida.
EDUARDO DE LA PUENTE
CONDUCE ¿QUIEREN ROCK? POR MUCHMUSIC
“No me considero un referente de nada”
El periodista, conductor y músico presenta clips y actuaciones, y entrevista a rockeros de América latina. Además, confiesa que no mira demasiada televisión y que su amor está en la radio, donde sigue junto a Mario Pergolini y Marcelo Gantman en Cuál es?
Por Mariano Lago – Pagina/12
Eduardo de la Puente no quiere que lo consideren un referente de nada. No importa que lleve casi dos décadas como una de las tras patas del ciclo de Rock & Pop Cuál es? ni que haya sido uno de “hombres de negro” de Caiga quien caiga durante doce años (en ambos trabajos junto a su amigo Mario Pergolini), ni que sea un gran conocedor de la historia del rock y que, además, sea músico y toque en una banda. Simplemente no le gusta. “Es una mochila muy grande”, explica. Sin embargo, admite que su experiencia en el tema debe haber pesado a la hora de que MuchMusic lo convocara para ser conductor de ¿Quieren rock?, el renovado ciclo dedicado al rock hispanoparlante que presenta videoclips, actuaciones en vivo y entrevistas a destacados músicos argentinos y del resto de América latina. “Evidentemente no puedo esquivar la experiencia que tengo después de muchos años laburando con la música, primero en la gráfica y después en la radio. Hay gente que conoce mis gustos, que sabe que soy un tipo ecléctico e informado. No por una cuestión profesional sino porque la música me gusta mucho y me gusta desde muy chiquitito, y también tengo la posibilidad de acceder a muchísima música. Entonces creo que tengo un abanico bastante grande, así que por ahí puedo ser referencia para alguien..., aunque le aconsejaría a ese alguien que mire para otro lado”, bromea.
Sin embargo, las autoridades de MuchMusic creyeron que él era la persona indicada para encabezar la nueva etapa del ciclo, que cuenta con formato renovado. “Querían combinar en la figura del conductor alguien que fuera también músico”, explica De la Puente. “Me contaron que probaron con algunos músicos y conduciendo se les complicaba un poco el asunto. Y como hace diez años que toco con Tristemente Célebres, me consideraron músico, me lo ofrecieron y acepté”, comenta el animador. Para él no es un regreso a la televisión después de Caiga quien caiga, ya que desde 2009 conduce por Canal 7 Recurso natural, un ciclo sobre ecología y desarrollo sustentable. “Siempre tuve un interés en el tema, pero reconozco que salvo apoyar algunas acciones puntuales o tener un cierto sentido ecológico casero en cuanto al ahorro de agua o energía, no había algo concreto. Cuando me propusieron hacer Recurso... no lo hice por volver a la televisión, que es algo que particularmente no me interesa, sino por hacer algo en lo que no importaba el rating sino abrir el panorama con un tema que es muy importante y muy jodido. Y lo es tanto por todo lo mal que están un montón de cosas como por todo lo que se está haciendo bien. Lo agarré sin pensarlo y todo lo que aprendí es aterrador, por un lado, pero también esperanzador. Así que crecí mucho en ese aspecto”, detalla.
Para el ex CQC estar en Canal 7 “es algo circunstancial”, ya que es una producción de Promofilm que se realiza sin intervención de la emisora estatal. “Podíamos haber estado en un canal de cable o en otro de aire. Quien lo vea se da cuenta de que no hay ni bajada de línea ni nada, que si se hacen las cosas bien se muestran sin importar quién las haga. Hubo acciones a nivel nacional que hemos criticado o defendido. Lo mismo con respecto al gobierno porteño. Somos muy imparciales, sentimos que somos justos”, considera, tras ser consultado sobre si alguna vez tuvo miedo de que lo tildaran de oficialista por estar en la Televisión Pública.
