¿EL INDIO HACE UN COVER DE SODA?
A pocos días de lanzarse el tercer disco del Indio Solari, un rumor estalló en la web: ¿incluye una versión de “En la ciudad de la furia”, clásico de Soda Stereo?
Que Solari cante a Calamaro no sería novedad. Que tribute a Almafuerte, a Manal o a Pescado no llamaría demasiado la atención. Ya sí resultaría interesante una reversión de Seru Giran, de Virus, de Las Pelotas o de Sumo. Ni hablar de Skay (¿será un acercamiento?). Pero si a eso se le suma un homenaje a Gustavo Cerati, estaríamos ante una de las noticias más importantes de los últimos años: el fin de un enfrentamiento estúpido. De una innecesaria futbolización del rock argentino que no ve con buenos ojos que te gusten Los Redondos y Soda Stereo y obliga a tomar partido.
Ojalá se confirme y no quede solamente en un rumor.
Así lo publica la web RockSalta, que arriesga también el listado completo de los dos discos:
Disco 1
1. Cien vueltas
2. Ana 0
3. El perfume de la tempestad
4. Sincornio de luces (acto I)
5. SiemPRe
6. Sueños ajenos
7. Silver tutuca
8. Durmiendo en el cosmos
9. Clavos, agujas y un bufo para los corazones
10. La calesita
11. Tangopolis
12. Hojas de viento
13. El neon de Ponce
14. Red sky red
Disco 2
1. El regreso de Mao
2. La ciudad de la furia (cover de Soda Stereo)
3. Se vos (cover de Almafuerte)
4. Espiroqueta-El golem de Paternal ( el ultimo cover de Skay Beilinson)
5. Sera (cover de Las Pelotas)
6. Jugo de tomate frios (cover de Manal)
7. Post-Crucifixcion (cover de Pescado Rabioso)
8. Imagenes paganas (cover de Virus)
9. Paloma (cover de Andres Calamaro)
10. TV Caliente (cover de Sumo)
11. Peperina (cover de Seru Girán)
La tendencia de covers quedó reflejada recientemente en el único show que Indio dio en el año, cuando reunió unas 100.000 personas en Tandil y abrió con su versión de “Jugo de tomate frío”.
“El perfume de la tempestad” será presentado en el Estadio Padre Martearena de Salta, el 26 de marzo de 2011.
VUDU
El embrujo rosarino llego para quedarse. Ultimo show en capital.
El 4 de diciembre a las 23.30 hs. vudú despide el año en capital federal con un show en asbury.
Con más de 10 años de trayectoria, 3 discos editados, 2 grabados (uno en vivo, y otro en estudio) ambos próximos a editarse, cientos de shows, y una larga historia que los respalda, la banda rosarina VUDU, supo mantenerse desde el año 2000 con su formación original, integrada por: IKE PARODI en voz, NAHUEL ANTUÑA en Bajo, WILLY ECHARTE en Guitarra, MARIO LAURINO en Batería, y el espíritu musical inquebrantable que los identifica.
La banda se caracteriza por haber sido independiente durante estos diez años, encontrando un lugar en la escena musical, destacándose por la pasión que los caracteriza la cual se manifiesta tanto en el sonido contundente de sus shows como en la sincera y fluida comunicación con un público que se acrecienta cada vez más.
Encontrándose actualmente en uno de sus mejores momentos signado por el incremento de sus producciones independientes, el crecimiento continuo en convocatoria y el reconocimiento de los medios a nivel nacional.
Reconocida como una de las bandas más importantes de la pasada década en rosario, el grupo logro mantener una consistente continuidad de los shows que desde mitad del 2010 viene brindando en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, concentrando la mayoría de las presentaciones, lo que no ha pasado inadvertido. Tucumán, Córdoba, Mendoza, y Santa Fe son ciudades que volvieron a recorrer con buenas repercusiones e incremento de adeptos.
Sin lugar a dudas VUDU ha llegado para quedarse.
Proyecto 2011
El año entrante se avecina prometedor y lleno de expectativas: La edición de su cuarto disco de estudio (Finalizado en el Estudio Del Abasto – Álvaro Villagra) que estará en las bateas de todo el país en los primeros meses del año y la edición de su primer disco EN VIVO fruto de los festejos de los 10 años( grabado en distintos shows en el mítico local Willie Dixon de la ciudad de Rosario), son solo un adelanto de lo que se viene.
www.vudurock.com.ar
MEGAFESTIVAL METALERO
Lo más grande del heavy nacional cierra el año en un festival imperdible.
El 25 de diciembre almafuerte cierra el año en el microestadio de argentinos juniors, junto a vox dei, el reloj y dulces16
ALMAFUERTE será parte de un MEGAFESTIVAL con un show imperdible, en el que los legendarios VOX DEI, EL RELOJ y DULCES16 compartirán por primera vez un mismo escenario.
ALMAFUERTE
Sin dudas la banda de Heavy Metal más convocante de la Argentina y posiblemente de latinoamérica, guiada por el gran Ricardo Iorio, también cuenta en su formación a Claudio Marciello, Adrián “Bin” Valencia y Alberto “Beto” Ceriotti. Almafuerte es en palabras de sus fans, lo mas grande del heavy nacional y cierra el año en este show, donde los clasicos de la banda estaran a la orden del dia.
VOX DEI
Pilar fundacional de nuestro rock, y con una trayectoria de shows en vivo y discos clave en la historia del rock nacional, VOX DEI se presentara en este festival, acompañados en batería por Simón Quiroga, debido al reciente fallecimiento de su batería original. VOX DEI es hoy una de las bandas mas representativas de nuestro rock, contando entre sus trabajos con discos como La Biblia, Jeremias Pies de Plomo y otros clásicos. VOX DEI es Bajo y Voz: Willy Quiroga, Guitarra: Carlos Gardellini , Batería: Simón Quiroga.
EL RELOJ
Desde 1971 el Reloj es una de las bandas de heavy metal mas longevas y con mayor trayectoria de nuestra escena. Una banda que arraso con todo allá por 1973, que tomando las rítmicas del heavy metal y enriqueciéndolas, le dieron un nuevo giro a la escena y que aun hoy, siguen vigentes y con toda la fuerza que los caracterizo. El RELOJ es: Batería: Juan Esposito, Guitarra Líder: Osvaldo Zabala, voz: Jorge Martínez, guitarra: Juan Manuel Agüero, Bajo: Oscar Perez Lozano, teclados: Pablo Marciello.
DULCES16
Formados en 1979, y con dos clásicos como Dulces 16 y En Medio de la ciudad, DULCES16 se presenta como apertura de este festival de fin de año, en el que cuatro bandas clásicas y legendarias de nuestra escena brindaran un show imperdible y que sin dudas será uno de los shows del año de nuestra escena. DULCES 16 es: Guitarra: Conejo Jolivet, Guitarra y Voz: Rudy Marcolongo, Guitarra y Voz: Gustavo Perez, Bajo: Guillermo Salinas, Batería: Sebastian Peycere.
FITO PAEZ
Mal rendimiento. En México, ante más de diez mil personas, Fito Páez repentinamente se quedó sin voz.
Recientemente, Fito Páez se presentó en México, en el Auditorio Nacional, ante más de diez mil personas; el recital se dio en el marco de la gira internacional de festejo por sus veinticinco años de trayectoria.
Sin embargo, lo que sería una noche de gloria se vio truncada cuando el cantante hacía un dúo con Armando Manzanero entonando “Esta tarde vi llover”. Y es que justo en ese entonces se quedó afónico y tuvo que abandonar la pieza; tan fuerte fue la molestia que después entregó el micrófono al público durante gran parte del concierto.
“Es la primera vez que me pasa”, se excusó Páez sonriendo, empleando una frase tristemente célebre para el gremio masculino. “Fueron los resortes de eseFALOPA
Pablo Marchetti y una entrevista de fogón
Barb Pistoia - blog.rock.com.ar
Éste sábado 27 en La Trastienda, Conjunto Falopa presentará su segundo disco: “Cancionero para un fogón anarco-peronista”. Entrevistamos a la voz cantante, que no solo lleva la posta de ésa posición dentro de la banda, sino que lo representa para una generación, que, descreída y con antipatías políticas, encontró en sus formas un reflejo de expresión, aun antes que estalle el tema monopolios y otras yerbas. Pablo Marchetti, un corte, una quebrada, con ustedes.
Mientras que como periodista y más aun, fundador de Revista Barcelona, se encarga de hacerle el juego a la derecha, musicalmente podemos decir que les hace el kamasutra a todos los bailongos que entre cumbias y reguetones, se olvidan de una meneada a partir de las chacareras. Autor de teatro, escritor, conductor, cantor, poeta y un popupurrí de “etc”, marcan a éste argento de pies a cabezas, comprometido en extremos y desatendido en protocolos.
El hallazgo tardío para quien escribe del material discrográfico en cuestión, culminó en una sensación doble, que no significa bipolar, pero también podría ser. Conjunto Falopa fue una gran sorpresa al segundo de empezar el primer track del EP difusión de “Cancionero para un fogón anarco-peronista”. Sobre todo por su orquestación y la profundidad popular con la que alimentan la poesía. Porque sí, se puede ser cínico, irónico, y a la vez, sonar poético, y mas aún, a merced de iluminar lo esencial de los ritmos del Río de la Plata. Pero claro, dentro de ese ADN, es avasallante la capacidad argenta con la que no subestiman la impunidad ni la belleza secuencia con las que nos hacen el humor a todos.
“Cuando lleno un formulario pongo ‘periodista’. Alguna vez puse ‘cantor’, pero cuando es posta, para entrar o salir del país por ejemplo, siempre pongo ‘periodista’. Creo que es porque, de todo lo que hago, lo que suena más careta.” Así empieza la conversación virtual que mantuvo Pablo Marchetti con Rock.com.ar, empezando por la desidia manera de encontrar un inicio a tener tanta data que acorralar. Y vaya si será periodista, que la entrevista voló por mail, y llegó al día siguiente con notoria dedicación de quien sabe ver lo que implica éste hacer.
Radio, gráfica, música…. ¿Hay espacio aun para alguna frustración de expresión?
-No, la verdad es que me siento bastante hincha pelotas. Tengo miedo de saturar, de ser un “opinólogo” todo terreno como tanto pelotudo que abunda. Pero me gusta escribir, me gusta cantar, me gusta hacer radio, me gusta editar, me gusta grabar…
En cada una de las facetas, que te hacen a vos ser el que sos, hay mensajes constantes y entre líneas liberadísimos. ¿Cuánto hay de creatividad, de pensado, de espontáneo y cuánto hay de “la puta me pasé en esto” o simplemente es zambullirte a la impunidad de la ironía y gozar?
-Es exactamente lo del final, más precisamente lo que sigue después de “o simplemente”. Sin signo de pregunta, claro: “Zambullirme a la impunidad de la ironía y gozar”. Me gusta como está planteado. Y le agregaría: “Sin ningún temor al ridículo”. Digo lo que quiero, como se me canta, con quienes se me canta. Qué sé yo, está bueno!!!
Desde la gráfica sale una reacción en vos nata, a un sistema de comunicación bastante macabro. Incluso desde antes de Barcelona y desde antes que se instale el tema de monopolio, tu carrera ha tenido una coherencia contestataria con creatividad, humor y cierta estética al estilo de bajada de línea. Desde la radio, también se puede impulsar una reacción a esa misma hegemonía, a reírse no solo del contexto sino de lo propio del periodismo y de lo hitero que se vuelven las temáticas en plan radial. La pregunta es, desde la música ¿hay una reacción o una necesidad de respuesta a algo/alguien o simplemente es hacer música?
-Hay dos cosas que me obsesionan: la poética y la política. O, si preferís, el arte y la comunicación. Me hincha las pelotas lo de “arte”, porque suena elevado. Lo mismo que poesía, aunque lo de poesía no me importa tanto porque tengo un poquito más claro cómo bajarla de un hondazo. Pero hay un equilibrio entre esos dos elementos. Lo que ocurre es que en el caso de la gráfica y de la radio los porcentajes de comunicación o de política son más elevados. La canción es bastante más artística. Porque los textos requieren de cierta lírica que en el periodismo está ausente o mucho más diluida. Y, fundamentalmente, por la música. En Falopa hay grandísimos músicos. Fede es un musicazo, un titán, un directorazo, un arreglador excepcional, un tipo con muchísimo vuelo. Y con una libido puesta en la banda que hace que todo brille. Pero también está Fran, que viene de atrás porque tiene su proyecto personal, una big band increíble: Jue Mandinga. Juani es un killer recontra callado que se toca todo. Juanovsky es un marciano. Un tipo que pela unas cosas que están muy presentes en el disco, aunque algo anecdóticas. Pero en cuanto encuentre su lugar más grosso la banda puede entrar en un trance psicodélico. Y Popo, que pela peña y fogón, y que en vivo es fundamental, sobre todo para los momentos folk. Hay mucha data musical en Falopa. El despliegue en este disco es formidable. Y yo soy absolutamente ajeno a eso, es un mambo de Fede y del resto que se suma. Y me gusta que sea así. Yo no soy músico. Yo soy el cantor. Pero los pibes son unos musicazos y crean arte.
Y así, de imposible mejor manera, presenta a sus compañeros de ruta. Gran equipo gran, sólido. Se percibe en la sonoridad el diálogo entre ellos con libertad de ser a través de sus canciones, y de crecer en el fundamento de la confianza que los une. Se nota, hay unión y mucha elaboración. Si el General decía de crear comisiones para que se desgasten, acá, sin ser mas que un Conjunto Falopa de la buena, se nota el laburo invertido, y en vez de esfumarse en el enrolle de las tareas que aplican a conformar una banda, se reproducen en sus creencias las consistencias que van bien naciendo.
¿Cómo es la rutina de Conjunto Falopa en cuánto a ensayos y momentos de composición?
-Ensayamos una o dos veces por semana, depende. Una, seguro. Pero con Fede nos juntamos más seguido. Él me muestra demos, arreglos, intercambiamos data. Aunque la composición viene después y es bastante personal. Cada uno escribe por su cuenta.
¿Cómo encaran la presentación en La Trastienda?
-Con muchos ensayos, con mucha precisión, con muchos elementos que normalmente no son prioritarios (como luces, lista de temas, etc) y con mucho nervio, también. El disco es muy complejo y no es fácil trasladarlo al vivo. En ese sentido, hay un salto importante respecto del anterior. No digo que el hecho de ser más complejo signifique que sea mejor. Pero sí, es más complejo.
Orlando Barone, vincha y remera, mas bombacha en mano para tirarla al escenario… ¿tiene las puertas abiertas del camarín o es considerado groupie no grata?
-El Conjunto Falopa no conoce la acepción del término “groupie no grata”. Cree que eso no existe, ni siquiera en el caso del ejemplo extremo al que hacés referencia. Ah, y además el Conjunto Falopa habla de sí mismo en tercera persona.
Es el momento del trencito en el casamiento de estancia… ¿qué canción de Conjunto Falopa puede sonar bien?
-Matelassé.
Vale resaltar esto: que no se tome como una banda hobbie, y que el humor no sea una liviandad: tal vez sea momento de entender que así como política es todo en ésta vida, el periodismo es un punto de encuentro para las diferentes maneras de sobrellevar la afición a las letras, y desde ese rejunte, el honrarse con uno mismo, no siendo independiente de lo que se hace y se es, termina por guiar la obra al Sol de cualquier artista: la fe en la emoción. Y el arte amerita revolucionar las emociones, sino el compromiso con el embellecerlo todo dónde está? Conjunta Falopa cumple los requisitos y rompe varios casilleros mas.
La Ley de Medios claramente es lo mejor que puede sucedernos, por democratizar la realidad de la comunicación. Dejando de lado el color mas rosa de éste tema, y desde cada uno de los lugares que ocupas en la escena: como periodista, como conductor, como músico, como escritor, poeta y como ciudadano mismo, ¿qué preocupaciones quedan pendientes del trato que se le está dando a la aplicación de la ley?
-Mi preocupación mayor es que quienes se opusieron a la ley (con el oligopolio Clarín como socio mayoritario, pero también con La Nación, Perfil y con algún que otro zángano con aires de progre que quiera sacar chapa de original) tengan el poder como para seguir pateando todo para adelante hasta que todo vuelva atrás. Me daría mucho odio que sucediera eso. OK, yo siempre tiendo a pensar que “hecha la ley, hecha la trampa”, pero aunque sea dejen que se haga la ley. También está la preocupación de que por algún motivo el Gobierno termine firmando un acuerdo con quienes se oponen a la ley y todo quede en nada. Esto último me resultaría muy extraño, porque hasta aquí la jugada del Gobierno siempre ha sido ir a fondo. Hace unos meses Jorge Asís dijo en su blog que Kirchner y Magnetto habían firmado una tregua. Pero la verdad es que, aunque siempre escucho atentamente a Asís, creo que en este caso no hay ningún elemento que nos permita pensar en tal cosa. Más bien, todo lo contrario. Esas son mis preocupaciones respecto de la aplicación de la ley.
Hay una batalla ganada que es la instalación del tema, que abarca desde Papel Prensa, la relación íntima del Grupo Clarín con la dictadura, el vacío mediático a los Derechos Humanos y la mirada burlona a los símbolos de aquellos años, plus los ADN de Marcela y Felipe que le quitaron ferozmente espacio en la pantalla a la lucha de Abuelas, el desnudo de los manejos de las corporaciones como poder económico y sus asociaciones con lealtad mafiosa a ciertos sectores políticos, etc… Al margen de esto (y todo lo demás sabido), que seguramente al votante de sectores como PJ disidente o PRO poco y nada les importa, ¿cómo crees que se va a poder sostener esto trascendiendo el gobierno de Cristina Kirchner, o sentís que ésta limpieza y posición adelantada de todo éstos grupos, son una “batalla” muy sostenida y respaldada desde un gobierno nacional y popular, y que en lo cíclico de nuestra historia, todo pasa y queda en la memoria de muchos, pero sin poder para solventarlo a modo educación cívica.
-Tengo mis dudas. Creo que actualmente esa batalla no la puede sostener nadie con ese nivel de violencia y de daño (y digo esto con una enorme simpatía, con cariño a esa violencia y a ese daño) como lo hace el Gobierno Nacional. Me parece que si el oficialismo pierde, a cualquier otro que venga le va a convenir seguir adelante con lo hecho por este Gobierno contra Clarín. Porque el daño mayor ya está hecho. Ahora falta el golpe de gracia y a sacarse el gran enemigo de encima. Y a crear pequeñas redes, que eso es lo más interesante. Pero no creo que quien venga lo haga. De modo que no sé si esto que hoy nos parece normal va a ser la educación cívica del futuro no muy lejano. Tengo mis dudas. Más bien, tengo un flor de cagazo. El mismo cagazo con el que fui a Plaza de Mayo al velorio de Kirchner.
Eras militante activo del peronismo, ¿en qué momento decidiste seguir la militancia desde la creación y no desde el territorio político?
-Milité en el peronismo de pendejo. Desde los 15 años, en el secundario. Hasta los 21, cuando ganó Menem. En la interna estuve con Cafiero. Había gente interesante allí. Yo era lector de Unidos. Y cuando ganó Menem me quería matar. Milité en la campaña pero muy bajoneado. Y cuando se abre el Grupo de los 8 me fui con ellos. Me caía de puta madre Germán Abdala. Bueno, y De Gennaro, también. Seguí siendo simpatizante del Frepaso por un tiempo, pero me fui a la mierda al toque. Dejé de militar y de escribir poesía. Y me metí a hacer periodismo.
Pablo Marchetti pasa por la jornada diaria de uno, en cualquiera de sus presentaciones de expresión, y para el acuerdo o la fricción, así como Campanita largaba un polvito mágico, él chabón termina empapándote de atrocidades reflexivas que te hacen estar tan bien informado y tan bien atendido, que la vida se vuelve mas bella. Sin positivismos Baroniles ni las tragedias griegas de los manuales Santillán. Palo y a la bolsa: se podrán repetir sus milongas en los primeros puestos de ranking Hot de verano y estallar la banca de SADAIC, quizás se ampollen los pies de cumbia patriótica y las cucarachas hagan orgías entre las colecciones eternas del papel no prensa de su revista, la radio – tan bendita radio – serán fascículos coleccionables en compacteras, pero lo necesario y urgente, con firma de saber que para un… no hay nada mejor que otro… es declarar que caigo en apología y el sábado es imposible no fumarse a Conjunto Falopa. Si los noventas no dejaron a Fleco y Male en rehabilitación perpetua, seguramente también asistirán…
¡Qué viva la devolución! Y siempre es bueno devolverle a lo autóctono, un renacimiento pervertido en frescura y sostenido en el buen sentir del que el arte respira, casi sin quererlo y casi sin opción. Marchetti no eligió, el arte lo encontró, y en ese camino ha sabido llegar a éste presente bien rodeado de noticias que hacen escuela y de canciones que hacen momentos dignos de estampitas.
Por último, ¿Quién resistirá cuándo el arte ataque?
-Si ataca la Argentin: Luis Alberto Spinetta, Leonardo Favio y Juan Gelman.
FESTIVAL MONUMENTAL POR MARIANO FERREYRA
Calle 13, Damas Gratis, Las Manos de Filippi, Onda Vaga, Karamelo Santo y Alika tocaron en Plaza de Mayo para exigir Justicia por el asesinato del militante del Partido Obrero; crónica y fotos
Por Nicolás Igarzábal – Revista RS
Primero que nada, la consigna del festival: juicio y castigo para los asesinos de Mariano Ferreyra, el joven militante del Partido Obrero que mató una patota de la Unión Ferroviaria el mes pasado. Después, el lugar elegido: La Plaza de Mayo. La de las bombas contra Perón, la de la arenga militar por Malvinas, la del que-se-vayan-todos al ritmo de las cacerolas y la que protestaba contra la inseguridad. Esa misma. Por último, la lista ecléctica de bandas que se solidarizaron con la causa: Calle 13, Damas Gratis, Las Manos de Filippi, Onda Vaga, Alika & Nueva Alianza, Karamelo Santo, Juan Subirá y Piola Vago.
Piola Vago (con saludito de Carlitos Tévez por las pantallas) arrancó a las seis de la tarde y Damas Gratis terminó pasada la medianoche, con Hugo Lobo y Dante Spinetta (rapeó en "Cumbia callejera") como invitados. En el medio: rock, rock, rock. Juan Subirá siguió presentando temas de su disco solista (Fisura Expuesta) y coló un clásico bersuitero, "El viejo de arriba", con una ayudita de sus amigos: Dani Suárez, Pepe Céspedes y Limón García. Bersuit Not Dead. "Estamos acá para pedir Justicia y fundamentalmente para que esto no se repita nunca más", pronunció el cantante antes de despedirse. Los Karamelo Santo demostraron que siguen divirtiendo (y divirtiéndose) de lo lindo a pesar de la salida de Goy. Para suplantarlo, Piro y Gody están más inquietos que de costumbre. Pulgar para arriba para "Fruta amarga", "Negro" y la versión ska de "No tan distintos".
La gente empezó la jornada con mate y biscochitos, en clima de acampe veraniego, y terminó con cerveza y vino. Muchas gorras con visera, puestos de rastas y bijouterie hippón, choripanes y garrapiñadas. Estudiantes de Puán, curiosos, familias, oficinistas y Jazmines de Grazias. Muchas remeras de Ska-P, Arbolito y La Renga. Porque siempre que se anuncia una "banda sorpresa" van fans de La Renga, por las dudas. Aunque las que más resaltaban eran las que vendían con la cara de Mariano, convertido en nuevo icono de la resistencia, con lema guevarista incluido ("Hasta la victoria siempre"). La Pirámide de Mayo estaba grafiteada con una leyenda en su honor: "Mariano vive en el pueblo".
Alika desplegó todo su "sonido anti opresión" y levantó al público con la consigna "el que no salta es una amargo que votó a Macri". Onda Vaga redujo su repertorio a canciones de Fuerte y Caliente (2008), casos "Mambeado", "Sequía de amor" y "Cartagena", con gran aceptación en el sector femenino. "Sabemos que Mariano escuchaba esta música", contó Nacho Rodríguez. "Matan porque no saben amar: basta de impunidad, media pila", completó Marcelo Blanco. ¿Nace el fogón combativo?
A pesar que no cerró el festival, el plato fuerte de la noche fue Calle 13. Por convocatoria, por chapa internacional y, especialmente, por el nivel de agite. Residente y Visitante prepararon un set bien rockero, por si alguno todavía cree que son un grupo para perrear. "No hay nadie como tú", "Calma pueblo" y "Vamo' a portarnos mal" (estreno del nuevo disco) picaron en punta. Jorge Altamira no perdió la oportunidad de saludar a René y agradecerle públicamente por el "acto gigante de solidaridad". El cantante, recién llegado al país, acotó: "Estoy muy contento de estar en Argentina, la siento como mi segunda patria". Y terminó cantando con la gorrita del Partido Obrero. En Puerto Rico no se consigue.
¡Corte de ruta y asamblea! Las Manos de Filippi, habitué de los festivales políticos, descontrolaron con "Cutral-co" (el "hay que matar al presidente" sonó escalofriante frente a la Casa Rosada), "Los métodos piqueteros" y "Sr. Cobranza". El Cabra expresó al final: "Un placer haber tocado para la juventud organizada". Y Pecho anunció, cariñosamente: "Ahora viene el cumbianchero más rockero". Dicho y hecho. Pablito Lescano y sus Damas Gratis hicieron bailar a toda la Plaza, gracias a los sonidos de su teclado-escopeta. No faltaron "Alza las manos", "Los dueños del pabellón" e "Industria argentina" (se lo extrañó a Fidel). Cerraron con "El viejo de la bolsa" y dejaron con ganas de más.
"A Mariano Ferreyra lo vamo' a vengar, a Mariano Ferreyra lo vamo' a vengar, con piquetes y la huelga general", fue el cantito que se impuso abajo del escenario. Entre una banda y otra, también se recordó a Walter Bulacio, Luciano Arruga y Rubén Carballo. Además hubo videos de apoyo grabados por Manu Chao ("aguante siempre"), Julieta Díaz y Leonor Manso. "Se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical", entonó la gente más tarde. Según cifras oficiales, asistieron 60 mil personas. Un reclamo Monumental.
BAHIANO, EL REY MAGO
blog.rock.com.ar
“Rey mago de las nubes” es el título del próximo disco de Bahiano, el tercero de su carrera solista, que será lanzado en enero próximo y ya tiene en “El pescador” su adelanto, que podés escuchar acá.
El ex líder de Los Pericos y actual conductor del programa MP3 ha planeado un disco de reversiones de clásicos latinoamericanos. “En una chiva colombiana, una mañana de sol, volví a escuchar “El pescador”, creo que la última vez fue cuando era muy pero muy chico y me encantó. Fue un tema que inmediatamente quise versionar para que fuera parte de este disco (…) creo que las canciones cuando uno las escucha en su lugar de origen siempre causan muchísimo efecto”, cuenta Bahiano.
La fecha oficial de esta placa está fijada para el 18 de enero de 2011
CIELO RAZZO
Pablo Pino adelanta cómo es “Compost”
Diario La Capital (Rosario)
“Siempre vamos en busca de la canción”, dice Pablo Pino, líder de Cielo Razzo, que presenta en sociedad su quinto disco de estudio, “Compost”, en Bar Bestiario, que incluirá una conferencia a partir de las 18 y firma de discos para los fans desde las 20. Allí también se venderán las entradas anticipadas del show del 12 de marzo en Metropolitano, primer concierto oficial con nuevo disco en la ciudad.
“Le pusimos este título porque el compost es un lugar donde se tira desperdicio orgánico y ahí se genera tierra fértil. El lugar fisico era la sala de ensayo, donde tiramos la locura nuestra, que es la basura propia, y con eso generamos cosas”, detalla Pino mientras apura un exprimido de naranja en un bar céntrico.
Cielo Razzo detesta la comodidad, y se corre cada vez que puede del lugar que se traduce como lo bueno conocido. “Este es el camino que venimos a buscar, la banda va por acá, va a tener esta tendencia, son canciones pop rock aggiornadas, sabemos lo que no queremos, pero no lo que queremos, por eso insistimos en la búsqueda”, explica Pino.
“Este es el disco más abierto que hicimos en nuestra carrera. Tiene canciones pop y cosas punk. En un momento pensamos que sería conceptual, pero después cuando se fueron incorporando los instrumentos y los matices, descubrimos que el disco se abría, y nos pareció mejor”, destaca.
Pablo Pino no se preocupa si se le dice que “Compost” no es tan accesible como los discos anteriores de la banda. Es más, parece que le agrada que se corra un poco de lo convencional. El disco tiene algún arreglo tanguero (“Mi Dios”), un aire jazzero (“Reacción”) y hasta una intro acústica intimista (“Desde la puerta”). Hasta el mismo cantante se sorprende y le agrada que el último tema del disco, “Escorpión”, haya quedado algo bailable.
“Nos sentimos cómodos con lo que hacemos ,cuando nos sentimos ajenos a una canción es que no era para nosotros, como nos pasó alguna vez. Ya no me siento un rocker heroico, como en los tiempos de “Buenas”, que tenía otra energía”, desgranó Pino a modo de confesión.
“Este disco tiene un montón de temas gancheros, al menos a nosotros nos parece así desde el lugar que nos toca ver la música. Antes nos parecíamos a otros, o a Los Piojos, o teníamos cosas de Bersuit o de La Renga, pero ahora vemos que esta canción es nuestro lugar”, dice Pino y destaca que los fans del grupo celebran que el grupo busque crecer. “En el momento de la composición hay que ser lo más honesto posible, y eso es esencial para nosotros, después que la gente te acompañe o no es otra cosa”, conjeturó.
En cuanto a las letras, Pino no ve del todo mal que sus letras disparen distintas lecturas, aunque a veces , admite, sea algo complejo captar el verdadero sentido de las temáticas sugeridas por la banda.
“El Pájaro Almirón es más hermético en su forma de escribir, y yo soy más cuentero. De todos modos nos gusta el misterio, y con el tema místico siempre andamos dando vueltas, pero estamos todo el tiempo filosofando, y nos gusta que haya ideas ocultas”, apunta, y acota que ese proceso lo abordan “como algo muy natural”.
Ni el hit ni la letra fácil son los caminos de Cielo Razzo. Simplemente porque no es lo que les sale a la hora de componer. “Me gusta que quede la confusión, que genere dudas, y que haya varias lecturas en las canciones. Me gusta eso, es divertido, el día que querramos algo explícito lo vamos a hacer”, dice Pino.
“Creo que crecimos, y lo bueno de hacer discos distintos es que estamos seguros que el próximo disco no será igual a este, y eso nos motiva. De todos modos, sabemos cuál es nuestro camino”, concluye Pino.
ENTREVISTA A DIEGO MIZRAHI
La rutina enriquece lo lúdico
Le encanta lo que hace, incluso cuando no quede satisfecho: un importante nivel de exigencia lo lleva a cuestionarse a cada momento. y muchas veces elige lo que le dicen que musicalmente está mal, por la sencilla razón de que si está bien, es porque ya se hizo.
Por Jorge Belaunzarán – Revista Asterisco
Cuenta la leyenda que los músico no leen. Por eso llaman tanto la atención cuando lo hacen. Luis Alberto Spinetta cuando se sambuyó con Artaud, Fito Páez al encandilarse con Bukowski. Diego Mizrahi, por lo menos al momento de la entrevista, prefiere las biografías. No cualquiera. Keith Richards está a su alcance. Y más allá de ver por qué el muchacho stone que compondría un riff que cambiaría la historia (tal vez fueron varios, pero sin ese de Satisfaction, por ahí el resto perdía la trascendencia que finalmente consiguió), tenía inclinaciones nazis cuando chico, en los años posteriores a la guerra que lo vio nacer. Pero como Mizrahi también leyó la de Eric Clapton, prácticamente su faro, la de Richards no le despierta tanto interés: misma época, mismo país, y además y funtamental, no lo vuelven loco los stones.
-¿Es más Beatle?
-Sí, toda la vida. No es cuestión de Boca-River tampoco. Soy recontra fanático de los Beatles. Crecí con ellos, los Rolling llegaron mucho después.
-Hablando de biografías, ¿le sirven para hacer música?
-No. Lo que tiene de bueno es que hay puntos en los que uno se identifica. Uy mirá qué loco lo que le pasa a este tipo, me pasó algo parecido. Después me resulta interesante navegar en lo que es la vida de personajes que marcaron la historia, que dejaron huellas a lo largo del arte, la música, la cultura. Es como un estudio antropológico, humano, personal de cada personaje popular.
-Más allá de la materialidad que es importante en todo, tal vez en música se nota más (como por ejemplo la electrificación de los instrumentos), ¿se inclina más por la idea del talento que se ejercita o por la idea de que el artista es más producto de su época?
-Creo que una cosa va de la mano de la otra, no son hechos aislados. Un tipo que se convierte en artista tiene que ver todo: su entorno, el lugar donde vivió, su contexto social, familiar. A mí me gusta por ahí investigar en función de la época. Justamente Richards nació a fines de la Segunda Guerra, hay un momento que dice que sentía los misiles que pasaban por arriba de la casa, y eso te marca. Te guste o no. Como persona y como artista. Y toda tu obra va a tener que ver con eso. El entorno, la época, el género, hay muchas cosas que lo marcan a uno como artista. Lo que va a decir después en las canciones, la forma de escribir o componer, de pintar un cuadro o escribir una novela. Me resulta atractivo ver también el lugar de origen. Yo estoy a años luz de lo que es este personaje, o mismo de Clapton. Ellos nacieron en un momento en que la música estaba en plena efervescencia. Había un cambio muy importante, musical y culturalmente hablando. Era la época en la que se empieza a dar más importancia al movimiento juvenil, entonces la música es ahí donde adquiere ritmos con la batería más percusivos, riff más marcados con la guitarra, y la época que me tocó vivir a mí también estuvo marcada, pero por el Proceso, la dictadura, y soy un producto de esa época. En el setenta y pico tenía ocho, diez años y era algo que no se podía hablar, algo que metía miedo. Entonces soy producto del Proceso, que la gente vivió callada y con miedo. Por eso el movimiento musical en la Argentina en los ochenta fue muy liviano. Artísticamente eran lindas pero las letras eran más frívolas por decirlo de alguna manera. Diferente a la época de Pescado Rabioso, Almendra, que tenían una poesía increíble, y que con metáforas estaban describiendo lo que pasaba en la época. Después en los noventa vino más el rock chabón. Pero tampoco analizo tanto los movimientos musicales, simplemente compongo y lo que sale, sale. Y para mi generación, nací en el 65, en un punto fue difícil. En la política no hay dirigentes de mi edad, o hay más jóvenes o más grandes. Mismo en la música, salvo con excepciones, como los Cadillacs y Soda Stéreo, es toda una generación que artísticamente se perdió porque no se metían a la música. Por muchos motivos. Uno de ellos era el temor de salir con el pelo largo, con barba y que te metan preso.
-Los que nombró no nacieron mucho antes que usted, unos cuatro o cinco años. Sin embargo les atribuye un talento diferencial para la generación que los ubica. ¿Por qué?
-Se armó un vacío ahí. Te diría que de mi edad son pocos los músicos, los políticos, los gremialistas, porque fue una época jodida. En mi casa si bien no estábamos alineados políticamente, había mucho miedo. Entonces era no hablar, quedarse callados, y ese miedo es una capa sobre otra, sobre otra, y en un punto te toca.
-¿Influye a la hora de componer, en los riesgos que se pueden llegar a asumir?
-Cuando escucho bandas más actuales que hablan con total desparpajo y largan una sarta de denuncias y qué sé yo, digo: ¿cómo se animan?, la puta qué coraje. Eso era impensable. El mismo Charly García que escuchás canciones como Los Dinosaurios y es una obra maestra, está dicho de una manera muy poética, con mucha metáfora. Y ahora por un lado se perdió ese temor, porque es gente que no creció con el miedo, son pibes que crecieron libremente, pero por otro lado se perdió la poesía. Esta cuestión poética que tenía un Spinetta, un Manal, Charly. Y mí me da miedo ahora a veces -un miedo absurdo- de decir: no, no puedo ser tan bestia de denunciar abiertamente. Es una pavada porque hoy no existe la censura. Al menos esa, existe otro tipo de censura que todos sabemos, que se están matando entre dos grupos por el tema de las noticias, pero es otra cuestión.
