Todo comenzó El pasado miércoles 20 de octubre, a las 11.15, cuando un grupo de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca intentó cortar las vías del tren en la estación Avellaneda. No llegaron al objetivo: un grupo que responde a la conducción del secretario general de la entidad, el eterno José Pedraza, lo impidió y comenzaron a correrlos. Hasta allí no era más que otro episodio de una saga violenta que, esta vez, terminó en tragedia.
Reclamaban la reincorporación de 106 compañeros despedidos, pero frente a la presencia de gremialistas alineados con Pedraza en los andenes, optaron por caminar por una calle paralela a las vías. Cuando finalmente intentaron perpetrar el corte, varias personas de la conducción, encabezados por el dirigente Pablo Díaz, de la Unión Ferroviaria, comenzaron a arrojarles piedras y palos.
Los dirigentes de la patota armaron una contramarcha contra nosotros con trabajadores que están efectivos y también con barras bravas de Racing”. A las 13.35, perseguidos y perseguidores ya estaban a metros de la estación Barracas, Allí se escucharon entre cuatro y cinco disparos. Uno de ellos dio en el pecho del joven Mariano Ferreyra, un militante estudiantil, afiliado al Partido Obrero, agrupación que había asistido en apoyo al reclamo de los tercerizados. Desvanecido, Ferreyra fue trasladado de urgencia al Hospital Argerich. Falleció en la guardia.
El cuestionado dirigente Pablo Díaz, es uno de los hombres de confianza de José Pedraza, un gremialista que abrazó con fuerza aquella gesta del ex presidente Carlos Menem, quien en la década del ’90 lanzó la frase temeraria que decía: “Ramal que para, ramal que cierra”. Pedraza la escuchó, pero no hizo nada para evitar miles de despidos en aquella época de privatizaciones aceleradas. El pago: la presidencia del Belgrano Cargas. Este interminable secretario general de la Unión Ferroviaria trabajó para que Menem lograra llegar a la presidencia en 2003 junto a otros “gordos” que exhiben más de dos décadas al frente de sus gremios, como Armando Cavalieri o Luis Barrionuevo. También sufrió cuando supo que uno de sus mejores amigos, Juan José Zanola, quedó detenido en la causa de la mafia de los medicamentos. Quizá se imaginó en esa situación, ya que desde que hace un lustro la Justicia lo procesó por presunta estafa a sus afiliados. En esa oportunidad sufrió un embargo de 50 millones de pesos.
La Justicia reconoció a Cristian Favale como el barrabrava de Defensa y Justicia que se busca por ser el presunto autor del disparo que acabó con la vida del joven.
Favale, alias el "Gordo" y el "Tatuado", es un integrante de la segunda línea de la barra del "Halcón" de Varela, y ya se libró una orden de captura nacional e internacional ese grupo violento del equipo de Florencio Varela, y por él la Policía libró la captura nacional e internacional, según anticipó hoy CN23.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario