FITO PÁEZ Y LAS PELOTAS, EN UN MEGASHOW SOLIDARIO
El 3 de diciembre en Avenida Figueroa Alcorta y Pampa, la red de comunicación Mundo Invisible realizará un festival para celebrar la solidaridad argentina. Estarán Fito Páez, IKV, Las Pelotas, La Bomba de Tiempo, Gabriel Carámbula, Javier Calamaro, Pedro Aznar y muchos más músicos.
Para aquellos que deseen participar y colaborar, podrán acercarse al lugar con 2 botellas de plástico (agua o gaseosa) que serán recicladas para construir 1 m2 de bosque nativo en el Impenetrable (provincia del Chaco). Las botellas y tapitas de plástico donadas serán canjeadas por entradas para disfrutar del festival.
También se podrá seguir la transmisión del encuentro en vivo vía You Tube por el canal de Mundo Invisible: www.youtube.com/mundoinvisible
SIG RAGGA REEDITA SU DISCO HOMONIMO
La banda nació en el año 1997 en la ciudad de Santa Fe, principalmente como una agrupación de ska jamaiquino-inglés y reggae.
Luego, fue explorando diferentes géneros musicales como el son cubano, ritmos africanos, latinoamericanos y jazz combinándolos con el reggae.
En 1998 grabaron su primer demo que contenía los temas “Ciudad smog”, “Fuga Número 13” y “Filosofía” y en el 2000 otra producción, entre otros con “Guajira”, “Apocalipsis”, “Eclipse”, junto a dos temas en vivo: “Obra 03” y “Reencarnación”. Gracias a esa grabación la banda participó con el tema “Eclipse” en dos compilados internacionales: Resto Rico Pollo (Sabor Discos - Francia) y Global Ska 2 (Niteklub - España). En esta etapa se empezó a hacer más visible la influencia de la música latinoamericana en las composiciones de la banda con cortes y arreglos característicos del son y el bolero cubano.
En 2005 junto a Diego Blanco, tecladista de Los Pericos como productor artístico e ingeniero de grabación y mezcla registraron su primer CD en el estudio de Los Pericos. La placa estaba integrada por 12 temas propios y contó con la participación especial de Marcelo Blanco (en percusión), Miguel Angel Tallarita (en trompeta, flugerhorn), Pato Banton (voz en ‘Cuchillos’, primer corte del CD) y Bruno Rosado (saxo alto y tenor). Fue masterizado por Eduardo Bergallo, quien a patir de ese momento se convirtió también en ingeniero de sonido en vivo.
El album está integrado por los siguientes 14 temas: 1- 'Cuchillos', 2- 'Severino Di Giovanni', 3- 'Continuidad de lo indecible', 4- 'Orquesta en descomposición', 5- 'Resistencia indígena', 6- 'Feliz', 7- 'Abrir y cerrar de noches', 8- 'El niño del jinete rojo', 9- 'Puntilla il Kalla', 10- 'Quise ser', 11- 'Malalala', 12- 'Lo que has hecho siempre', 13- 'Rock il baby¡ y 'Natty dread'. Estos últimos dos tracks pertenecen al Tributo a Bob Marley Vol 2 publicado por Subterranea Discos en el 2011, del que también participaron Dancing Mood, Riddim, Gondwana entre otros artistas del género.
A partir del disco comenzaron a frecuentar el circuito de Capital y Gran Buenos Aires y de hecho formaron parte de los festivales más importantes: Pepsi Music en el 2006, 2008 y 2009 (junto a artistas como Ziggy Marley, Skatalites, Mike Rose, Los Pericos, Los Cafres, Cultura Profética, Ky- Mani Marley, Divididos, entre otros).
Durante 2009 grabaron su primer video clip correspondiente al tema ‘Cuchillos’, canción que contó con Pato Bantón como invitado y que rota actualmente en los canales musicales.
Desde comienzos de 2010, SIG RAGGA realizó shows en la ciudad de Buenos Aires, La Plata, además de una gira por la costa argentina y fueron nominados a los Grammys Latinos, en el rubro Mejor Canción Alternativa. La reedición de su CD debut ya se encuentra en bateas de todo el país.
TIRATE UN SOLO, AMADO
Augusto Do Santos - Redacción de El Acople
Un grupo de jóvenes, nucleados a través de Facebook y Twitter, se unió bajo el lema “Una campaña por Boudou Child” para desafiar al Ministro de Economía de la Nación a que toque “Voodoo Child”, de Jimi Hendrix.
El perfil del Ministro de Economía del país, próximo a asumir como Vicepresidente, es de alta exposición; su gusto por el rock y sus amistades del ambiente lo han hecho ser fotografiado y filmado cantando y tocando la guitarra en infinidad de ocasiones junto a Mancha de Rolando, por ejemplo. De hecho, Amado Boudou festejó su último cumpleaños zapando con el propio Manu Quieto, Charly García, Andrés Calamaro y Charly Alberti.
Ahora, tomando nota del gusto del político por el rock, y de su presumida prestancia para la música, un grupo de jóvenes le planteó un desafío: ir más allá de ser segunda guitarra en sus ocasionales intervenciones y tocar el solo de “Voodoo Child”, de Jimi Hendrix. La causa, de hecho, se titula “Que Boudou toque Voodoo Child”.
“¡Porque los talentos de nuestros dirigentes siempre salen a la luz y el de nuestro reciente Vicepresidente electo no tiene que ser menos!”, explican los organizadores del reto, organizados a través de Facebook y Twitter. Además, se propone que la prueba sea cumplida el mismo sábado 10 de diciembre, en la Plaza de Mayo, cuando Boudou asuma su nuevo cargo.
¿Podrá el ministro con el desafío? ¿No cabría, también, un reto similar para Silvana Giudici, Federico Pinedo, Gabriela Michetti, Paula Bertol y Patricia Bullrich, que supieron ser noticia por sus cualidades para la música? ¿O mejor proponerles a los políticos que se dediquen a servir al país y ya?
LEY DE LA MÚSICA YA
Con el fin de brindar apoyo al tratamiento de la Ley Nacional de la Música, los próximos martes y miércoles se llevarán a cabo dos jornadas de lucha musical en la Plaza de los Dos Congresos.
Con el objetivo de apoyar públicamente la Ley Nacional de la Música, mañana martes 29 a partir de las 17 y el miércoles 30 apartir de las 11, se instalará en la Plaza de los Dos Congresos un escenario en el cual Peteco Carabajal, El Otro Yo, Miguel Cantilo, Adrián D'argelos, Víctor Heredia, Kapanga, Eterna Inocencia y Shaila, entre otros artistas, tocarán en vivo sumándose a la lucha.
El próximo miércoles 30 de noviembre, día en el cual se lleva cabo la última sesión anual del Senado, se trataría el proyecto que cuenta con dictamen positivo de las comisiones y con el aval de las firmas de los principales referentes. Sin embrago, es urgente su aprobación, ya que en caso de no tratarse perdería estado parlamentario, generando un gran retroceso.
La Ley Nacional de la Música permitirá brindar soluciones personalizadas a los problemas y limitaciones de los artistas, según sus circunstancias particulares en cada región. Le ofrecerá al artista la posibilidad de crecer y desarrollar su trabajo con aportes del Estado, fomentando así nuevos proyectos musicales.
Desde El Acople apoyamos vigorosamente esta causa, que representa no solo los intereses de los actores involucrados, sino una forma de crecimiento y desarrollo de la cultura nacional.
NONPALIDECE
A partir del mes de diciembre se podrá conseguir en todas las disquerías y locales de rock del país, el DVD de Nonpalidece “Living Memory”, editado por Junko y 300 producciones. A 30 años del fallecimiento del músico de reggae más importante a nivel mundial, Nonpalidece ofrece su tributo junto a invitados especiales. El colectivo de reggae más energético del país junto a reconocidas bandas del rock nacional de todos los estilos como Ricardo Mollo, Carajo, Ciro de Jauría, Ricardo Tapia, El Negro García López , Eduardo De La Puente y Malena D´Alesio (Actitud María Marta), entre otros. El DVD incluye todo el concierto realizado en el Luna Park el 11 de mayo de 2011, más entrevistas, ensayos y participaciones detrás de escena.
RICARDO IORIO
"¿Quién dijo que tengo un corazón?"
El líder de Almafuerte vuelve a exhibir su feroz monólogo interior. El exilio de la ciudad, convicciones, obra y el actual torbellino de una exposición mediática...a pesar de él mismo.
Igual que sucede con el Indio Solari, es imposible convenir que lo que uno le hace a Ricardo Iorio es entrevistarlo. El monólogo exteriorizado, la incapacidad para registrar a un interlocutor (aun cuando exhiban gestos convencionales que indiquen lo contrario) tienen un hilo invisible común. Es como si dijeran: “Yo digo esto, desgrabalo y ordenalo”.
En medio de este fracaso, al menos Iorio se brinda por el espectáculo. Pasa del stand-up comedy , con chistes, guarradas e imitaciones de cantantes al sit-down tragedy cuando su auto-publicitado “sistema nervioso central destrozado” lo deja llorando. Es más: se puede decir que cuando recita a su admirado José Larralde, se transforma en un sollozador precoz. Ahora mismo acaba de hacerlo y está quebrado. “Tengo un contrato conmigo mismo y lo voy a respetar. Mi hija me ve en mi casa y dice: ‘Papá...¿por qué llorás?’. ¿Y sabés que le digo? ‘Porque lo que quiero decir no lo puedo decir’”.