-Lo dice por la Ley de Medios y otros conflictos.
-Claro. Hay una censura encubierta en un punto. Hoy en día no es tan sencillo tener fuentes de información directa porque escuchás una campana, escuchás otra, y te dicen lo mismo en un punto, pero al final es que a mí me parece que se están guardando información. En ese punto no estás enterado de todo lo que está sucediendo. Y es muy difícil de saber si te están diciendo una verdad a medias. Pero no es lo mío.
-Igual es interesante porque al músico siempre se lo ve como un colgado.
-Soy un colgado. Aunque soy algo atípico. Vengo todos los días al estudio, estoy 12-13 horas, tengo dos hijos que van al colegio y me levanto a las 6:30 para llevarlos. Tener hijos ya te marca una pauta de horario. Y tengo una rutina. El teléfono en determinados momentos del día no para de sonar, acá hay una escuelita de música. Si bien soy colgado como la mayoría de los músicos, tengo que bancarme la parte más formal, y los gastos y demás, hacen que uno tenga que tener una rutina quiera o no. Por épocas tengo rutinas artísticas, como ponerme a componer por más que no salga nada. Me obligo a componer música. Por ahí me dura meses y después pasan meses en los que no compongo un solo acorde. Y mis horarios sí son cualquier cosa, sé que puedo arrancar a la mañana pero no sé a qué hora me voy a ir.
-¿Es tan necesaria la rutina?
-Te da un ejercicio, una gimnasia que no la conseguís si no tenés cierta metodología. De repente te prendés un faso y se te van a ocurrir ideas seguramente. Pero distinto es si te obligás todos los días a componer, grabar, escribir; te da una agilidad que de otra manera no la conseguirías. El hábito es lo que me hace avanzar como compositor y como músico. Lamentablemente ahora no la cumplo.
-¿La rutina puede restar a la parte lúdica de la música?
-No. Esa es una vieja creencia de los músicos esa de que estudiar y estar actualizado te quita espontaneidad, dinamismo. No estoy de acuerdo. Está bueno que a uno se le ocurra algo y que en el momento la escribas. Pero es como el escritor: si te sentás y te ponés la hoja en blanco y te obligás a escribir, llega un momento en que sale espontáneamente. Entonces no le resta la cosa lúdica, la cosa espontánea, todo lo contrario, a mí me parece que te enriquece más.
-¿Esta rutina, puede atentar contra el estado de maduración que necesita cualquier obra?
-Son las dos cosas. Cada uno tiene su propio método. Mi nuevo disco, que estoy presentado ahora y se llama Básico, está compuesto por canciones que la mayoría las grabé a las ocho de la mañana. Y por varias cuestiones. Un motivo importante es que no suena el teléfono, o sea que nadie interrumpe; acá hasta las dos, tres de la tarde no hay nadie. Otro de los motivos es que uno cuando se levanta arranca con un estado alfa, entre dormido y despierto, a mitad de camino, entonces las ideas siguen dando vueltas en la cabeza; después cuando entrás en la realidad las ideas es como que se fueran al inconciente, lejos, pero en ese momento que estás en estado alfa, surgen ideas. Al menos a mí más que a las dos de la mañana que ya estoy quemado. Y por último que yo empecé a cantar, y a grabar mis canciones cantadas, y contrariamente a lo que hacen todos los cantantes que graban a última hora del día cuando la voz está caliente, tomó otro color, yo grabo a la mañana porque tengo la voz más grave, entonces me sale una voz más profunda que a la noche. Y cuando lo quiero hacer en vivo me cuesta, porque uno toca a la una de la mañana y la voz está ahí arriba y me cuesta trasladar lo del estudio al vivo.
-El mayor conocimiento de usted, su música y la música en general, ¿alimenta sus desafíos o lo reafirma en sus creencias?
-Saber más siempre es un desafío porque siempre querés ir al siguiente nivel. En ese sentido me considero una persona inquieta, siempre trato de estar actualizado. Tengo un pequeño grupo de gente mucho más joven que yo y que está más actualizada entonces no necesito estar en Internet ni nada. Ellos me dicen: che, probaste este sonido, y este procesador, y este plug-in. Y cada cosa que uno hace es un desafío. Cuando pruebo algo, si está mal, queda. Porque si está bien es que ya lo hizo todo el mundo. Ese siempre fue mi método. He tenido grandes discusiones en estudios con técnicos de grabación, porque me decían está mal, estás loco cómo vas a hacer eso; si está mal, entonces quiere decir que voy por el buen camino. El está bien quiere decir que es una fórmula que ya está probada; eso para mí no va.
-Muy interesante.
-También pasa con los comentarios de la gente, con los profesores acá en la escuela. A veces abro mi correo y veo 50 comentarios: 25 que soy un fenómeno, y 25 que soy el peor guitarrista del mundo; estos 25 me demuestran que me estoy moviendo.
-¿Y si lo felicitaran los 50 por qué pensaría que está haciendo las cosas mal?
-No soy un tipo complaciente, si bien "Básico" es un disco más complaciente. Por eso tampoco soy masivo. Cuando hago un recital tengo un público cautivo, y estoy haciendo dos o tres shows por semana, o sea que me va bien pero no soy masivo. Lo que hago no es de fácil digestión ni que pueda sonar en todas las radios. Cuando veo que de repente son 50 que te dicen está bárbaro, me da para pensar. Por un lado que evidentemente lo que hice le llega a la gente, y por otro que están acostumbrados a una fórmula que funciona. Entonces trato de mover un poco el eje. Por eso no tengo un disco igual a otro. Mi primer disco gustó mucho a la prensa, a los medios, a los músicos, entonces el segundo ya era distinto. Algo que leí que hacía Eric Clapton, que para mí es un artista inconmensurable, es un genio. Es un tipo que se da el lujo de tocar jazz, blues, hacer pop, de ser un gran compositor, que su último disco lo hizo todo electrónico; no es músico de un género, y yo valoro mucho eso.
-¿En esa búsqueda y ese deseo de cambio permanente, puede terminar pifiándola?
-Absolutamente. Pero mi vida está signada por los cambios. Soy ecléctico, y todo me gusta. Entonces no me gusta mantener la misma línea. No puedo pintar un cuadro siempre con el mismo color, el mismo lienzo, el mismo tamaño, y el mismo motivo. A mí me mueven muchos géneros musicales, me mueve la manera de cómo transmitir algo, si a través de una zamba, un tango, heavy metal. Mi manera de llegar a la gente es a través de la música. Y la música es muy amplia. Entonces por qué uno tiene que encasillarse en un solo género. Y básicamente soy músico de rocanrol, pero mi impronta se ve también en una chacarera. Pero si voy a tocar una zamba suena rockera. Pero no me gusta mantener la fórmula. Por eso por ahí no seré tan masivo, como otros artistas, que cuando van a verlo saben qué va a escuchar. Cuando la gente viene a mi show no sabe qué va a escuchar. Va a escuchar a Diego Mizrahi que toca la viola. Y tiene su manera muy personal, pero no te va a tocar dos solos iguales.
-No es como lo ZZ Top que hace más de 30 años que tocan y hasta repiten los mismos chistes en la misma parte del show.
-Y funciona. Yo ahora estoy haciendo un show, desde hace más de dos años, que es todo igual, los mismos chistes y boludeces. Pero no me gusta. Lo hago porque funciona, la gente se engancha, encontré una fórmula.
-Como un trabajo.
-Exacto. Y a mí un poco me incomoda. Veo la lista de temas, que me la sé de memoria, y tengo un poco de bronca. Digo: no puedo ser tan jodido de no arriesgar. Para mí el riesgo es fundamental, esa adrenalina que uno siente antes de salir a tocar está buenísima. Y contrariándome a lo que decía antes, mantengo una fórmula. Y la gente, que se repite, empieza a decir, ahora viene la parte que canta arriba de las mesas, ahora la que sale a la calle a tocar (porque salgo del boliche con el inalámbrico, y cruzo la calle), y en el momento que salgo toda la gente sabe que tiene que salir, y cuando camino por las mesas la gente ya me abre un caminito porque sabe el show de memoria, y eso a mí me preocupa un poco. No, no me estoy repitiendo, digo. Y no me estoy sintiendo cómodo. Ahí me achanché.
-Igual más allá de los hábitos muchas cosas se repiten porque generan un placer. Y en los más básicos: no es lo mismo lavarse los dientes que preparar una tostada.
-Sí, es cierto. Pero a mí hacer un show hoy es lo que más me mueve. Esa adrenalina antes del show, el comienzo, cuando arranco solo en acústico con una criolla, es un desafío porque no hay banda que te acompañe, pedales que te disimulen los errores. Y toda esa primer parte del show sí la voy modificando e improviso siempre, pero después es siempre lo mismo. Espero que no traiga sus consecuencias. *
ESTELARES - América
Compilado de los últimos tres discos de Los Estelares.
www.elbondi.com
La fábrica de canciones que tiene como característica principal el grupo liderado por Manuel Moretti, si bien es marca registrada desde el minuto cero, claramente se acentuó a partir del disco Ardimos (2003), el cual formó parte del comienzo del proceso donde la banda entró al “sistema rockero”. La canción “Moneda corriente”, con la participación de Andrés Calamaro como invitado, pertenece a dicha placa y es el track número uno de este nuevo compilado titulado “América”, nombre que justamente lleva uno de los temas que se encuentran en él y que también forma parte originalmente de aquel disco.
Hay tres piezas que se rescatan para esta ocasión del último trabajo de estudio de Los Estelares y son “Cristal”, “Melancolía” y “Tanta gente”. Los tres temas fueron cortes de difusión de Una Temporada en el Amor (2009), y allí es donde apunta este compilado editado por PopArt: amontonar los éxitos de la banda a partir de aquellas canciones que rotaron en radios, canales de televisión, pubs, boliches bailables y hasta en las canchas de fútbol. Todo empujado y accionado por la maquinaria industrial que en su momento tuvo (o tiene) a los muchachos de Junín como prioridad de la compañía discográfica a la que pertenecen.
Pero claro, esto sería imposible sin la presencia del disco que sin dudas marcó un antes y después en la banda: Sistema Nervioso Central (2006), que estuvo plagado de éxitos tales como “Ella dijo”, “Aire” o “Un día perfecto”, y al mismo tiempo fue un suceso en cuanto a la totalidad del álbum. Entonces se acentúa aun más el objetivo de este compilado al encontrarnos con ocho canciones (más de la mitad de las que forman parte de “América”) de este exitoso trabajo que depositó al grupo en una posición comercial de privilegio.
El apoyo discográfico muchas veces resulta determinante para este tipo de éxito, pero sin calidad la cosa a veces no llega a buen puerto. Acá es entonces donde la banda saca a relucir sus virtudes, porque las canciones de Los Estelares son muy buenas, y en este compilado están las más conocidas, y también muchas de las mejores.
Las citadas en los anteriores párrafos no merecen mucha más descripción porque nuestros oídos ya las tienen identificadas y reconocen su presencia, atrapándose en dulces y compradoras melodías que incitan a cantar junto a ellas, formando parte de ese aire melancólico y tanguero que baila sobre instrumentos cien por ciento rockeros.
La historia de “Un show” se lleva las palmas en cuanto a la lírica, “Jardines secos” coquetea con la electrónica, y la guitarra de “Ardimos” lleva al límite desgarrador la conjunción citada unas líneas arriba, aunque por otro lado se aleja del formato canción que caracteriza a la banda, y que claramente ejemplifica “El corazón sobre todo”, tema que aparece por tercera vez en un álbum de Los Estelares (originalmente se encuentra en Amantes Suicidas -1998).
Así entonces los temas se van sucediendo, y aparecen tal cual como eran presentados originariamente en los discos anteriores. Nada nuevo para ofrecer, simplemente un repaso para que no olvidemos rápidamente las canciones que tuvieron éxito hace unos pocos años nomás.
UNA BALSA PARA LOS NUEVOS NÁUFRAGOS DE BUENOS AIRES
Lo que ayer fue la pizzería de Once en cuyo baño Tanguito compuso “La balsa”, hoy es un coqueto espacio en el que hay programados shows de Javier Martínez, Alejandro Medina, Ricardo Soulé, Claudia Puyó, Alejandro Del Prado y Miguel Cantilo.