En ese sentido, no tiene pelos en la lengua para criticar al Gobierno, pero aclara que tampoco se considera anti K. “La única opinión que tengo es que cuando hay una guerra interna entre dos poderes los únicos que perdemos somos los que estamos en el medio. Y es injusto que te obliguen a elegir de qué lado ponerte. Confieso no haber leído la ley de radiodifusión, así que no puedo opinar al respecto. Pero si la ley de radiodifusión es poner un cartel que diga ‘espacio publicitario’ antes de la tanda, me parece una pelotudez. Y si la ley es que no existan los monopolios es un poco contradictorio, porque el Estado tiene todo el fútbol. Con esto no estoy defendiendo a Clarín, porque a mí tampoco me gustaría que existieran los monopolios ni que una sola persona maneje todo Papel Prensa. Así que me parece que es una guerra en la cual gane quien gane siempre van a ganar los malos y nosotros vamos a perder. Me parece poco pluralista de ambas partes. Con la muerte del ex presidente esas actitudes se han radicalizado terriblemente. Nosotros en la radio todos los viernes abrimos con reggae. Y el día del velatorio de Kirchner nos dijeron: ‘¿Cómo pueden poner esa música? ¡Gorilas de mierda!’. Y del otro lado también, el boludo que se enteró de la muerte de Kirchner y tocaba la bocina festejando. Nos están obligando a radicalizar nuestra opinión y no soy un tipo de opiniones radicales. No me puedo poner ciento por ciento de un lado o del otro. Y me parece que lo que está ocurriendo en estos días es eso. Con los medios intentaron hacer eso también”, afirma.
De la Puente confiesa que no ve casi nada de televisión, aunque aclara que no es porque está releyendo “por vez número 37 el Ulises de James Joyce”, sino porque prefiere ver películas o jugar un buen videogame. “La televisión de aire no me llama la atención”, se planta. “Y ahora perdí un poco el prejuicio y hay cosas del cable que me están empezando a interesar. Se están haciendo muy buenos documentales. Y también miro algunas sitcoms: Modern Family, The Event, Boardwalk Empire, de Martin Scorsese. Sigo algunas cosas, pero no soy muy metódico, dejo el bicho grabando y cuando tengo tiempo me siento a ver. El resto de la televisión no lo veo porque las veces que he hecho zapping no hay nada que me invite a quedarme, aunque sea un minuto. En 15, 20 o 30 segundos no hubo nada que me llamara la atención y seguí de largo. Y este fenómeno de que haya un programa y que después haya 25 satélites de ese programa me parece vergonzoso para con el espectador porque le están vendiendo pescado podrido, algo que ya pasó, que hizo otro. Me parece una idea cómoda elaborar sobre lo hecho por otro. Y ojo que yo soy chusma: cuando hay alguien peleándose en la puerta de casa me asomo y miro por el balcón, me encanta. Pero hasta ahí llegué”, expresa.
La cuestión, para el animador, pasa “por lo social y educativo y por todo lo que hace que sea más simple hacer una televisión que no demande mucho trabajo verla que una que te haga pensar un poquito”. Y aclara que no pretende “una televisión cultural” ni nada que se le parezca. Además, el mismo De la Puente que no se siente referente y que no mira tele tampoco volvió a ver Caiga quien caiga después de abandonar el ciclo a fines de 2008 –al mismo tiempo que Pergolini– para cederle su lugar a un nuevo trío de conductores comandado por Ernestina Pais. “Voy a a ser honesto, vi el primer programa de todos en América porque era la primera vez que salía en la tele. Y después creo que en un par de oportunidades que lo tuvimos que grabar, porque por ahí Mario viajaba. Pero después no lo vi nunca más, ni ahora ni cuando lo hacíamos nosotros. Lo único que tengo son los comentarios de la gente por la calle. Pero, ¿quién se va a arrimar para decirme ‘loco, es mejor ahora, con ustedes era una mierda’? Nadie. Los que se acercan es para decirnos que volvamos, pero no tengo una opinión formada del programa porque no lo vi”, relata. Sin embargo, ni el clamor popular para que se dé un eventual regreso puede torcer la decisión del conductor de no volver al programa de Eyeworks Cuatro Cabezas. “Al menos no en las condiciones en las que terminamos, porque al final nuestro rol era poner el culo detrás del escritorio y presentar notas. De volver, me gustaría hacerlo con algo con lo que pudiera involucrarme un poco más”, revela.