–¿Qué es lo que no podés decir?
-¿Y justo te lo voy a decir a vos? ¿Por qué no me la chupás desde la Luna y le vas sacando fotos a ver si te ganás el Premio Nobel a la primera pija espacial?.
Un rato antes del mediodía este martes, Día de la Música, estuvo en Cuál es? hablando con Mario Pergolini. Su día arrancó en realidad a las 2 de la mañana, cuando salió con su F100 amarilla desde su casa en Sierra de la Ventana y esperará el fin de la entrevista para volver a irse.
–¿Alguna vez te preguntaste eso de “Para quien canto yo entonces”?
–(Canta el inicio, imitando a Nito Mestre) Por supuesto que me lo pregunto. Yo vivo en el campo por Una casa con 10 pinos , de Manal, no por Coldplay. Las cosas se aprenden de chico. Estoy para mostrar que el mundo no es un sitio donde si no tenés el culo parado o la tabla del lagarto en los abdominales sos un perdedor. Si voy a un hospital público a las 6 de la mañana para pedir un turno para mi mamá, y una sorete teñida no me da el turno porque no soy amigo, se me derrumba el mundo. Porque yo siempre creí que esas personas estaban por amor. Pero como no lo están, yo no lo voy a tirar abajo. (Golpeándose el pecho) Yo estoy por amor. Por eso, soy alguien que tiene más ahijados que Perón.
–¿Pero cómo juzgás el amor en los demás?
-Por cómo me llegan sus actos. ¿Usted cree que yo tengo sentimientos homosexuales?
–Sí.
-¡Pero claro que los tengo! Pero me los aguanto, de bien macho que soy. Me la aguanto porque Dios me ha dado la mejor plata, que es tenerme bajo su vista. Mire amigo, yo todas las noches sueño con los números que van a salir en la Nacional, en la de Santa Fe y en la de Buenos Aires. Mis amigos me dicen: “Dale, decime”. Pero a mí, que Dios me ha dado tanto, me daría vergüenza ganar al azar. No todos somos iguales. ¿Quién dijo que tengo un corazón, y que tiene un adentro? Es un órgano que está para bombear sangre. Cuando quiero a una persona no me sale del corazón: me sale del todo.
–En la radio te pusiste serio cuando Pergolini te preguntó si nunca se te ocurrió escribir en sorna sobre la condición metalera. ¿Cómo se llama eso? ¿Orgullo de clase?
–Se llama no escupir al cielo. A mí lo que me diferencia es que todo lo que leí fue antes de los 20. Castaneda, Krishnamurti, Lobsang Rampa. Entiéndase: hacer lo que a uno le gusta tal vez sea lo que le prolongue, no la vida, si no la muerte o el pensamiento.
De caudillo a bufón, ida y vuelta, vuelta e ida, el movimiento pendular de Iorio es uno de los más interesantes, por atrapante e intenso, de la historia de nuestro rock. Frente a él, todos toman posición. Nadie es indiferente a esta avalancha visceral. Si su biografía fuera la suma de sus hechos, hablaría de un muchacho de Caseros que fundó tres bandas (V8, Hermética y Almafuerte), redefinió un género y una forma de escribir, que nunca miró atrás (ver recuadro) y fue coherente con sus sueños, incluido el de irse a vivir al campo. Ahora, igual que sugirió una hora antes en la radio, dice que se está “yendo”. Que por eso el próximo disco de Almafuerte tiene que ser muy sólido. “Antes de irme quiero dejar cosas pulenta”, dice envolviéndose en un halo de misterio. Y, literalmente, regresa: “Soy reencarnacionista, del espiritismo de la Escuela Científica Basilio”. La data justa para que sepamos que, si se va, ni amantes ni detractores tendrán que ponerse en la inevitable tarea de reinventarlo. Iorio vuelve.
Para la opinión pública, ha sido sucesivamente músico, despotricador, fascista y, desde el último año, una especie de involuntario capo-cómico disparado por un par de apariciones televisivas, replicadas en millones de visitas en YouTube, instalándolo en los debates televisivos donde se lo debate al mismo nivel que el papá de Jessica Cirio, las hermanas Pombo y Amigacho. “Me lo cuentan mis hijas, porque para mí funciona eso de ‘ojos que no ven/corazón que no siente’. Jamás entro a internet, nunca mandé un mail ni un mensaje de texto. Desde la época de las cavernas, todos los caracteres ya están fijados: el amigo, la madre, la puta, el cornudo, el traidor, el hermano. Lo que cambió es la red que utiliza el ser humano para escaparse. Esa adicción a la adrenalina con la que yo no pacto”.
–¿Y cómo manejás tu propia intensidad, tus demonios?
–Hay maneras sintéticas de que sea recreo en uno. El vicio es una manera de conjugar la existencia con el arte. Otra cosa es vivir el entorno del escapismo, pensando que si el otro no tiene merca o no es de La Cámpora no te sirve. Yo no debo escapar de nada. Me preguntan qué pienso del gobierno y digo: “Soy un rockero metalero, un ignorante muy peligroso para estar hablando de eso”. ¿A este gobierno lo votó la nación? Bienvenido sea, querido.
–Es curioso que, siendo un tipo que no se arrepiente de su obra, tengas tanta negación con el pasado...
–Lo que pasa es que hoy yo soy éste. El otro día vino un compadre y me trajo un video de la época en que tocaba en Hermética, con el pelo largo. Mi hijita me dijo: “Papá...¿ése sos vos?”. “No querida, ese hombre murió. Yo soy éste. No soy pasado.
DÍA D: LA ALEGRÍA ES SOLO BRASILEÑA
A cinco años de la implosión de Cienfuegos, la banda (sin Rotman) vuelve a la carga bajo el nombre de Día D.
Por Sebastián Feijoo – Revista RS
"Se levanta 6.30 para ir a trabajar, una luz que asoma lo vuelve a lastimar, su cuerpo no es el suyo ni su personalidad, sólo hablan las palabras que un día te dirán: sucia rutinaaaaa", brama Martín Aloé (bajo y voz) en "Sucia Rutina", con la mala leche que hizo de Cienfuegos la luz negra más potente y cautivante de la escena argentina de los 90. Hoy Aloé nuevamente junto a Fernando Ricciardi (batería) Hernán Bazzano (guitarra, voz y coros) y Diego Aloé (guitarra, voz y coros) vuelven al ruedo bajo el nombre de Día D y ya están grabando lo que será su disco debut.
La ecuación es sencilla: Cienfuegos menos Sergio Rotman. La violenta implosión de la banda que con Hacia el cosmos (1999) parecía que daría el salto definitivo a la popularidad dejó muchas heridas expuestas. Las versiones cruzadas nunca pudieron confirmarse. Finalmente el grupo se disolvió y las amistades se resquebrajaron hasta el hueso. Ni más ni menos que lo que les pasa a muchos amigos o compañeros de trabajo. Pero claro, cuando hay música de por medio las disputas se hacen más visibles y del lado de los fans empieza a jugar el vértigo de lo que ya nunca será. Aunque en estos casos nunca se sabe que tan irreversible puede ser una ruptura.
Más allá de las especulaciones, Día D tiene mucho para decir. "Al sol", "Perra", "En tu nariz", "Sucia rutina", "Nada mas", "La baraja", "Tony", "El diablo bajando por la colina (gun club)", "Mi marcha" y "Lechiguanas", son algunos de los temas nuevos. Y por supuesto que en vivo hay lugar para varias paradas en el repertorio de Cienfuegos. "Estamos tranquilos, pero cada vez más aceitados y contentos", le explica Martín Aloé a RS
En realidad, Día D nació en los 80...
Sí. Era nuestra banda del secundario. Empezamos cuanto teníamos 14 años, en 1982. Éramos un trío: Fernando Ricciardi, Hernán Bazzano y yo. Nos llamábamos Día D, Los Marginados, Los Masturbadotes y finalmente quedó Día D. Éramos bien punks. Más adelante se sumó Gigio como guitarrista y después Sergio (Rotman). Ya para ese momento hacíamos una especia de post punk ska medio raro. Yo también tocaba en Los Pillos y después me fui a España. En el 95 volví y armamos Cienfuegos en base a lo que era Día D, con mi hermano reemplazando a Gigio (que se quedó en España) y Sergio dejando el saxo y haciéndose cargo de gran parte de las voces. Ahora volvimos a llamarnos Día D porque fue el germen de toda esta movida. No tocamos los temas de esa época, pero somos los mismos.
Cuando empezaron vivieron los primeros pasos del punk en la Argentina.
Claro. Para el 82 estaban Los Violadores, Los Laxantes y nosotros, que éramos bastante más chicos. Eran tiempos difíciles. Todavía estaba la dictadura. Salíamos a la noche y más de una vez terminábamos en cana y nos tenía que venir a buscar mi viejo. Recién en octubre del 83 la cosa empezó a abrirse. Tocábamos todo lo que se podía, pero grabar era muy caro, casi imposible. A penas nos quedaron registrados algunos ensayos que rescaté hace muy poco gracias a (el recientemente fallecido: la nota fue realizada antes de su muerte) Gamexane y un demo que grabamos en Estudios del Jardín, que era entre ska y nuevaolero: muy horrible (risas). En el 85 yo empecé con Los Pillos y Fernando en los Cadillacs. A pesar de eso, el trío de Día D siempre siguió tocando. Aunque sea para nosotros.