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Una cosa es la “bostalgia” y otra el revisionismo histórico aplicado al rock argentino, sería la posible conclusión de lo que Javier Martínez intenta decir. Es lunes 22 de noviembre –Día de la Música– y el feriado gris, solitario y lluvioso tiene su antípoda de color y sonido. La Perla de Once, donde Litto Nebbia y Tanguito –Ramses VII, para ser más exactos– compusieron “La balsa”, luce resignificada. Mucho más pequeña y más sofisticada, claro, que la pizzería antigua que mezclaba bohemios, artistas y estudiantes de filosofía cuando el rock era un granito en el arenero cultural de la Buenos Aires de entonces. Donde había resaca y sueños, ahora hay cerveza, sandwiches de miga, pizza, vino y calentitos deliciosos. Donde llegaba Sandro y pagaba el desayuno a los náufragos con hambre y bolsillos agujereados, ahora hay un bar bien iluminado, decorado con fotos de época, y una generosa invitación a cargo de los nuevos dueños. Donde había rock “camuflado” y con guitarras desafinadas, ahora hay rock explícito y consagrado. Donde estaban Tanguito, Martínez, Nebbia, Alejando Medina, Miguel Abuelo y Moris, ahora están algunos de ellos –dos de los Manal–, más Claudia Puyó, Miguel Cantilo, Alejandro del Prado, Pipo Cipollatti, Rodolfo García, Willy Quiroga y Ricardo Soulé.
Así transcurre, feliz, la reapertura del viejo bar al rock, y así motiva la paradojal referencia de Martínez, local aquí desde siempre. “Bostalgia... La nostalgia para mí es bosta, se escribe con ‘b’. A mí me interesa mirar para adelante y no me voy a anotar en ninguna movida de bostalgia, pero este ciclo no lo es... No se pusieron a hacer la nostalgia de La Perla y todo eso. Por eso vine y acepté participar, porque no es una cosa para decadentes con el alma muerta, que miran para atrás. Los ojos no están en la nuca, están adelante”, sentencia el hombre de los lentes gruesos que alguna vez escribió “Avellaneda Blues”, caminando de madrugada por las vías suburbanas. Ex baterista, cantante y compositor de uno de los grupos pioneros del rock argentino, Martínez será el encargado de abrir el ciclo al público mañana a las 21.30, en el reducto de Jujuy y Rivadavia, y repetirá el próximo viernes junto a su nuevo trío: Maxi Delli Carpini en guitarra y Claudio Pallota en batería. “Voy a tocar con mi nueva formación temas de Manal, temas solistas y temas nuevos como ‘El blues de Pappo’, ‘La máquina del oro’ y ‘Positivo’, que ya están en Internet antes de que salga el disco”, anuncia Martínez. Otro de los que fundaron Manal y curtió La Perla mediando los ’60, Alejandro Medina, también está contemplado en la programación junto a su Medinight Band, para los viernes 17 y 24 de diciembre. Y ambos charlan juntos en una de las mesas del fondo. “Hablamos, pero no vamos a tocar juntos”, coinciden, frente a la esperanza espontánea que se había suscitado entre periodistas y algún que otro eterno seguidor.
La programación artística, a cargo del ex Almendra y Aquelarre Rodolfo García, contiene también a Del Prado (sábado 27), Puyó (sábado 4 de diciembre), Cantilo (sábado 11) y Soulé (sábado 18). “Una cosa es la ‘bostalgia’ –insiste Martínez–, pero no se puede decir que éste es un lugar más para tocar. Este es un lugar histórico, simbólico, y me encanta que se programen todos estos shows. Está bueno que los nuevos dueños hayan tomado conciencia de que este nombre es figura de la historia del rock nacional, pero resignificado en una etapa nueva. Ojo, no tengo nada personal contra la nostalgia, lo único que digo es que no la practico.” La charla relajada entre Medina y Martínez sorprende menos que otra juntada provocada por la magia del lugar: Willy Quiroga y Ricardo Soulé, distanciados hace tiempo, suben a tocar juntos una versión de “Libros sapienciales” y otra de “Presente”. Dedican el gesto al recientemente fallecido Rubén Basoalto y le abren una hendija a un posible retorno de Vox Dei, si es que existe baterista que pueda reemplazarlo. “Hay que recordarlo siempre bien a Rubén... El fue el que hizo todo lo posible para que Vox Dei sea lo que fue para la historia del rock”, se emociona Willy. “Esta reapertura es una oportunidad maravillosa para poder compartir esta situación con estos músicos emblemáticos, aunque sea un ratito en esta ciudad tan maravillosa que nos dio la posibilidad de ser músicos de rock, una cosa insólita en aquella época”, sostiene Soulé, sobre la reinauguración del mítico espacio, mientras Del Prado hace su versión de “Los locos de Buenos Aires”, la Puyó recrea a Pescado Rabioso y Cipollati, provocador, toca el “Himno a Sarmiento”, justo en el día de la batalla de la Vuelta de Obligado. “Yo no toco canciones de otros, pero ésta la sé”, ironiza desde el micrófono, dándole la espalda a un retrato de Leopoldo Marechal.
Viene al caso. Mucho antes –por lo menos 40 años– de que La Perla se convirtiera en parte de la tríada-hervidero que junto a La Cueva y el Instituto Di Tella configuró el under de los ’60, el ahora bar notable fue ámbito de encuentro, literatura y café entre dos escritores que luego (se) bifurcarían por sus estéticas, cosmovisiones e ideales políticos: Jorge Luis Borges y Leopoldo Marechal, con Macedonio Fernández –que también tiene su foto en el reducto de Once– como nexo y anfitrión. Fue, entonces, ese aire de “vanguardia estética” y punto de encuentro el que motivó, además de las condiciones de inclusión y tolerancia de los viejos dueños, el arribo de los primeros rockers cuando cerca de las 4 de la mañana dejaban La Cueva y caminaban unas quince cuadras hacia el sur de la ciudad. “La verdad es que veníamos acá porque era el único lugar abierto a esa hora. Bah, en realidad también había uno abierto acá enfrente, pero no nos daban ni cinco de bola. Además, La Perla estaba lleno de estudiantes femeninas de Filosofía y Letras, pibas muy lindas que además nos daban pelota”, se ríe Martínez.
El ex Manal evoca la pizzería de entonces como un lugar “cuatro o cinco veces” más grande que el hoy y con un efecto de reverberación “natural” que los tentaba a componer algunos bocetos de los que después se transformarían en clásicos del rock en castellano. “Había que atravesar un pasillo muy largo para llegar al baño. Era angosto, pero tenía como 20 metros, y era antiguo. En ese pasillo había una reverberación, y Tanguito se ponía de cuclillas para tocar la viola y cantar aprovechando el efecto reverb, que era el mismo que usaba Elvis Presley, cuando grababan los temas con un micrófono y un parlante en el baño de la Sun Records. Esa era la cámara de reverberación de Elvis y Tanguito la usaba acá (risas). Así lo vi, ésa es la foto. En realidad, el único que traía una viola era él, y nosotros se la pedíamos para tocar un tema cada uno. Si vas a cualquier casa y te metes en el baño, los azulejos te van a dar un reverb parecido a éste, ¡y este pasillo tenía azulejos hasta el techo!”, evoca Martínez, que poco después logró meter a José Alberto Iglesias en un estudio para grabar el único LP del poeta truncado, el del famoso loop “En el baño de la Perla de Once compusiste ‘La balsa’”. “Yo vi a Tanguito componiendo ‘La balsa’”, reasegura Martínez.
“Y yo conocí la anécdota por esos tiempos. Escuché a Javier diciéndole eso durante la grabación”, engancha Quiroga. “Además, nosotros, los Vox Dei, no conocimos La Perla. Lo que pasa es que estábamos en Quilmes, y armar una banda de rock en Quilmes y pensar en venir a Capital en ese tiempo era una locura, era como ir a la Luna de rodillas (risas). La primera vez que tocamos en Capital fue en el Teatro Payró y después empezamos a cantar en castellano gracias a una recomendación de (Luis Alberto) Spinetta. No tuvimos la suerte de conocer La Perla, pero sí conocimos La Cueva que armó Sandro acá cerca, que fue donde tocamos con el torso desnudo... Una locura, una especie de sacudón.” “Claro, nosotros no conocimos La Perla porque cuando llegamos a esta ciudad fuimos a La Cueva de Sandro, que estaba en Rivadavia, y recién ahí enganchamos –tercia Soulé–. Pero este lugar tenía una importancia que nosotros hasta ese momento desconocíamos. Hasta que, con el devenir de los acontecimientos, empezamos a enterarnos. Cuando nos casamos con Graciela vivíamos a seis cuadras de acá. Era 1970, y muchas veces venían a visitarnos Tanguito, Spinetta y Javier... Digamos que la conocimos a través de su clientela (risas). Y bueno, La Perla significaba un planteo social distinto al que nosotros estábamos acostumbrados, porque allá en el sur no teníamos un lugar donde converger. Primero, porque éramos muy pocos, y segundo porque el rock no había anidado, el rock anidó en estos barrios porteños que habían sido barrios de tango, y por alguna razón eso pasó al rock.”
Punto neurálgico, epicentro de poesía beat “a la criolla”, del hippismo y de contracultura epocal, baño solitario donde Nebbia detectó a Tanguito esbozando algo así como “Estoy muy solo y triste acá, en este mundo de mierda” y le completó la canción –que luego, junto a “Ayer Nomás” de Moris y Pipo Lernoud, vendería 200 mil copias como parte del primer simple de Los Gatos en 1967–, el bar fue caldo de cultivo para otras grandes canciones del rock: “Jugo de tomate”, por caso. O “El hombre restante”, que Tanguito –o el sello que lo editó– ubicaron como Lado B de su primer simple –el A era “La princesa dorada”–. Con los años, La Perla se transformó en mito, hasta que el revisionismo de los últimos años lo terminó transformando en Sitio de Interés Cultural, en 1994 para, 13 años después, descubrir una placa legitimadora en honor a “La balsa”. “Escribí acá la mayoría de los temas de Manal –rememora Martínez, sin ‘bostalgia’–. Acá y en las calles, porque mi música siempre fue bien callejera. Con Tango y los demás nos mandábamos al fondo de todo y con una guitarrita hacíamos temas, mientras tomábamos café con leche. Andábamos con un cuadernito en el bolsillo anotando letras y acordes, y para lo único que salíamos era para comprar medialunas enfrente, porque eran más baratas y ricas que las de acá. Después, cuando se hacía de día, nos tomábamos el tren y nos íbamos a Caseros, a la casa de Tango.”
OLIMPO DE ROCK EN COSQUÍN 2011
Charly, Fito, Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro, Skay Beilinson y Ciro y Los Persas, además de Calle 13, animarán la próxima edición del festival.
Redacción VOS
Los organizadores de la edición 2011 de Cosquín Rock quieren reunir a los máximos solistas del rock nacional, a excepción del siempre intransigente Indio Solari.
En efecto, si la organización ajusta mínimos detalles de último momento, tratarán de que coincidan en el evento serrano Charly García, Fito Páez, Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro (foto) y Skay Beilinson. A esos nombres propios, hay que sumarle el de Andrés Ciro Martínez, que estrenará arena masiva en el festival con su grupo Los Persas.
Cosquín Rock 2011 se realizará entre el viernes 11 y el domingo 13 de febrero del año que viene, y ya no tendrá al predio de la comuna San Roque como espacio sino el aeródromo de Santa María de Punilla. Según una fuente allegada a los organizadores, será el día sábado el de mayor convergencia de pesos pesados. La grilla para entonces dice: Spinetta, Páez, García y Skay.
El viernes, en tanto, Calamaro será el número fuerte de apertura, con el agregado apetitoso de los boricuas de Calle 13. Ciro y Los Persas es el número fuerte para el domingo.
A DIEZ AñOS DE EL SALMON, EL DISCO QUE PARTIO AGUAS
“Vivir para escribir, grabar sin pensar que era un disco”
La frase de Andrés Calamaro sirve de adecuado resumen al espíritu que campeó en esos días de grabación compulsiva, inagotable: los Poetas de la Zurda, Tito Losavio, Ciro Fogliatta, Gringui Herrera, Miguel Zavaleta, Andy Chango reviven ese fuego.