¿Qué pasó con Cienfuegos? Las versiones sobre la ruptura son muy contradictorias... Prefiero no hablar de eso. Había una amistad de por medio y cuando se traiciona no hay manera de volver atrás. De hecho Día D es nosotros cuatro sin Sergio. El problema fue con él.
¿Cómo se decidieron a lanzar esta nueva etapa de Día D?
Con Cienfuegos dejamos de tocar hace casi 5 años. Yo enseguida me sumé a la banda de El Soldado que labura mucho por el interior del país y grabé e hice algunos shows con Jorge Serrano. Pasó un tiempo largo y no nos veíamos. No es sencillo: estamos cada vez más grandes y cada uno estaba en la suya. Pero el bichito empezó a picarnos otra vez. Entonces empezamos a juntarnos a ensayar y al toque teníamos temas nuevos. La idea es ir despacio, pero hacer las cosas bien.
¿Cómo fueron resolviendo el tema de las voces?
En Cienfuegos cada uno cantaba sus temas. De hecho Sergio estaba en el escenario la mitad de cada show. La otra mitad la cantábamos nosotros tres. No fue traumático ni mucho menos. De hecho hubo un show de Cienfuegos sin Sergio y nadie pidió que el devolvieran la entrada (risas). Ahora canto la mayoría de las canciones yo, pero nos seguimos repartiendo.
Y de a poco se pusieron a tocar en vivo.
Sí, de a poco. Está jodido programar un show por mes. A no ser que te armes un circuito con las provincias y el conurbano, cuesta mucho. En la Ciudad de Buenos Aires hay mucha oferta de bandas y no abundan los lugares. Algunos de esos espacios son muy caros, otros suenan muy mal. Hacemos casi todos los temas nuevos y varios de Cienfuegos, como "Deja que te diga", "Revancha" (que nunca habíamos hecho en vivo), "La Colina", "¿Querés saber lo que es estar muerto?" y "Desierto" y "Delicias".
¿Cómo va la grabación del disco?
Muy bien. Es un aliciente muy grande. Armamos un repertorio muy rápido. Algunas canciones iban a ser para el cuarto disco de estudio de Cienfuegos. Juntamos un total de veinte temas de los que seleccionamos trece. Empezamos ensayando, fuimos grabando lo que teníamos en un pseudo estudio de mi hermano y después Flavio (Cianciarullo) nos dio una gran mano y ya estamos en su estudio. Todo esto nos tiene muy entusiasmados.
¿Qué onda tienen los temas nuevos?
Es la continuación natural de Cienfuegos. Somos los mismos, pero tocamos un poco mejor. Son canciones sufridas y post punk. Creo que vamos hacia lo que hubiera sido el cuarto o quinto disco de Cienfuegos. Los temas son bastantes rápidos, en ese punto me hacen acordar al primero.
Cienfuegos fue una de las mejores bandas argentinas de los 90. ¿Por qué nunca terminaron de despegar?
No sé si lo merecíamos. Algunos de nosotros tenían y tienen otros laburos, entonces armar algo cien por ciento profesional se hacía muy difícil. Eso nos daba frescura, pero a la vez nos quitaba posibilidades de desarrollo. Siempre nos costó. Quizás no éramos muy funcionales, evidentemente la mala onda nos sigue siempre (risas). Pero valoro lo que hicimos. Antes los discos no me gustaban. Ahora los escucho y me parece que son un testimonio potente.
CHARLY Y EL ETERNO RETORNO
García se prepara para encarar otro ciclo de tres Gran Rex y quizás más; acá, un Top 5 de sus dixits como adelanto de una entrevista que dio a La Nación
Revista RS
Charly vuelve, siempre vuelve. Después de seis noches en el Gran Rex, en el formato de 3 x 20, está listo para tres, quizás seis noches más. Entre mañana y el jueves completará la tercera serie de 20 canciones por show, en la que plantea un repaso por su trayectoria, desde el hippie de Sui Generis hasta Say No More. En su casa, en una extensa charla, García repasó su presente, miró de reojo el pasado y se entusiasmó de cara a su futuro. El domingo, en La Nación, se publica la entrevista completa realizada por Sebastián Espósito. Aquí un anticipo para empezar a disfrutar de un auténtico Carlos Alberto García Moreno.
Sobre "Instituciones". "A mí me encanta tocar "Instituciones", el ritmo que tiene la canción me hace acordar mucho a The Police pero, claro, Police vino después".
Los años 60. "Los 60 me marcaron. Yo era un chico en esa época y fue como que se estaba dando todo para mí. Salieron los Beatles, los Stones, Bob Dylan..."
Teatros versus estadios. "Quiero hacer una docena de shows en el Gran Rex, como mínimo. Estoy tratando de convencer a los que contraten el show de tocar en teatros. Me gusta mucho más tocar en teatros que en estadios. Creo que lo que hacemos en el Gran Rex se puede hacer en cualquier lado, pero no sé si tendría el mismo impacto en un estadio. Es como la diferencia entre lo digital y lo analógico".
Los amigos. "Lo de Fito es increíble, toca "Desarma y sangra" igual que yo. Me gustó también haber invitado al Gran Rex a los Paralamas... Herbert (Vianna) es una de las personas que más aprecio dentro de la música. Aparte de ser un músico extraordinario, un guitarrista muy bueno y un compositor muy hábil. ¡La que se tuvo que bancar! Siempre admiré a los Paralamas por eso."
Charly y sus bandas eternas. "Prefiero intentar algo nuevo. Esto que estoy haciendo ahora es para que explote toda la riqueza de las canciones y también para el futuro. En cualquier momento voy a usar los ensayos como laboratorio, para empezar a tirar ideas como pinceladas".
BOCHATÓN, UN GORRIÓN EN CAPITAL
Antes de presentarse en el Samsung Studio, Francisco Bochatón explica el regreso de los Peligrosos Gorriones y el revival de los 90
Por Humphrey Inzillo – Revista RS
El próximo miércoles, 30 de noviembre, Francisco Bochatón despide el año en Samsung Studio, pasaje 5 de julio 444. "Voy a presentar gran parte de La vuelta entera, el disco que voy a sacar el año que viene. Es una presentación que incluye temas como 'Lorca' que ya lo vengo tocando; también 'Tesoro' y 'Somos uno', además de otros que nunca presente en vivo. Pienso hacer, también, canciones de los discos anteriores que corresponden a algo quizás más sentimental y que sumé a la lista arreglados con el sonidos del nuevo disco", explica el cantante, guitarrista y poeta, que en esta ocasión estará acompañado por el guitarrista Fernando Kabusacki, el baterista Quique Illid (ex Los Brujos), el tecladista Matías Mango y el bajista Nelson Collingood.
¿Qué balance hacés hasta aquí de tu trayectoria como solista? ¿Existe algo así como un "diseño de carrera" o cada paso es independiente del anterior?
Hay una evolución significativa en los discos y, si bien hay un diseño, los discos aumentan en intensidad. Este es un disco más dinámico, grabado en vivo con un formato especial y es una apuesta a la renovación, tanto en los sonidos como en las voces y las letras. Hay tres temas con letras de poetas como [Federico García] Lorca y Guillermo Burchi, entre las doce canciones que completan el disco.
La fundación de Peligrosos Gorriones, en 1991, coincide con la explosión del grunge y la aparición de discos emblemáticos, como Screamadélica (Primal Scream). Veinte años después, ¿qué recuerdos tenés de aquellos años? ¿Alguna de esas expresiones fueron importantes en tu obra? ¿Dónde dirías que encajaban los Gorriones en ese panorama?
Fuimos parte de alguna manera de esa explosión de los grupos grunge o experimentales, pero no hubo una identificación directa con una de estas bandas: en el vivo se ve más notoriamente. Manteníamos nuestra poética. En esa época éramos un grupo nuevo con una propuesta nueva. La necesidad interna del grupo era expresarnos con canciones que hasta entonces no habíamos escuchado, que todo fluyera de alguna manera y se deslizara entre todo lo que ocurría en ese momento. Después pasó algo y existió un hilo conductor: "Nuevo Rock Argentino". En los 90, con nuestros discos entramos en una especie de espiral y los temas recrudecieron a medida que avanzaba la década. Lo que más recuerdo es el show con Page y Plant en Ferro y nuestros primeros shows en Cemento o el Parakultural. Las giras con Los Brujos y Babasónicos también son un buen recuerdo de esos años.
Más allá de haber sido espontánea, ¿Sentís que la reunión de Peligrosos Gorriones está en sintonía con el revival de los 90?
Supongo que hay una sintonía: de alguna manera nos juntamos, igual que varios grupos de esa época. Este es un momento nuevo del grupo. Fue muy fuerte volver a vernos y empezar a coordinar para la renovación y la producción de temas nuevos.
¿Cómo es la dinámica de una banda que tuvo un parate tan largo y se reencuentra? ¿Sentiste diferencias en el plano musical?
La diferencia fue la madurez con la que encaramos las canciones, incluso las de antes, la nueva composición, y la fuerza con la que tocamos ahora. Es muy agradable ver cómo se van desarrollando los temas y la manera que tenemos en relación a las temáticas de las letras. Disfrutamos mucho de vernos y tocar temas de todos: esta es una nueva etapa.
¿Por qué se decidieron a participar del segundo volumen del compilado Música para peluquerías, de Roho?
Porque Oscar es un amigo y lo queremos mucho, además de su dedicación al grupo. El empujó de alguna manera para que hagamos nuestro primer show en 2010 y este año realizó el video de "Esto!", que fue nuestro primer tema grabado de estudio después de juntarnos.
Tu conexión con la poesía no se reduce al libro Libertades pequeñas (2003), sino que has leído a los poetas malditos (Rimbaud, Dylan Thomas) y también a Girondo, a Federico García Lorca y a la uruguaya Marosa Di Giorgio. ¿Cuáles fueron tus últimas lecturas en esa dirección?
Últimamente me incliné más por leer a Italo Calvino, lo último que leí fue Las ciudades invisibles. También a Rodolfo Walsh (Caso Satanowsky, Operación Masacre) y también retome libros como La Política de Aristóteles y La República de Platón: me interesa mucho la historia de la dialéctica de Aristóteles.
¿Cuáles son tus planes para el 2012?
Voy a editar La vuelta entera a principios de año y a presentarlo después con shows en Capital y en Mendoza, San Juan y San Luis. A mediados de abril entramos a grabar un nuevo disco con los Gorriones. Además, también tengo planeado sacar un nuevo libro de poesías y re-editar el anterior.
PAMPA YAKUZA: VIEJOS CONOCIDOS
Emmanuel Angelozzi - blockrock.com.ar
Luego de girar por las provincias de Córdoba y Mendoza con las canciones de su cuarto disco de estudio, “Singularmente”, Pampa Yakuza se reencontró con su público porteño en el concierto que brindaron el viernes por la noche en La Trastienda Club.
La familia yakuzera, tal como bautizaron los Pampa a sus seguidores, dieron una nueva muestra de fidelidad y cariño para con sus artistas favoritos al soportar imperturbables, indiferentes y felices el calor agobiante del viernes por la noche.
La temperatura era, por lo menos, dos o tres grados más elevada en el interior de La Trastienda pero a nadie parecía importarle; Más aún cuando el noneto oriundo de Liniers pisó el escenario para comenzar el show con “Acertijos”, la misma canción que abre su último trabajo discográfico, “Singularmente”. Los más distraídos se apresuraban a terminar su trago para sumarse al pogo oleaginoso que desató “La mañana del mañana”. Aunque también, estaban los más cautos, quienes prefirieron disfrutar del elixir adecuado mientras bailaban al compás de “Mediotización” o daban tímidos saltitos en “Desde el umbral”.
Los sentidos se agudizaban y el sudor empapaba remeras por doquier cuando “Paisano del adoquín” llenó los oídos de chacarera. Después de “Confiar” y “Bla, bla, bla”, Hernán Saravia invitó a los presentes a tomar asiento porque les quería “contar una breve historia”: de este modo, introdujo una emotiva interpretación de “Quisiera decir”. Simultáneamente, la voz principal de Pampa Yakuza se transformó en “El escapista” y dejó el micrófono en manos de Lucho Katz , quién le puso la voz a su “Alma en pena”.
Por unos minutos, el telón recubrió el escenario para realizar el cambio de formato e inaugurar un mini set acústico de tres canciones: “Serena”, “A la raíz”, “uno viejito que siempre resulta”, según el propio Saravia y “Cuidando el empate”, algo que, sin dudas, no forma parte de la filosofía yakuzera.
La explosiva “Buscando sin esperar” realzó nuevamente el clima reinante, ese mismo que cobró un tinte efusivo en “Viejos conocidos” y adoptó un matiz grisáceo, algo más oscuro, con “Arlequines”. En interacción constante con su gente, Saravia agradeció por la respuesta del público ante los nuevos temas: “Estamos tan contentos como sorprendidos por como pegó en ustedes Singularmente”.
Los nueve músicos que componen la banda configuran un grupo dinámico, versátil y capaz de romper con innata facilidad los prejuicios de oídos estructurados, puristas…tienen la materia prima necesaria como para conquistar hasta a el más exigente de los oyentes. Prueba de ello es la irresistible seguidilla que conformaron la flamante “Hoy es ahora” en armonioso equilibrio con “A otra cosa” más “Hagamos uno”: temas de todas las épocas de la banda que confirman el virtuosismo y la perseverancia de sus creadores a la hora de poner manos a la obra.
“Dejarse llevar” y “Dando pesos” desataron la fiesta, que incluyó desde bailes exacerbados hasta espuma en pomitos. Katz tomó su charango, indicio de que el final estaba cerca, para recordarnos mediante un “Brillante sol” que todos, alguna vez, pintamos en el bondi un corazón. “Que bien te va” podría ser la expresión que todos los fanáticos de la banda sienten al ver el crecimiento de Pampa Yakuza que se percibe cuando músicos y público se unen para entonar al unísono el clásico fin del concierto que llega a través de “Juntos” y “Carnaval para tu desconsuelo”.
VIRUS
“UN SHOW DELIRANTE, MÚSICA VIBRANTE, PÚBLICO CALIENTE”
Lucas Seoane - blockrock.com.ar
La noche en la que Virus celebró los 30 años de “Wadu Wadu” tuvo varios condimentos atípicos: partiendo de la base de que era domingo; hacía muchísimo que el conjunto platense no llenaba por completo la sala de un teatro (en esta oportunidad el porteño Ópera); una lista que estuvo cargada de temas que hacía décadas que no tocaban en vivo; y una especial carga de emotividad que llevó al llanto a más de uno al aparecer en la pantalla fotos de Federico Moura y de los ex integrantes de la banda mientras sonaba “Imágenes Paganas”. El festejo por las tres décadas de aquel álbum debut fue, sin lugar a dudas, perfecto.
Desde el arranque, el set fue variando entre el disco homenajeado y los demás. Así, “Caliente café” se mezcló entre dos inusuales: “Hombre plástico” y “Sorprendente”. Esto era lo especial de la noche, Wadu Wadu debe ser uno de los materiales menos explorados por los hermanos Moura para llevar al vivo, junto a Recrudece de 1982 –del cual no tocaron ningún tema, quizás porque el año que viene ese material también tenga su merecido reconocimiento-. De aquel trabajo que tenía a Ricardo Serra, Mario Serra, Enrique Mugetti y al trío Moura (Julio, Marcelo y Federico) en sus filas sonaron a la perfección, como si el tiempo jamás hubiera pasado, “El Rock es mi forma de ser”, “Super color”, “Loco Coco”, “A mil”, “Cantante farsante”, “Tontos de lenta evolución”, “Amor o acuerdo”, “Soy Moderno, no fumo”, “Densa realidad” y, por supuesto, “Wadu Wadu”.
El resto del show se complementó con los clásicos infaltables de siempre, pasando por casi toda la discografía. De “Agujero Interior” (1983): “Mi garage”, “El probador”, “Hay que salir del agujero interior”, “¿Qué hago en Manila?” y “Carolina” para cerrar la noche. De “Relax” (1984): “Me puedo programar”, “Amor descartable” “El probador” y “Dame una señal” cantada por Julio Moura. De “Locura” (1985): “Destino circular”, “Dicha feliz” entonada por Daniel Sbarra (donde con el solo de guitarra demostró por qué alguna vez Miguel Abuelo lo eligió para que sea su violero principal en Et Nada), “Tomo lo que encuentro”, “Sin disfraz”, “Pecados para dos”, “Pronta entrega” y “Una luna de miel en la mano”. De “Superficies de Placer” (1987): “Mirada Speed”, “Polvos de una relación”, “Ausencia” –donde Julio volvió a tomar la voz cantante- y la canción homónima a ese álbum, quizás el mejor de los más de 30 años de Virus por la profundidad de sus letras.
Pese a dejar de lado “Tierra del fuego” (1989) y “Nueve” (1998), la noche del domingo (en la que sin importar el día todos entonaron al unísono: “Este sábado a la noche te paso a buscar a bailar el Wadu Wadu que te va a gustar…”) fue, no solo un digno y eficiente homenaje a “Wadu Wadu”, sino que también fue un merecido recorrido por la extensa y prolífica vida de una de las bandas que marcó un antes y un después en la historia del rock argentino.
ATTAQUE: UNA VERDADERA ORQUESTA DE ROCK
Emmanuel Angelozzi - blockrock.com.ar
Attaque 77 rompió todos sus esquemas y desnudó canciones de todas sus épocas para ofrecerlas en formato acústico por primera vez en la historia del grupo, en el teatro Ópera City.
Sin dudas, Mariano Martínez, Leo De Cecco y Luciano Scaglione supieron mutar sin prejuicios para oxigenar con imaginación en altas dosis a la banda que integran juntos desde hace más de 20 años. El resultado fue un concierto de gran calidad, rico en matices y sensaciones, que dejo atrás la rabia propia del punk rock para atreverse a explorar el potencial musical de las canciones.
Apenas el telón descubrió el escenario, la extrañeza se adueñó del cuerpo: ver a los músicos sentados, rodeados por un cuarteto de cuerdas, un piano y un set de percusión era una situación anormal. Con los primeros acordes, el público entendió el mensaje: relajarse y disfrutar para ser testigos de una noche histórica.
“El ciruja” fue el primer tema de la velada, con una introducción en piano a cargo de Lucas Ninci. A continuación, sonaron “Vacaciones permanentes” y “Ojos de perro” en lo que fue una tríada de canciones que hicieron vibrar la estructura ósea del público, que agradeció con una ovación inmensa. Incredulidad y desconcierto eran los sentimientos que irradiaban las miradas atentas de la gente, esa misma que intentaba superar el desafío de reconocer esos temas que lleva en la memoria.