Por Matías Córdoba
Corría 2000, y mientras el país se cocinaba a fuego lento, a Andrés Calamaro las canciones se le caían de los bolsillos. Tenía compuestas centenares (“Para la elección de los temas escuchamos más de doscientas”, confiesa a Página/12). A principios del nuevo milenio, llegó proveniente de España, después de unos recitales que había brindado en Europa como telonero de Bob Dylan, en el marco de la presentación de Honestidad Brutal, aquel disco doble de la tapa roja y negra y los 37 temas, que ya era todo un record en la pequeña historia del rock nacional. El Salmón estaba dando sus primeros signos de vida.
La epopeya de publicar 103 canciones no era un plan premeditado. No había intención de armar una revuelta musical ni el ansia de batir records. La idea era una sola: tocar, escribir y grabar todo lo que se pudiera. Entonces, en una acción de deshumanización extrema (había que dejar la vida por esas canciones), Calamaro se encerró en Deep Camboya (un cuarto de su departamento de Palermo) a hacer lo que le diera gana. “Sí, lo llamábamos la ‘animalización’, estábamos renunciando a todo; pero éramos pícaros para elegir a qué renunciábamos. Priorizamos renunciar a compromisos sociales y familiares, a no leer el diario pero enterarnos de todo (de alguna forma); no ver televisión, quizás un concierto de Jimi Hendrix o Miedo y Asco en Las Vegas”, dice el autor de “Crímenes perfectos”. Era un Calamaro en estado de rock puro. Grabando en baja calidad, atravesado por una crisis personal que parecía comérselo, listo para prestar su ayuda ante cualquier aventura musical. Y fue ahí cuando se fabricó una patria chica en su departamento de cuatro ambientes, y se instaló para armar un lío de dimensiones desproporcionadas. “Nos montamos nuestra propia republiqueta para seguir probando las mieles del rock como estilo de vida; con las drogas no teníamos problemas porque el dinero no se terminaba; y tampoco renunciamos a los placeres básicos de las personas; incluso, sospecho que aquella renuncia era una cuestión hedonista (ética) más que un proyecto puramente artístico o musical. Algunas veces compararon a El Salmón con la Escuela de Frankfurt o con Jackson Pollock, cosas así.”
Entre octubre y noviembre de 2000, El Salmón vio la calle en la Argentina y España. Eran 103 canciones repartidas en cinco discos. 80 completamente nuevas, y una veintena de covers. “En España era normalísimo ver este tipo de ediciones a fin de año, ofertas navideñas como ‘las 101 mejores canciones del pop español de los ochenta’ y muchas variantes del género súper discos. Discos baratos por la cantidad de música, pero muy rentables. Entonces insistí para editar algo así pero de música original. Yo ya había armado varios CD, incluso con títulos y con diseño gráfico; y eso fue lo que llevé a la discográfica para ‘vender el pescado’”, narra Calamaro. Y sigue: “Eran grabaciones para escuchar entre amigos, hacer música para nosotros y nadie más; a veces pensábamos que nadie iba a escuchar eso. Pero finalmente empecé a elegir temas y armar una selección. Fue así que llegué a la convicción quíntuple”, detalla.
Cierta parte del público y la prensa recibió el disco con resistencia y hasta con cierto grado de animosidad. Pero de a poco surgió “El Salmón”, la canción elegida como primer corte, que estableció un mojón importante en su obra y, años después, se convertiría en un éxito de estadios. “En su momento no fueron generosos con el disco. No le regalaron nada; nadie rompió una lanza por El Salmón, pero no deja de ser bello que un disco así haya sido incomprendido o incómodo”, se enorgullece su autor.
Las letras y Los Poetas de la Zurda
Andrés no fue el único que escribió aquella parte de la historia. Estuvo acompañado de amigos que se fueron acercando y colaboraron en la gesta. Algunos fueron Marcelo “Cuino” Scornik (que escribió las letras de trece canciones), Jorge Larrosa (autor de “Nos volveremos a ver”), Norberto Pappo Napolitano (coautor de “Me fui volando” y “Lorena”) y Andy Chango, entre otros amigos y conocidos. Calamaro cuenta cómo era el proceso: “Por lo general, escribíamos la letra y grabábamos la música al mismo tiempo; si estaba con el Cuino, entonces yo miraba un poco lo que estaba escribiendo, la métrica y el tono poético, para desarrollar una base musical completa. Había momentos que también grababa solo. Música y letra, difícilmente, no llegan juntas”.
A Jorge Larrosa, cuando habla de Calamaro, le brillan los ojos. Se emociona y no para de recordar anécdotas de aquellos días en donde el autor no paraba de “escupir canciones”. Conformó, junto a Calamaro y a Scornik, el tridente fundacional de la poética salmonera, que hoy se recuerda bajo el nombre de Los Poetas de la Zurda. “Cuando conocí a Andrés, me preguntó si yo escribía; y le dije que sólo escribía cartas. Entonces me pidió que lo hiciera. Me empezaron a salir letras crudas, a diferencia de las de Marcelo y las de Andrés, que tenían metáforas, y era una poesía espectacular. Siento que El Salmón es un disco libre que habla de la libertad. Y que además es bien latinoamericano, argentino y rioplatense”, cuenta.
Andy Chango, desde España y a través de un correo electrónico, se ríe: “La única obra monumental que conozco es la cancha de River. Para acordarme de todo lo que me dijo Andrés por esos días, necesitaría un montón de secretarias”. Mientras tanto, en su departamento del barrio de Belgrano, Marcelo “Cuino” Scornik no tiene nada relacionado con aquella vida “sin horarios esclavos”. Sólo atesora la edición en vinilo de On the rock, la última producción de su “hermano”. “No tengo ninguna edición de El Salmón, soy un desastre”, se ríe. Por aquellos días, las letras de Scornik se amontonaban como papiros. Había decenas escritas por él. Algunas, como “La diabla”, “El muro de Berlín”, “Rumbo errado”, “Freaks”, “Jugando al límite” o “Tu pavada” lograron entrar en la marea de las 103 canciones y hoy son cuentos, pequeños relatos de aquellos días tormentosos. Otras, como “22 de agosto”, “Los chicos”. “Patrón de mil mates” o “Estadio Azteca”, se dejaron para otros proyectos. Algunas permanecen inéditas. “Era una época donde vivíamos sin horarios ni calendarios, yo a veces escribía mientras Andrés tocaba una música y así salían. El Salmón es un disco de amigos. Por ejemplo, la letra de ‘Empanadas de vigilia’ la escribí de un tirón en cinco minutos, una mañana. Y Andrés, a la tarde, ya le había puesto música y la había grabado con la portaestudio.”
Un grupo de fanáticos organizó, el último 22 de agosto (día del cumpleaños de Calamaro), el Salmón Fest, un recital celebratorio del aniversario del disco. Participaron Ciro Fogliatta (“Tocamos algo de Andrés, pero también otras cosas”, dice el ex tecladista de Los Gatos), Los Animalitos y Marcelo “Cuino” Scornik, entre otros. Allí, el Cuino se dio el gusto de regalar la histórica portaestudio que utilizó Calamaro para registrar las canciones que fueron a parar a El Salmón, pero también a los sucesivos inéditos que se publicaron en Internet (esa misma portaestudio que compró en el barrio de Once y muchos de sus fanáticos consideran un objeto de valor incalculable). “La verdad, usamos muchas, eran descartables, no soportaban el uso tan sostenido e intenso que les dimos a los salmones. Supongo que habremos usado quince portaestudios diferentes, todavía tengo algunos”, recuerda Calamaro. Y sigue: “Aunque casi no lo volví a escuchar, cada vez que escucho algo de aquel Salmón siento vibraciones químicas que suben; me sorprendo, me gusta. Me conmueve nuestra renuncia total: vivir para escribir y grabar sin pensar que era un disco. Fue pura inspiración y locura”.
La música de El Salmón
La banda estable de Andrés Calamaro (y la que grabó gran parte de El Salmón) estaba compuesta por Candy Avello (hoy Candy Caramelo) en el bajo, Gringui Herrera en guitarra, José “Niño” Bruno en batería, Guillermo Martín en guitarra y Ciro Fogliatta en teclados. Los viajes de El Salmón de Buenos Aires a Madrid (todo nació en la Argentina, pero se terminó de construir en España, con la colaboración de varios músicos que se acercaban) no ayudaron a que hubiera un poco más de orden, pero sí les dieron a los discos una frescura y una desfachatez inédita. Algunos de los tantos invitados en Europa fueron Miguel Zavaleta, Andy Chango, Tito Losavio, Ciro Fogliatta, Ariel Rot y Enrique Bunbury. “Allí estuvimos tres meses limpiando, solucionando accidentes en el audio y conformando El Salmón tal cual hoy lo escuchamos, aunque las versiones de Buenos Aires estaban muy bien; sin embargo, fui al estudio grande para escuchar a gran escala y fue donde grabamos con los músicos”, relata su autor. En tanto, Zavaleta cuenta cuál fue su experiencia: “Yo lo fui a visitar y cuando llegué al estudio me dijo si podía grabar unos coros. Recuerdo que en el estudio había mucha gente, y no me acuerdo en qué tema participé. Pero mi colaboración fue simbólica. Lo que valoro es el gesto que tuvo Andrés de invitarme. Es como cuando alguien te invita un vaso de vino”.
Otro que aporta su testimonio es Fogliatta: “En España él me llamó para hacer algunas canciones y grabé como quince temas en un día. Fue todo muy rápido. Me decía ‘escuchá el tema’, lo ponía una o dos veces y después yo tocaba encima, improvisando”. Fogliatta, que es un músico que proviene del rock pero también del blues, continúa: “Yo estaba acostumbrado a eso, porque ahí tuve que improvisar, pero salió bastante bien”. Gringui, guitarrista histórico en los grupos de Calamaro, recuerda: “Estábamos haciendo giras y grabábamos en España. Lo que me acuerdo es que a veces estábamos todos y a veces él quería estar solo. En su momento, El Salmón me pareció muy bueno. Hoy no lo sé, pero en la discografía de Andrés es uno de los mejores. Esa época fue muy buena, de mucha inventiva, mucha creatividad. Era una adrenalina estar en ese momento, donde agarrabas y decías ‘bueno, vamos a hacer un tema’ y agarrábamos la guitarra, otro tomaba un papel y se hacia la canción directamente”.
Otro de los artistas que estuvieron fue Tito Losavio: “Estuve un par de veces en el estudio. De las cosas que me acuerdo era de un tipo que era un personaje bastante especial, un dealer de Madrid. Y Andrés lo quería hacer grabar. Y también que tocara un ritmo medio raro, pero el tipo no era músico. No había una rutina musical, las cosas surgían en el momento. Surgían de una arenga que llevaban las cosas para un lado o para otro. El estaba en una situación especial con él mismo”.
Las versiones
Entre covers y auto covers (“No se puede vivir del amor” y “No te bancaste”), El Salmón cuenta con 23 versiones de clásicos repartidos entre The Beatles, Rolling Stones, Bob Marley, Pappo’s Blues, Almendra, Carlos Gardel y Sandro, entre otros. Estos artistas homenajeados dan cuenta de toda la música que Calamaro escuchó desde su juventud. Y de la que aprendió, sin dudas. “No nos costaba mucho sonar reventado; pero con tantas horas grabando y tocando ya tenía bastante dominada la técnica de la grabación, estaba afilado. A veces grababa dos horas y conseguía resultados más elegantes, como ‘Plegaria para un niño dormido’ o ‘Laura va’ y otras que no están en el disco”, concede. Quizá las versiones más logradas sean las de “I will”, de The Beatles, “No woman no cry”, de Bob Marley, en versión disco, y “Los ejes de mi carreta”, de Atahualpa Yupanqui.