“Cual es el precio”, con el protagonismo indiscutiblemente bello del cuarteto de cuerdas compuesto por un violín, un contrabajo y dos cellos, irradió un magnetismo hipnótico que fue constante a lo largo de todo el concierto. El primer invitado fue Álvaro Villagra, quien sumó otra guitarra acústica a “Caminando por el microcentro”, de aquel lejano “Dulce navidad”. “Redemptiong song” encontró a Lucas Ninci con un acordeón en sus manos y, sumado a la destacada labor de Andrea Álvarez en percusión, construyeron una notable versión en castellano del clásico inmortalizado por Bob Marley.
Tras levantar el pulgar y volar hacia los “Sueños” en búsqueda de buenas vibraciones, “Western” hizo su aparición con un sonido que incluyo brisas caribeñas desde la trompeta de Gillespie. “El cielo puede esperar”, con el aporte de Emiliano Puñales en saxo y “Chance”, uno de los temas que elevó la carga emotiva del show, crearon la atmósfera adecuada para saborear “Ciudad vacía” y “Luz”. “Consejos del abuelo”, en su faceta más oscura y tétrica, más “Plaza de perros” marcaron el final del primer tramo del concierto.
Con un cambio en la estética del escenario, Mariano Martinez, en compañía de su guitarra electroacústica sobre uno de los laterales de la escena, dedicó “El gran chaparral” a la memoria de Horacio “Gamexane” Villafañe, el recientemente fallecido guitarrista de “Todos tus muertos”. Posteriormente, se sumó Luciano en contrabajo para interpretar “Estallar”; Con la ayuda de Leo y su redoblante junto a Ninci en melódica levantaron la base reggae de “Tres pájaros negros”. El set reducido, poco a poco, se iba ampliando: Gillespie en trompeta y Andrea Álvarez en voz para una versión con tintes jazzeros de “Alza tu voz”.
Por momentos, los músicos observaban incrédulos la postal que les obsequió la gente: cantitos, ovaciones y gritos bajaban desde las butacas. “Buenos Aires en llamas” y el dúo dinámico que conformaron “Beatle” – “Espadas y serpientes”, dedicada a los fans de la primera hora, cerraron la segunda parte del unplugged. “Arrancacorazones” inauguró el segmento final que coronaron “Setentistas”, “Cartonero”, con pulso cuartetero, y “Perfección”. El cierre fue “Dónde las águilas se atreven” con la gente de pie y todos los músicos entonándola cual himno.
El material obtenido del paso de Attaque 77 por el teatro “Ópera City” fue registrado para la edición del tercer disco en vivo del grupo, que estará acompañado por el correspondiente DVD. Paradójicamente, la grabación de este show exhibe una coincidencia con sus antecesores: entre “¡Rabioso! La pesadilla recién comienza” (1991) “Trapos” (2001) y este último, hay 10 años exactos de diferencia.LA FRANELA
“Dejamos que las canciones compitan entre ellas, es lo más lindo”
Emmanuel Angelozzi - blockrock.com.ar
“Piti” Fernandez, voz de la banda, repasa el proceso creativo detrás de “Hacer un puente”, el segundo disco de estudio de su grupo. Además, recuerda a Gustavo Tavo Kupinski, su ex compañero en Los Piojos, quien falleció en un accidente automovilístico a principios de este año.
“Después de ver”, el primer disco de la banda, tuvo una excelente repercusión en el público. ¿La idea de superar aquel primer material estuvo presente a la hora de elaborar la nueva producción?
Me parece que nuestro disco debut, por ser el primero, esta buenísimo y la inquietud de la gente que sigue a la banda era precisamente esa: “¿Cómo van a hacer para superarlo?” A todos los integrantes del grupo nos gusta la variedad de ritmos, “Después de ver” tenía mucho de eso pero creo que en “Hacer un puente” logramos ir más allá porque mantiene esa base de mixtura musical aunque con mucho más tiempo de trabajo.
Por mi lado, el disco anterior fue muy urgente: vine a las oficinas de Popart con el CD terminado y sin contrato. Lo hicimos sin saber si sería el típico material del que repartís 200 copias entre los amigos o si realmente iba a funcionar. Internamente, sabía que era una buena producción porque hay un muy buen grupo de trabajo, canciones, mensaje y que era una grabación de calidad. Además, los integrantes de la banda se subieron a interpretar con cariño y profesionalismo canciones con muchas cosas personales; Solo algún tema, como “Akanakena”, se incluyó porque surgieron durante el proceso de creación. “Hacer un puente” tiene el mismo espíritu pero con mucha más cocina: dos años de trabajo. Hay más teoría y más práctica: ensayamos las canciones, hicimos un demo, laburamos sobre 20 temas de los que, posteriormente, seleccionamos 12.
¿Cómo fue el proceso de elección de esos temas que componen “Hacer un puente”?
Nosotros dejamos que las canciones compitan entre ellas, es lo más lindo. Si están buenos el texto, la melodía y la armonía, que son los ingredientes de una canción, ¿que importa quién la hizo? ¡Le damos para adelante, se graba! No existe eso de, por ejemplo, la mitad del disco tiene que ser mío, ¡nada que ver! Cuando no te pones en tirano ni bajas línea, le das la posibilidad al otro de que se muestre. La propuesta fue esa: tirar las canciones sobre la mesa y dejar que fluya porque ni bien las tocas, te das cuenta como viene la mano, el mismo tema te lo transmite. Cuando la alegría es general es que la cosa funciona sino, sos un boludo que esta todo el tiempo rompiendo las bolas porque queres incluir tu canción que no le gusta a nadie. Acá, eso no pasa.
¿En qué momento creativo y musical encontró al grupo la producción del segundo disco?
Hacer este CD nos terminó de consolidar. Imaginate que, cuando hicimos el anterior, Martín “Tucán” Bosa había tocado con nosotros en un show, solamente, cuando se fue Chuky de Ípola. “El Tuqui” se hizo cargo de los teclados y, encima, yo le enchufé la guitarra también porque quería tocar solo la rítmica en algunos temas. Actualmente, luego de todo ese proceso, se abrió el juego entre nosotros porque a mí me parece mucho mas interesante que hagamos lo que todos tenemos ganas a que se haga lo que yo quiero, lo que se le ocurre a uno solo. Si hay una canción tuya dentro del disco, seguramente, vas a estar más contento; Si tenes que tocar sólo temas míos, por más que te guste el laburo que hago, te motiva de otra manera. Lo que intento lograr es que la tendencia sea: “compone, trabaja que yo no tengo rollos”, así estimulas otro vínculo y construís otra relación. En este disco hay canciones en las que aparecen Fran Aguilar o mismo “Tucán” Bosa, se armaron grupos distintos grupos composición: eso hace que el resto de la banda tenga ganas de participar y se involucre. La banda es de todos, yo no dije: “Quiero ser el líder, quiero cobrar más que todos”. La intención es conformar un grupo donde todos compongan, opinen y participen desde el lugar que se sientan más cómodos.
Daniel “Piti” Fernández no se siente el líder de la banda, es un rol que no le interesa ocupar. “Puede venir cualquiera de los chicos y decirte que yo soy el líder porque junté a todos para armar el grupo, pagué el disco, armé la sala…OK eso es lo que pasó, no lo que tiene que pasar siempre. Es un poco romántico pero me lo creo”, explica.
Martín “Tucán” Bosa, además de ser uno de los integrantes de “La Franela”, es el productor de ambas placas. ¿Cuál es el aporte que realiza desde ese rol?
Él es el director musical de la banda. Lo conocí en el 2004 jugando al fútbol: él venía de Attaque 77, yo estaba con Los Piojos… ¡nada que ver uno con el otro! Pero pegamos onda enseguida e hicimos un demo con cuatro temas: “Bicho de ciudad”, “Cruces y flores”, los dos registrados en “Civilización”, “Llega el tren”, que quedó apenas afuera de ese disco, y “Ya nos vamos a ver”, que todavía no vio la luz. Ese material me sirvió para ver como trabaja él mientras que él supo como compongo. De ahí en más, la unión se hizo tan fuerte que arrancamos juntos. “Tucan” es un maestro en todo lo que tiene que ver con la edición, la grabación… Las horas culo que tiene hicieron que sea un gran productor. Entonces, sería un tarado si no dejo que él se haga cargo de la parte musical y adueñarme de ese lugar, siento que perdería brillo.
¿Entre que te gustaría “Hacer un puente”?
Entre la gente, entre nosotros, sin dudas. “Hacer un puente” nace de vivencias propias: comencé la secundaria con la democracia y ví como el país creció durante todo este tiempo. Creo que nadie se atrevería a decir que no estamos mejor que hace 10 o 20 años atrás, es indiscutible, más allá de todos los partidos y las banderas. Un día llego a casa con esta frase en la cabeza, se lo cuento a mi mujer y, mientras conversábamos, escucho que la Presidenta, en uno de sus discursos, dice que deberíamos hacer un puente entre las generaciones…me puse a llorar instantáneamente. En mi familia no hubo ningún desaparecido, vengo desde un lugar de barrio, no soy militante, algo de lo que no me enorgullezco pero porque fui para el lado del rock. Entonces pensé en comenzar a militar desde las canciones, que es lo que sé hacer, lo que me gusta…no sé en lo que voy a terminar pero me conmovió la idea de hacer un puente desde la perspectiva de la inclusión.
¿Por qué eligieron “Price for freedom” como carta de presentación?
Me gustó porque reúne ciertos requisitos que lo posicionaron como el primer corte de difusión: es desfachatado, tiene humor, tiene una introducción moderna y la esencia de un cuarentón, que es lo que soy. Me parece que hay que ser coherente con la carta de presentación, el día que te conozco, te digo lo que soy. Después, podes encontrar cosas más lindas o más feas pero, no voy a empezar por lo lindo y quedarme sin nada para mostrarte, o por lo feo y que salgas corriendo. “Price for freedom” es la síntesis perfecta de la banda. Es un ska, es divertido y cuenta algo que le pasa a la mitad de la población adulta ¿Quién no se separó? ¡A mí ya me pasó!
¿Qué valor tiene hoy la pieza de bandoneón que grabó “Tavo” Kupinski?
Es el último recuerdo, fue la última vez que lo vi. Tengo un nene de 11 meses y “Tavo” vino a visitarme con su familia, trajo regalos para el bebé. En un momento nos escapamos de la reunión al estudio donde tengo un bandoneón alemán de principios del siglo pasado que él me regalo cuando me fui de “Los Piojos”. Entonces, le dije que toque algo para grabar sobre el tema “Las horas”…esa fue la última vez que lo vi y lo escuché. Días después fue el accidente donde falleció. Lo que preferimos fue cortar esa pieza, ponerla aparte, a modo de homenaje, y dejar la canción con el espíritu que tenía.
RATA EN OBRAS: MAGOS, ESPADAS Y SAUNA
En una noche de terrible calor, Rata Blanca despidió su año en Capital volviendo a Obras, donde hace 20 años también presento su exitosísimo “Magos, Espadas y Rosas”. El recital repasó el disco en cuestión y buena parte de la historia de la banda. Giardino se fue contento y empapado.
Marcelo De la Cruz – blockrock.com.ar
Hay una sana costumbre de Giardino: cuando parece que ya todo se vio… algo sale del sombrero del mago y nos devuelve el precio de la entrada con una alegría. Así de simple y complejo a la vez. La puesta en escena era sencilla, no había pantallas como en otras oportunidades, si detrás de la batería se podían ver de vez en cuando algunas imágenes – la presentación de Magos, Espadas y Rosas fue muy emocionante – pero en si la sencillez fue más que suficiente para cautivar nuevamente a esta ornada de “heavymetalerosneoclásicos” que se dio cita al Templo del Rock.
El set list es ingenioso: una primera parte con muchos éxitos que no tocaban hace mucho tiempo (“Agord la Bruja” y “Asesinos”, por ejemplo), una intro para “Magos, Espadas y Rosas” y el disco tocado casi completo. Y para terminar, varios clásicos (como “Guerrero del Arco íris” y “Chico Callejero”) y algunos nuevos clásicos para rematar la noche. Una radiografía completa de lo que pretendían demostrar en las tablas de Obras.
Un Adrián Barilari como siempre muy completo, llegando a las notas profesionalmente y que lució muy contento. Brilló especialmente en “El Reino Olvidado”, donde reventó cuerdas al fragor de una noche libre de nubes y que estaba apta para llegar a la nota más alta. En algún momento se quejó de su equipo de retorno, nada más.
Qué decir de Giardino, el hombre aún se sorprende con sus fans. Estuvo muy conversador en la noche de viernes. Dijo por el calor: “Esto no lo sentía desde los tiempos en que tocábamos en Haley”. Habló de los medios: “Hubo mucha gente que no quiso que llegáramos a esto, es gente que no siente la música con los oídos…y no hablo de público, hablo de algunos que escriben o filman” (¿rencor?). Y agradeció mucho al público: “Ustedes son lo más grande que tenemos, siempre me sorprenden, los quiero mucho…”, dijo el guitarrista. En algún momento se molestó con el tecladista Danilo Moschen por una nota, pero después se emocionó mucho.
A propósito de Moschen, le está costando aun ser el tecladista de Rata. No por su calidad de intérprete; sino porque su llegada con la gente aún no es como se espera. El “piano-man” de Rata es muy bueno con su equipo y no tiene nada que envidiar a sus predecesores. Lo que sí le falta es más compenetración con el público de Rata y aún no entró de lleno en ese maremágnum de sensaciones que significa la Rata.
Sánchez sigue sólido como la primera vez. Debe ser el músico que más aprecio tiene dentro de la comunidad de la Rata. Siempre atento con la gente y hasta parecería que te saluda desde las tablas cada vez que encamina una nota de su poderoso bajo, que a propósito, no cambia muchos en los shows.
Mención especial para el recinto. Volvió el viejo Obras: con mucho calor, con falta de agua en los baños, con los ventiladores apagados, con panchos que valen el doble y con amigos que se vuelven a juntar gracias a la música. Es la magia de un lugar rescatado a la ciudad y convertido en emocionante centro de diversión del rock. Faltó una manguera…
Rata se despidió con honor, los caballeros templarios hicieron magnífica su faena sobre el campo de batalla y los cuerpos húmedos de los abatidos tapizaron el suelo de este terreno de emoción llamado rock n’ roll.
AC/DC EDITARÁ DISCO EN 2012
Brian Johnson dice que la agrupación australiana tendrá un nuevo álbum de estudio el año que viene. Mirá fragmentos de la entrevista en video.
Por Redacción VOS
Los fans de AC/DC habían soportado una espera de ocho años cuando Black ice salió a la venta en 2008. Pero la banda australiana no demorará tanto como entonces para editar un nuevo álbum. Al menos, eso es lo que asegura Brian Johnson.
El vocalista de AC/DC estuvo en el programa That Metal Show, que VH1 Classics emite en Estados Unidos, y entre otros datos jugosos de la hora de charla, reveló que se había encontrado en octubre en Londres con el guitarrista Malcom Young, quien le aseguró estar un poco aburrido de la vida doméstica que lleva allí.
Según Johnson, todo apunta a que eso es un buen motivo para poner la maquinaria en movimiento y editar un nuevo álbum de estudio en 2012. Lo último que AC/DC puso a la venta fue el DVD Live at River Plate, que salió a mediados de este año.
El actual frontman de la agrupación también dio una pequeña muestra de lo importante que es tocar en su casa: durante el segmento australiano de su Black Ice World Tour, decidieron incluir High Voltage (hit de la década de 1970) en la lista de temas, y fue el mismísimo Johnson quien pidio que en las pantallas de video, en ese momento, aparecieran imágenes de Bon Scott, el primer y fallecido vocalista de AC/DC.
ROUGE AND ROLL: NO SOMOS EL CAPRICHO DE UN PRODUCTOR
Con José Palazzo en sus filas, Rouge and Roll busca revalidar su posición de clásico del rock vernáculo, y presenta “Volumen 2”.
Por Celina Alberto
Una banda que ahora dice que tiene nombre de grupo gay, pero que en su momento “sonaba alucinante”, reivindica su historia de más de 20 años y saca su segundo disco a esa misma distancia del primero. Rouge and Roll estrena su Volumen 2 el sábado en The Roxy, con la formación original y un nuevo vocalista. Rafael G. está con la banda desde hace un año, grabó con ellos las nuevas pistas que devolvieron al grupo al estudio. Le tocó nada menos que ocupar la posición que dejó vacante el fallecimiento de Julio Anastasia.
Con él, José Palazzo en bajo, Gonzalo Viñas en guitarra, Ignacio Luque en teclados y guitarra y Mariano Marino en batería, siguen moviendo la maquinaria de rocanrol y actitud, una alquimia que dos décadas después les activa idéntica adrenalina.
“Tocábamos en los ‘90 todos los fines de semana y quedaba gente afuera. En esa época mi principal trabajo era ser bajista de mi banda”, dice Palazzo, mejor conocido como el productor de rock más importante del interior del país. El título abre puertas a la banda, ellos lo saben; no esquivan ventajas ni consecuencias, pero tampoco planean hacerse cargo de los prejuicios. “Esta vuelta no es el capricho de un productor que quiere hacer rock. Nosotros tocamos desde mucho antes de que yo hiciera este trabajo”, ataja José, y sus compañeros asienten.
¿Habría disco, fechas y giras en el horizonte si Palazzo no fuera parte? Gonzalo responde: “Probablemente no, pero son las circunstancias. Nos tiene sin cuidado que piensen que tocamos porque somos la banda de Palazzo, porque nunca dejamos de tocar”, asegura el guitarrista, y agrega que la llegada al estudio sucedió cuando encontraron el sonido buscado.
Ese resultado acusa sueños cumplidos, gustos que pueden darse casi a punto de pegar la vuelta de algunas carreras vitales: Javier Calamaro, Carlos “el Negro” García López, producción del Indio Márquez, César Valdomir, Lula Bertoldi y la aparición de la voz de Anastasia en una grabación que realizaron en 2006, que guardaron para el momento oportuno, que era este.
Los Rouge and Roll, señores de más de cuatro décadas, cada uno con su propia historia paralela, aclaran sin que haga falta que no viven de la música y que la amistad los aglutina más allá de los escenarios.
El jueves pasado presentaron el Volumen 2 en The Roxy Buenos Aires y en el auditorio aplaudían Juanse, Skay Beilinson, Vitico, Walter Giardino. Ellos sacaban fotos mentales para mostrar a los nietos.
De ahí viajaron al Chaco, para hacer de soporte como invitados especiales de La Renga ante 6.500 personas, previa para el concierto que más los emociona, en la ciudad que en 1993 los marcaba como la primera banda de rock que editaba un disco compacto. “En esa época grabar era imposible. Nosotros grabamos un simple de vinilo y era una locura”, recuerda Palazzo. Y anota como hit indiscutible a Dame lo que quiero, el que fue al vinilo y el sábado van a dedicar a los fans de la primera hora, para bailar como si el tiempo no hubiera pasado.