Final del viaje (conclusión)
Después de la salida del quíntuple, Calamaro siguió componiendo al mismo ritmo sostenido que los meses previos a El Salmón. “Tal vez más intensos que antes, con más letras, más grabaciones reinventadas, más temeridad musical; creo que repetimos la temporada dos o tres veces, y después empecé a grabar en Madrid respetando el mismo estilo de vida. Creo que seguimos grabando con la misma intensidad hasta fines del 2002 o del 2003”, explica. Y es cierto, porque la cantidad de inéditos que navegan por Internet son incontables. En el sitio web Camisetas para todos (camisetasparatodos.com) se pueden descargar más de 70 inéditos compuestos entre 2000 y 2003. Allí se pueden escuchar las primeras versiones de “Estadio Azteca”, “Los chicos”, “El perro” o “Bachicha”. Fueron pasando los años y Calamaro supo conquistar la mayor cantidad de seguidores, pero también aumentó la cifra de sus detractores. La última canción de El Salmón es “Este es el final de mi carrera”. Pero su carrera siguió navegando contra la corriente.
TODAVÍA HAY MÁS CANCIONES
Coincidiendo con los diez años de la edición del disco, Calamaro decidió desempolvar algunas grabaciones que habían quedado guardadas en un cajón. El Salmón X consta de 18 temas, todos ellos concebidos en la locura infernal de aquellas sesiones interminables. Entre ellas se puede escuchar una versión sin frenos de “11 y 6” de Fito Páez (“Y en el baño de un bar sellaron todo con un saque”, canta Calamaro). Hay otras, como “La Sabol”, “Los animales” o “Subversivo”, que tranquilamente hubieran podido ser clásicos en el cancionero de Calamaro, si hubieran corrido con mejor suerte. La pregunta que surge después de escuchar la versión de “Plegaria para un niño dormido”, de Almendra, es por qué no se incluyó en el disco original. Allí Calamaro coloca la voz “a lo Spinetta” y le da un toque íntimo, con unos punteos de guitarra eléctrica, una batería que suena lejana y una armónica que se oye como pidiendo permiso. Para la edición on line de El Salmón X (que se puede descargar gratuitamente de www.salmonfest.blogspot.com o en el sitio de Camisetas para todos) escribió: “Es mi deseo que hagan con este CD lo que buenamente quieran... recomiendo paciencia”.
COSAS QUE NO SE ELIGEN
Por Manuel Moretti *
Andrés Calamaro participó en un tema de Ardimos, nuestro tercer disco, en 2001. No sé qué fantasmas lo habrán atrapado que lo dejaron encerrado en su casa para hacer todas esas grabaciones. En esos años me acuerdo de que él llegaba a su casa y lo primero que hacía era prender la portaestudio para seguir grabando. El Salmón es un disco que quiero mucho por la semejante entrega de Andrés. Un poco sé y otro poco intuyo lo que le costó, cómo estaba en ese momento y de la manera en que se entregó a todas esas canciones. Es un disco que me conmueve, que congratulo, que abrazo. Y celebro que también haya terminado de transitar por esa época, que para él fue muy cruenta y tan prolífica a la vez. Tiene canciones preciosas y otras que son fotografías del momento: tremendas chifladuras. Es un disco que admiro y respeto. Y le agradezco a Calamaro que le haya puesto el cuerpo.
Hay cosas que no se eligen, esto le pasó. Fue atravesado por fantasmas exclusivos de él, fue arrasado por la tormenta, por huracanes y tifones y por suerte quedaron unas cuantas canciones y él pudo volver de semejante incursión. A diferencia de la novela de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas, donde el viaje del personaje era consciente, creo que lo de Andrés fue medio inconsciente, porque fue arrasado por un viento. Y la única manera que tenía de permanecer en pie era componiendo todo el tiempo para cagar a tiros la angustia. Esa fue la única manera de resolver la situación. Por suerte pudo salir sano y a salvo. De El Salmón, “All you need is pop” es la canción que más me conmueve. Me parece un tema hermoso. Después están “Mi funeral 11”, que es descomunal y que describe un estado de cosas impresionante. También me gustan mucho “Lorena”, “Qué ritmo triste”, “Mi Lobotomía” y “Vigilante medio argentino”.
- Guitarrista y cantante de Estelares.
UN GRAN AUTORRETRATO
Por Nacho Rodríguez *
“El mambo” es un tema que nos acompaña desde el primer ensayo de la banda, lo trajo Tomás Gaggero, lo mostró y a todos nos gustó mucho. A partir de ahí lo tocamos casi siempre. Es uno de los temas más viejos de nuestro repertorio. El Salmón es un disco muy grande, te lleva a muchos estados de ánimo, lo siento como un gran autorretrato de Andrés, honestamente brutal, donde te muestra muchas de sus personalidades, enrosques, alegrías, oscuridades y tristezas. Un álbum muy generoso y compañero, donde te podés ver reflejado en muchas canciones. Yo aún lo sigo descubriendo. No creo que haya influido en la formación de Onda Vaga, pero sí nos acompaña desde el principio y nos dio “El mambo”, una canción que sentimos propia cada vez que la cantamos. El Salmón es el –o los– disco que más me gusta. Un punto muy alto dentro del rock argentino.
* Cantante y guitarrista de Onda Vaga.
GAUCHOS RABIOSOS DE ESTRENO
Este año, Gauchos Rabiosos, grupo de rock criollo, presentó a principios de 2010 su segundo trabajo de estudio, titulado X+ (por más). El primer corte de difusión es el tema “Sólo lleva una canción”, que, explica Juan Carlos Quirno, "fue elegido por sorteo. A nosotros nos gustan todos nuestros temas, por eso, y para sacarnos una presión, repartimos un demo con los diez temas a nuestros conocidos. El que ganó, por una cabeza, fue el que salió". La canción ahora tiene videoclip.
Gauchos Rabiosos tocará el 27 de noviembre en el Boxes Bar de Quilmes, (Av. Calchaquí 3227).
Quirno cuenta. Queremos dedicar la segunda mitad de diciembre a planear el verano. En 2011 vamos salir a la ruta a tocar y, si todo se da, l
legaremos a Cosquín".
Este nuevo trabajo de estudio consta de 11 temas, con invitados como Ricardo Tapia de La Mississippi en “Solamente”, Beto Zamarbide de Logos en “Lago de Cristal”, la locución de Carla Ritrovato en el final del CD y una versión furiosa de “Ahora no es lo mismo”, de Los Ratones Paranóicos.
Se grabó en el estudio La Nueva Aldea entre febrero y agosto de 2009, bajo la técnica de Damián Gagliardi y Maxi Leivas. Para lograr un sonido decididamente “vintage”, se usaron distintos cabezales Marshall JCM 800, (uno de ellos utilizado por Pappo en discos de Riff), Sovtek, cajas Marshall año ‘70 originales, JCM 900 y 4 x 10”. Además, una gran variedad de guitarras, no pudiendo faltar las clásicas de Quirno: Gibson Les Paul ’68 y la vieja Fender Stratocaster usada por Ricardo Soulé en discos de Vox Dei, bajos Musicman y Fender de los años setenta y tambores Ludwig, Tama y otros…
En cuanto al arte del disco, los Gauchos volvieron al lapiz y a la creatividad de Cristian Bernardini -creador del diseño de ‘La guitarra no se mancha
’- lo que permitió continuar con el estilo visual que marcó la banda en su primera producción discográfica.
’X+’ incluye en su interior un detalle innovador: un troquelado que permite obtener importantes descuentos en entradas, remeras y accesorios de la banda, intentando así, motivar al público a volver a obtener los discos originales.
Los 12 temas que integran la placa son: 1- “Intro etílica”, 2-“Escaparse de acá”, 3- “Muriendo ante tus ojos”, 4- “Solamente”, 5- “En manos de él”, 6- “Solo lleva una canción”, 7- “¿Qué pasará”?, 8- “La luz al final”, 9- “Carcel del silencio”, 10- “Lago de cristal”, 11- “No digas nada” y 12- “Ahora no es lo mismo”.
“COMO EVITAR QUE SANGREMOS”, LA PERRA QUE LOS PARIÓ
‘Cómo evitar que sangremos’, el nuevo trabajo de La Perra que los parió. Incluye 13 canciones y una propuesta artística aggiornada tanto desde lo sonoro como desde lo visual.
El disco fue grabado y mezclado en estudios Panda y estudios TDL, con la producción artística de Juanchi Espada, guitarrista de la banda y masterizado por Andrés Mayo.
Con el eterno afán de renovarse y de romper los moldes, LPQLP trabaja puertas adentro con su séquito de colaboradores, logrando así una producción bien personal que mantiene la mentalidad independiente de siempre.
El sucesor de ‘La Suerte…’ encuentra a La Perra como una banda con mayor madurez y personalidad, acompañada de letras profundas y ocurrentes, e intensos climas musicales.
El primer corte del disco que lleva nombre homónimo ya suena en las principales radios del país. El disco es lanzado por el sello BMV y el show en vivo se va a presenciar bajo la producción de Conexión Producciones durante lo que resta del año y redoblando apuestas en el 2011.
Está integrado por los siguientes temas. 1- “Como evitar que sangremos”, 2- “Depredador”, 3- “El zar”, 4- “Despierta”, 5- “Reino”, 6- “Lo que nunca te dije”, 7- “Prontuario”, 8- “Un tipo como vos”, 9- “Tristombe”, 10- “Esa gente”, 11- Voy”, 12- “La viaba” y 13- “Todos lo sabemos”.
La Perra nace a fines del año 2000 en el barrio de La Boca. Desde sus inicios, esta banda mixtura candombe, reggae, ska, pero siempre con el rock como cimiento y base fundamental.
En 2004 comienzan a trazar su historia al editar su primer disco, el cual fue muy bien difundido y recibió las mejores críticas de los medios.
‘Por las calles’ se edita en el 2006 y se agota en las primeras dos ediciones.
El 2007 arranca con una increíble gira de verano y culmina con la grabación de su tercer disco ‘La suerte la fabricas vos’.
“INCONTROLABLE”, REVANCHA
Revancha presenta su primer material discográfico bajo el nombre de “Incontrolable”. El mismo transita amplios caminos del rock, punk, hard rock y metal.
Son 9 canciones las que componen este primer material de estudio producido por Maxi de Petra, (Tito Valenzuela de Bersuit, MC Groove, etcs) entre las que se destacan “El camino verdadero” -primer corte del álbum-, “Mi lado oscuro “, Contraflor al resto” y Ellos dicen (cover de La Polla Records).
Revancha se formó en diciembre del 2007. El grupo está formado por Lalo Meregone en Voz, Damián Cammarano en Guitarra, Alejandro Ulmi en Bajo y Renzo Cejas en Batería. Incontrolable es PODER (creer, hacer y sentir)
El disco abre con A CORAZON PATEADO, homenaje a un gran ser que nunca queremos que se vaya y por eso el canto se transforma en grito cuando escuchamos “Inmortal, Inmortal”.
Podemos creer, hacernos bandera y apasionarnos por el rock, y por eso el segundo tema EL CAMINO VERDADERO habla de la adolescencia eterna en cierto modo “Sigo siendo lo que soy, por pelearle a esta ilusión”
Aparece el petroleo, lo denso y la oscuridad en este viaje en MI LADO OSCURO. Las guitarras se hacen violines para armonizar lo inevitable.
Un pseudotrance rocanrollero-punk acompañado por MAXI De Petra es APLACAMENTE, dirigido a quienes se ocupan de estupidizarnos “Sos la solución para no pensar para idiotizar”
“La revancha nos llegó puño apretado por el rock” es a modo de himno lo que nos bautiza en REVANCHA y pegado a este llega el poderoso riff de ACCIONISTAS DE OCASION…
El lado del mal llama, entramos de nuevo en el sinuoso camino de lo oscuro en EL PLACER DE LA DERROTA
“Bienvenidos al final, que desgracia la ignorancia de olvidar” Nos ponemos un poco románticos, exaltados, y alegres en CONTRAFLOR AL RESTO con las voces de Hernan Kohler como invitado … con ELLOS DICEN de la POLLA RECORDS llegamos al fin, dejando en claro que NO QUEREMOS CALLARNOS…..
JUAN TERRENAL
Redacción VOS
Rock con vía pública. Juan Terrenal presenta disco con una apuesta inusual y afiches en lugares estratégicos.