“Nos sentimos como a los 24”, dice Viñas, y lo confirman con la mirada. Y que el resto acompañe.
CALLE 13 Y EL VIDEOCLIP DE "PREPÁRAME LA CENA"
El grupo estrenó el video de la canción "Prepárame la cena", que aborda la problemática de la trata y la explotación infantil.
Por Redacción VOS
Calle 13 acaba de lanzar el videoclip de la canción Prepárame la cena, incluida en su último disco Entren los que quieran, que arrasó en los últimos Grammy latinos.
El clip tiene varias particularidades. Por un lado, fue filmado en Uruguay y la dirección corrió por cuenta de Charly Gutiérrez, de la productora Oriental Films.
Además, el video forma parte de la campaña MTV Exit, que busca concientizar sobre diversas temáticas. En el caso del grupo boricua, aborda el tema de la trata y la explotación infantil. Calle 13 donó los derechos del tema para ayudar a las víctimas.
En una entrevista, Gutiérrez señaló: "A través de MTV Exit vienen desarrollando videos de concientización del tema con artistas como Radiohead, The Kills, The Musse y esta es la primera vez que se hace en Latinoamérica".
FITO PÁEZ: REFLEXIONES SOBRE EL ASCO
Fito Páez se refirió a sus polémicos dichos luego de la última victoria de Macri. "En el rock, la palabra asco es materia de todos los días", dijo. Mirá el video.
Por Redacción VOS
A pocas horas de la salida de su nuevo disco, Canciones para Aliens, Fito Páez realizó declaraciones en las que se refirió a sus polémicos dichos sobre la victoria de Mauricio Macri en las elecciones de la Capital Federal ("Da asco la mitad de Buenos Aires", había dicho).
"En el rock and roll, la palabra asco es materia de todos los días. Lo siento, no vengo de la política y no vengo de los buenos modales. Eso hay que saberlo", dijo el músico rosarino en una entrevista con Bebe Contempomi.
También indicó que en aquel momento, el filósofo cordobés Diego Tatián le envió un video en el que el "director de teatro" italiano Riccardo Muti realizaba una dura crítica al primer ministro Silvio Berlusconi.
"Me tocó. Sentía que yo estaba viviendo algo similar aquí", dijo Páez. "Estaba dando una suerte de pelea que se tocaba en algún aspecto con esto de Muti, y con la situación de cómo se comprende la historia de una ciudad y la historia de un pueblo."
DIVIDIDOS, GARDEL DE ORO
La banda de Mollo y Arnedo se alzó con el máximo galardón de la industria local. En el listado de ganadores de los premios hay dos cordobeses.
Por Agencia Télam
Divididos se alzó hoy con el Gardel de Oro, máximo galardón de unos depreciados lauros de la industria, además de obtener otros premios en la categoría mejor grupo de rock.
La banda, liderada por Ricardo Mollo y Diego Arnedo, que tiene en la batería a Catriel Ciavarella, obtuvo esa serie de distinciones gracias a Amapola del 66, su disco más reciente.
Con dos premios para cada uno quedaron Vicentico (por Sólo un momento como mejor canción y mejor clip), Tan Biónica (mejor grupo pop y mejor álbum por Obsesionario), Charly García (mejor artista de rock y diseño de portada de Kill Gil) y Pedro Aznar (mejor álbum de canción y sonido por A solas con el mundo).
De los cordobeses, solamente fueron premiados Banda Express, en el apartado Nuevo Artista Tropical y de Cuarteto por su disco Evolución y Carlos "La Mona" Jiménez como Artista Masculino Tropical y de Cuarteto, por Genial.
El listado completo de ganadores de los Gardel 2011 quedó como sigue:
-Artista Femenina Pop: Hilda Lizarazu Futuro perfecto.
-Artista Masculino Pop: Diego Torres Distinto.
-Grupo Pop: Tan Biónica Obsesionario.
-Nuevo Artista Pop: Tan Biónica Obsesionario.
-Artista de Rock: Charly García Kill Gil.
-Grupo de Rock: Divididos Amapola del 66.
-RockPop Alternativo: Dante Pyramide.
-Artista de Rock: Jauría Jauría.
-Música Electrónica: Altocamet Dulce calor.
-Artista Femenina de Folclore: Mariana Baraj Churita.
-Artista Masculino de Folclore: Abel Pintos Reevolución.
-Grupo de Folclore: Dúo Coplanacu El camino.
-Folclore Alternativo: Opus Cuatro Opus Cuatro Sinfónico.
-Nuevo Artista Folclore: Javier Acuña El pueblo del amor.
-Artista Femenina de Tango: Lidia Borda Manzi, caminos de barro y pampa.
-Artista Masculino de Tango: Raúl Garello Tiempo fuerte.
-Orquesta de Tango: Leopoldo Federico y El Arranque Raras partituras 6.
-Orquesta de Tango Alternativo: Cuarteto Cedrón-Godino Corazón de piel afuera.
-Nuevo Artista de Tango: Orquesta Típica el Arrastre Orquesta típica el Arrastre.
-Artista Femenina Tropical y de Cuarteto: Karina Con la misma moneda.
-Artista Masculino Tropical y de Cuarteto: La "Mona" Jiménez Genial.
-Grupo Tropical y de Cuarteto: Los Palmeras Una nueva vida.
-Nuevo Artista Tropical y de Cuarteto: Banda Express Evolución.
-Artista Romántico/ Melódico: Luciano Pereyra Volverte a ver.
-Artista Canción Testimonial y de Autor: Pedro Aznar A solas con el mundo.
-Infantil: Los Musiqueros Ronda.
-Música Clásica: Miguel Angel Estrella Recital para la memoria: Evocaciones.
-Jazz: Javier Malosetti Ten.
-Banda de Sonido de Cine/Televisión: Alejandro Franov Rompecabezas.
-Conceptual: Aymama Canta María Elena Walsh.
-Música Religiosa: Miriam Bloise Respuesta de amor.
-Colección de Catálogo: Mercedes Sosa Con todos.
-Diseño de Portada: Charly García Kill Gil.
-Video Clip: Vicentico Sólo un momento.
-DVD: Luis Salinas Clásicos de música argentina y algo más.
-Ingeniería de Grabación: Pedro Aznar A solas con el mundo.
-Producción del Año: Divididos Amapola del 66.
-Canción del Año: Vicentico Sólo un momento.
-Gardel de Oro: Divididos Amapola del 66.
NO TE VA GUSTAR HABLA DE POR LO MENOS HOY
“Nunca nos creímos más de lo que somos”.Los uruguayos hablan del disco que presentarán el sábado 9 de diciembre en GEBA, el show más grande que hayan hecho hasta el momento en la Argentina. Emiliano Brancciari no saca los pies de la Tierra: “Todavía dormimos de a nueve en una pieza”.
Por Luis Paz Desde Montevideo – Suplemento NO Pagina/12
Acodado al escritorio de la oficina de operaciones del nuevo (y todavía a medio desembalar) Elefante Blanco, estudio en el que No Te Va Gustar grabó su último disco, Por lo menos hoy, que fue un sobrio trampolín hacia un nuevo plano dentro de la masividad, Emiliano Brancciari admite que “más no se puede pedir”. En verdad, tampoco hay más: luego de realizar cuatro shows con localidades agotadas en el estadio Luna Park, en abril, el grupo uruguayo recorrió Europa y encaró una gira argentina, desde Ushuaia hasta La Quiaca, que cerrará el viernes 9 de diciembre con un multitudinario show en el club GEBA. A menos que se creen nuevos distritos provinciales o aparezca de la nada un súper estadio porteño, efectivamente, más no se puede pedir. “GEBA será lo más grande que hayamos hecho”, dimensiona el cantante. “Va a ser un show largo, con invitados de los dos países, con una puesta en escena que va a estar buena y que va a tener una vuelta de rosca para que no sea lo típico. Nuestra idea es al fin poder hacer un show integral como los que hacemos en Montevideo una vez al año. Pero, sin dudas, esto va a ser lo más ambicioso que hayamos hecho, en todo sentido.”
Ambición. Qué palabra infame cuando se usa al hablar de rock, pero que dispositivo extraño el de difamar palabras en el rock también. Lo cierto es que No Te Va Gustar se comporta de una manera prepotente en su laburo: la banda arrancó el año participando del Vive Latino, también pisó otros suelos americanos (Estados Unidos, Chile, Canadá, Venezuela), actuó para más de 70 mil personas en Montevideo en el marco de los festejos por el Bicentenario uruguayo y giró por más de 30 ciudades europeas. Entonces, ¿cuál es el gran polvo de tocar en GEBA, algo que no es tan gigantesco por sí mismo si se compara con todo aquello otro, después de todo? “Es un show en el que se puede hacer evidente el crecimiento y el recorrido que tuvimos por toda la Argentina”, aclara Emiliano. “Y bueno, Argentina es una base más sólida, la más sólida de América latina, como para salir al mundo.”
Ahí estaba el tema y, hecha la aclaración, no resultaba tan misterioso: NTVG es sin dudas, junto a Calle 13, la banda de proyección internacional de esta región. La diferencia es que a Calle 13 demasiado recorrido no le queda como para ampliarse ad infinitum, pero a NTVG le queda todo un trecho por explotar. Su próximo disco, para el que ya tienen compuestas unas diez canciones y que planean grabar a mediados de 2012, oficiará de vehículo, sobre la carretera de su base rioplatense de seguidores, para transportar a NTVG a nuevos niveles transnacionales y translingüísticos. El gran desafío, la Gran Epopeya soñada por los músicos curtidos al fuego de otros tiempos, pero también sobrevivientes de éstos que hoy hay. Y un poco de la Gran Siete, de esa suerte o esa gracia o ese merecimiento que hoy se cobran tan pocas bandas. Brancciari y NTVG no dejarían vencer ese cheque.
Un año a la izquierda del cero
“Este fin de año nos agarra felices y cansados. Siempre los años en los que presentamos los discos son más cansadores que en los que grabamos. Es cuando tenés más shows, más viajes, pero es el año que más se disfruta, el más lindo, el más compartido con la gente. Es lo que sueña cualquiera de los que hacemos música: hacer un disco que nos enorgullezca y que sea bien recibido por la gente y poder compartirlo con ella. Y es lo que ocurre.” Así que no: más no se puede pedir. Salvo que el pedido sea a uno mismo porque, como es frecuente, el superyó siempre encuentra qué más pedir: “La banda tiene la filosofía de que siempre hay que buscar superarse, y no me refiero a cantidad de público sino a buscar siempre dar lo mejor. Es lo mínimo que podemos hacer, porque es lo que nos mantiene motivados. Si este disco estuvo bueno, el que viene tiene que estar mejor, vamos a dedicarle más tiempo o vamos a ir a mostrarlo a lugares a los que no fuimos. Pero la motivación tiene que nacer de nosotros, así termina motivando al público”.
–Pero en esa situación aparece un riesgo que tienen las bandas grandes como la suya. ¿Qué pasa cuando ustedes leen su camino como un progreso y su público, o parte de él, ve que se han “ablandado” o algo por el estilo?
–Es fácil caer en eso, pero a nosotros no nos interesa ni la presión por vender más o llenar lugares, ni descansar en el lugar que tenemos. Que me disculpen, pero no voy a hacer lo mismo que en los primeros discos. No lo voy a hacer porque no soy el mismo, no somos los mismos. Si quisiéramos repetir fórmulas, ¿cómo saldríamos a defender eso? No convenceríamos a nadie, porque no lo estaríamos nosotros. Si acá estamos es porque dimos pasos firmes y nunca nos creímos más de lo que somos, y eso es un mérito.
–¿Por qué?
–Me parece que porque, desde el principio, tenemos una gran capacidad para vivir diferentes realidades. En cada lugar al que vamos por primera vez, empezamos de cero. Cuando empezamos a tocar en la Argentina, llevábamos miles de personas en Uruguay, pero eso no nos servía para nada. Empezamos a tocar para 50 personas, de banda invitada; esas cosas que si no estábamos preparados como grupo humano, no las íbamos a querer vivir de nuevo. Pero sabíamos que no teníamos un aparato gigantesco, que éramos independientes y que la única manera que teníamos de hacer las cosas era haciéndolas. Aunque hoy tengamos apoyo, eso no lo perdimos: vamos a lugares por primera vez, en los que rebota todo el trabajo de estos años, pero todavía dormimos de a nueve en la misma pieza... y tocamos con los equipos que haya... y los cargamos nosotros... y llegamos casi a 18 años de banda haciéndolo así.
–Pero, lo de nueve en una pieza, ¿les sigue pasando o era un ejemplo?
–No, no, nos sigue pasando. Este año tocamos en el Latin Alternative Music Conference de Nueva York y dormimos nueve en la misma habitación. Fue un caos, pero, ¿quién me quita haber tocado en Nueva York en el LAMC y en el B.B. King Theatre, para 1200 personas? Compartiría toda la vida la habitación con otras ocho personas si van a ocurrir cosas así. No se nos caen los anillos porque esto es lo que nos da de comer, trabajamos de esto. Fuimos a tocar, sin dormir, a Canadá. Y volvimos a tocar en Nueva York, sin dormir. Pero es el momento que tenemos para poner esta energía, porque el cuerpo nos va a dar durante un tiempo más. A veces uno no tiene ganas y viene otro y te tironea para que lo hagas. Pero siempre haciendo lo que queremos de verdad, e intentando que nadie nos lleve de las narices.
Un cantante, dos orillas
La madre de Emiliano, uruguaya, no sólo se separó del padre del músico sino que se quedó sin trabajo, todo en plena hiperinflación. Volvió al Uruguay para encontrar trabajo, mientras Emiliano se quedaba, junto a sus hermanos, en lo de sus abuelos. Una llamada avisó que estaba todo listo para su próximo destino vía ferry: “Cuando nos dijo que nos mudábamos a Montevideo, yo me puse re-chocho, porque era el lugar de mis vacaciones. La joda vino cuando mis amigos empezaron a hacer cada uno sus cosas y yo tuve que empezar de cero, ser el nuevo en la secundaria. Igual pasé la mejor adolescencia”, recuerda el cantante. Era otro Montevideo, claro. Más seguro, dice. Más seguro que ahora y más seguro que Buenos Aires entonces, donde “ya no se podía andar en la calle hasta las 5 de la mañana” y donde, por supuesto, no había mar a diez cuadras de la casa. “Me pasé toda mi adolescencia en la calle y la pasé y la viví bien. Más allá de lo que vino con No Te Va Gustar, en lo personal es la etapa que uno siempre se queda mirando como la mejor, la de la adolescencia, por todo lo que descubrís.”
En 1994, Emiliano, el bajista Mateo Moreno y el baterista Pablo Abdala comenzaron NTVG. En la formación actual sólo queda Brancciari, acompañado de Guzmán Silveira (bajo y coros), Diego Bartaburu (batería), Gonzalo Castex (percusión), Martín Gil (trompeta y coros), Denis Ramos (trombón), Mauricio Ortiz (saxo tenor), Pablo Coniberti (guitarra) y Marcel Curuchet (teclados). Luego de dos discos y de una intensa gira por el interior atlántico y continental uruguayo, Emiliano volvió a la Argentina en 2003, con una banda a cuestas: “Los primeros shows eran por San Telmo, el Sur y el Oeste (del conurbano) y Ruca Chaltén. Tocábamos para sesenta, ochenta, cien personas, pero para mí ya era muy emocionante poder mostrarles a mis amigos cómo era mi país. Yo soy argentino y me llena de orgullo mi país”, clama.
“Por eso me fue tan difícil creer que tocamos en la Plaza de Mayo en un festival por el Día de los Derechos Humanos, o que tocamos una vez en el Luna Park, luego dos, al otro año tres, y ahora cuatro. O que te nominen a un Premio Gardel con Divididos, a quienes escuchaste toda tu vida, y con Los Auténticos Decadentes, que admiraste siempre... son cosas re-fuertes.” Emiliano nació en Buenos Aires, pero apenas había llegado a conocer Mar del Plata y Entre Ríos en su adolescencia. Este año, con NTVG, recorrió todo el mapa, marcando cruces de Sur a Norte, con momentos destacados como los tres estadios repletos frente a los que tocó en Córdoba. Desde ya, esto vino rato largo después, con otros cinco discos encima, tres DVDs, sellos de por medio, grandes escenarios, agentes de prensa y miles de seguidores que explotan cada concierto que No Te Va Gustar haya dado en la Argentina en el último lustro. “Tuvimos la suerte de que cuando ocurrió Cromañón ya estábamos empezando a sacar la cabeza del under. Habíamos estado tocando en Cemento, en El Teatro y ya estábamos tocando para bastante gente. Los lugares que cerraron eran más chicos y se hizo más difícil para las bandas que tocaban para 300 o 500 personas, pero nosotros ya la habíamos pasado.”
No va a quedar ni uno suelto
En la quiniela, el número 17 representa a la desgracia. En No Te Va Gustar denota un estado de gracia: es la cantidad de años que llevan juntos, la cantidad de personas involucradas en el núcleo duro de músicos, técnica y producción, y es la cantidad de países que NTVG ya recorrió. Al filo de la mayoría de edad, buena parte de las relaciones que se trazan en esos tres apartados aparecen resumidas en la última entrada que Emiliano hizo para el diario virtual de su gira, en su sitio web. “La verdad es que fue sumamente disfrutable todo, desde los conciertos, la comida en España, la cerveza alemana, los paisajes de Austria y Suiza, hasta la convivencia grupal. Esto último lo recalco, porque después de 30 días conviviendo las 24 horas con la misma gente, se puede transformar en algo feo en cualquier momento. Bueno, eso no pasó. Se ve que los códigos de convivencia los tenemos más que aprendidos. Durante ese período, en casa, Santino (su hijo) empezó a caminar, falleció Jorge (su chofer en Buenos Aires), mi amigo Willy fue papá, Peñarol llegó a la final de la Copa Libertadores; en fin, me perdí de muchas cosas y algunas muy importantes, como otras veces, pero a pesar de todo volvería a elegir este trabajo y a este grupo mil veces.”
–¿A partir de qué te surgió ese sentimiento?
–Creo que de poder mirar para adelante y pensar en que con ellos quiero seguir mi vida. La convivencia y el trabajo con amigos están buenísimos, pero pueden llegar a resquebrajar tus relaciones. Nosotros hemos llegado al punto de que nos conocemos y sabemos cuidarnos, aunque discutamos. Pero encontramos el punto justo de decirnos las cosas, a veces con humor, a veces con acidez, para que a nadie le quede nada atragantado, y eso hace que las relaciones estén siempre frescas. Hay mucha firmeza en el cariño que nos tenemos y no creo que se nos vaya la moto a ninguno a esta altura.