El grupo Cordobés Juan Terrenal siempre fue asociado a la tendencia de la profesionalización del rock cordobés. Sus shows contaron con buenas puestas y campañas de promoción, coronando así discos de alta factura, videos con producción más que modesta. Pero según el cantante Miguel Amaya, nada de lo que hayan hecho se aproxima a lo que se verá en el Teatro Real (San Jerónimo 66), en el marco de la presentación de Continuar. “Hemos pedido créditos para afrontar todo”, dice el cantante de esta formación que maneja un discurso inclusivo, al punto de llamar “terrenales” a sus fans.
Ya en la antesala del show se presume una gran cita. La vía pública, por ejemplo, tiene afiches con una superficie a la altura de los que pega un grupo nacional o internacional. “La invitación para el ciclo ‘Disco es cultura’ nos encuentra en un momento especial; además de respaldar la edición reciente, tenemos ganas de desarrollar ideas. La vía pública se corresponde con eso: de movida queríamos distinguirnos con afiches séxtuples que no se perdieran en la inmensa oferta de espectáculos que tiene Córdoba. Buscamos una reacción de público y prensa”. Sigue Amaya: “Siempre apostamos fuerte. Si el sonido nos resulta insuficiente, alquilamos uno suplementario; del mismo modo con luces, vestuario, el ítem que sea. La idea es ser claros y concretos, no hacer un culto a la exageración por la exageración misma”.
Juan Terrenal ya no maneja la utopía de legitimarse afuera. “Preferimos apostar al mercado local y consideramos que todavía hay mucho por hacer. Sabemos que tenemos que probar nuevas formas de inserción porque siempre hay un público nuevo que no nos conoce. En ese terreno, no podemos arriesgarnos a mostrar un producto con falencias o sólo para un sector”.
Miguel Amaya dice que él y sus compañeros siempre admiraron “esas personalidades del rock que van más allá de la música”, y consideran que esa mística es la que hay que recrear. “Disfrutamos de ser reales y, al mismo tiempo, de ir más allá. Podemos equivocarnos pero nunca van a poder decir que no lo intentamos”, cierra el cantante.
Promoción como los más grandes
El rock cordobés afianza su estrategia de competir en el mercado del ocio local con volantes séxtuples. Cuestan entre $350 y $500, y las bandas logran acuerdos para que se peguen en sectores estratégicos. En el caso de Juan Terrenal, la erogación para esta “pegatina” surgió del mismo presupuesto de la banda, mientras que los afiches de otros shows recientes (Hyperstatic, Eruca Sativa) del ciclo “Disco es cultura” fueron absorbidos por productores asociados. El fin es el mismo, posicionarse como un número de peso en una agitada cartelera. Lucir como mainstream cuando se está en vías de serlo o se abraza expresamente a esa esperanza.
SKAY Y SU ROCK DE NUEVO EN ROSARIO
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El penúltimo fin de semana de noviembre, Skay & Los Seguidores de la Diosa Kali retornaron a Rosario (por segunda vez a Willie Dixon en este 2010) para continuar con el muestreo en vivo de “¿Dónde vas?”, el cuarto mojón de estudio en la carrera solista del flaco Beilinson, uno de los célebres exponentes del rock argento que continúa vigente.
El viernes 19 (de noviembre) la casona en la ochava de Pichincha, segundo hogar del ex Redondos, albergó un público fijo, casi incondicional, y sorprendentemente joven, presente cada vez que Skay visita Rosario, y propone dos noches a puro rock en el Templo del género en la ciudad.
Skay soplará 59 velitas en enero, y no se nota para nada porque apenas subió al escenario, se copó con los pibes e improvisó con su viola, un par de riffs, para darle sonido al caluroso recibimiento que le suele dar el público rosarino con cánticos ricoteros, en cada concierto que brinda a la vera del Paraná.
Los sonidos arabescos de “Arcano XIV”, iniciaron partiendo de los apenas tibios teclados, aunque cada vez más presentes, de Los Seguidores, donde Beilinson canta: “Si vos sos la luz la sombra yo soy”, simplificando la actualidad de esta historia de ricota adherida, en la que apenas una semana atrás, tuvo a un Indio Solari tocando en un concierto para 90 mil personas, una contracara a nivel organización e idiosincracia, y con el que parece seguir teniendo diferencias, en épocas en que los grandes regresos del rock se convierten en show más que multitudinarios.
Las disidencias con el calvo frontman continúan siendo destacadas, porque cuando Skay plantea su show apunta definitivamente a sus canciones. Por ejemplo, después de un set psicodélico con “La rueda de las vanidades” y “Suelo chamán”, el pogo más grande del mundo (“Ji, ji, ji”) fue apenas el punto cúlmine de la primer parte del recital y no el regalo casi futbolero para todas las hinchadas del rock.
El intervalo sí es un clásico todavía en los shows de Skay. “Porrón y cuenta nueva”, asomaban a la barra los ricoteros para cargar combustible, y prepararse para la última parte con el blues urbano “Tarde de lluvia” y los ya clásicos con vida propia: “Flores secas”, “Oda a la sin nombre”, “El golem de Paternal” y la ricotera: “La parabellum del buen psicópata”.
Los Seguidores volvieron para hacer un tema más. Una versión más eléctrica de “Kermesse”, una vieja canción de “A través del mar de los Sargazos”, el primer disco solista de Skay, que en la actualidad lidera una banda super aceitada, haciendo las veces de segunda guitarra, acolchonando temas con sus riffs, y dándole cabida a un sonido novedoso, pero básicamente, lo de Beilinson sigue siendo rock, y en muy buenas dosis para calmar cualquier ansiedad.
“RÍO EXTRAÑO”, O’CONNOR
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Luego de su primer presentación en el Pepsi Music siendo la única banda nacional en participar del Escenario Principal junto a Rage Against The Machine y Queen Of The Stone Age, sale a bateas el nuevo disco de OCONNOR, deslumbrando una vez más por su sonido notablemente moderno llevado a un concepto de rock bien duro.
Grabado íntegramente en los Estudios El Pie con la participación en solos de guitarra Juanchi Baileron y Lisardo Álvarez, “Río Extraño” se lanzará el 19 de noviembre a través de Tocka Discos/Sony Music para todo el páis.
Fue grabado íntegramente en los Estudios El Pie de Buenos Aires entre los meses de agosto y septiembre de 2010, la grabación y mezcla estuvo a cargo de Juan José Burgos, bajo la producción artística de Hernán García, el mastering se hizo en Breuer Prod por Mario Breuer y cuenta con la presencia de Juanchi Baileron y Lisardo Álvarez como músicos invitados.
El disco tiene un concepto de rock duro y sonido moderno, “Abre el portal” es el tema lento del tracklist que cuenta con la particularidad de no tener bajo ni batería y aparecen los teclados grabados por Hernán García, convirtiéndose así, en el primer tema de Oconnor con estas características. Otro tema para destacar es “La lima del ritmo” donde Juanchi Baleiron deslumbra con su solo de guitarra a todo Eddie Van Halen. RIO EXTRAÑO goza de muy buenas canciones para destacar como “Hay un Presagio”,“Hacedor de terror”, “Trinchera” y “Salí a buscar”, entre otros.
“Río extraño” – Primer corte difusión.
Titulado como el nombre del disco, el segundo track, fue elegido como primer corte y parte de la letra dice así….“si lo tuyo es tuyo nada hay que ceder, no lo olvides, deben entender”
PEZ
“Internet es el reino de la boludez y del malentendido”
Blogrock.com.ar
A pocos días de presentarse en el Teatro de Flores, Blogrock.com.ar entrevisto a la banda que lidera Ariel Minimal para hablar de la descarga de música a través de Internet, la susceptibilidad de los lectores y la muerte de Kirchner.
- ¿A que se debió la decisión de subir el disco “Viva Pez” a Taringa, antes de que salga a la venta?
Ariel Minimal (voz y guitarra): Yo propuse subirlo. Sabemos que en cuanto se vende una copia ya esa persona lo sube a Internet. Entonces, lo subimos nosotros directamente, y tiene una onda. Tampoco queremos que sea como un gesto demagogo hacia la gente. Lo que pasa es que es algo inevitable, entonces te lo rippeo yo, mejor, con calidad. Ya nos pasó en los últimos dos discos: antes de que salgan a la venta, en nuestros shows vendimos algunos, y al otro día ya estaban en Internet. Es inevitable.
El hecho que sea inevitable frenar la descarga libre, ¿cómo les cae?
Franco Salvador (baterista): Me parece que esto a nosotros nos sirve. Pasa que mucha gente conoce Pez de nombre, pero nunca escuchó nada. Ese pibe por ahí no va al show ni compra el álbum, pero quizás sí se baja el disco.
Ariel Minimal: Yo, repito, lo veo inevitable. Es como que de repente hubiese un desastre climático y baje mucho la temperatura, y vos sigas empeñándote en usar remera con 5 grados bajo cero. ¡No! ¡Vas a ponerte una campera!
Claro, pero en ese caso diría “la puta madre, qué frío, ¡yo estaba acostumbrado a otra cosa!”…
Minimal: ¿Te creés que nadie lo dice? Estamos yendo hacia otro modo de vender la música. Nosotros somos los dueños de nuestros propios discos, no estamos contratados ni somos empleados de ninguna empresa discográfica. No tenemos que salir a decir: “De esta forma la música se termina”. Nuestro caso es diferente. Yo, como soy dueño de mi fonograma, lo subo a Internet. Comparto lo que dice Franco, hace que más gente nos escuche. El que escucha el disco, a través de habérselo bajado, y le gusta, se lo va a comprar y va a ir al show. El que no le interese tenerlo, a mi no me interesa que lo tenga.
Con respecto a lo que ustedes escribieron en el post de Taringa, llegaron algunos comentarios a rock.com.ar de personas ofendidas con respecto a la frase “vengan al show caretas!!!”
Minimal: Internet es el reino de la boludez y del malentendido. No es lo mismo que te diga “sos un boludo” a “¿che boludo viste esa mina?” Lo de “caretas” fue una forma de decir nomás.
¿Qué significa la posdata “Marcellus Wallace LTA”?
Minimal: Ese Marcellus Wallace es uno que posteaba todos los discos de Pez en Taringa. Y este lo posteamos nosotros primero, le ganamos (risas). Es un chiste, el flaco lo entendió. Cualquiera pudo pensar cualquier cosa al respecto de esa posdata, Internet da para todo.
El 4 de diciembre se presentan en el Teatro de Flores…
Minimal: Sí, aparentemente va a ser una fecha nuestra, sólo Pez. Hace rato que venimos preparando un show más extenso de lo que solemos dar. Vamos a estar presentando y ofreciendo el nuevo disco. Es la primera vez que vamos a tocar a un teatro tan grande, nosotros solos, con una lista inmensa (35 temas aproximadamente). Es el último show del año.
Última pregunta, que nada tiene que ver con la música. ¿Qué sintieron con la noticia del fallecimiento del ex Presidente Néstor Kirchner?
Minimal: La vida es así, ¿no? Hay días que nos interesa la política y días que no. Cuando nuestro manager nos comunicó la noticia, quedamos re sensibles. Nosotros no hablamos mucho de política pero tenemos un modo de hacer las cosas y dejamos que los actos hablen por nosotros. Nunca adherimos a ningún movimiento específico. Fue y es, la mejor gestión en muchísimo tiempo, pero sin hacer bandera. Fofo (Fósforo García, bajista) es el más socialista. Yo no soy nada: soy hincha de Huracán y punto.
EL MÍTICO BAR “LA PERLA” LANZA CICLO SOBRE ROCK NACIONAL
La Perla, emblemático bar enclavado a metros de Plaza Miserere y en cuyo baño Tanguito y Litto Nebbia dieron forma al himno fundante del rock argentino “La balsa”, lanzará mañana su primer ciclo formal dedicado al género que lo tuvo como sede a mediados de los 60.
Cuenta la leyenda que Nebbia y José Alberto Iglesias (verdadero nombre de Tanguito) compusieron en la madrugada del 2 de mayo de 1967 en el baño de caballeros de La Perla la canción que de alguna manera lanzó el rock argentino.
“La balsa” fue grabada por Los Gatos, banda liderada por Litto, el 19 de junio de ese año y se publicó el 3 de julio para rápidamente superar los 250.000 discos vendidos con los que desató un furor por rock en español que más tarde se expandiría a toda Iberoamérica.
Rodolfo García, quien fue baterista de Almendra, Aquelarre y Tantor y ostenta una vasta experiencia como organizador de ciclos musicales, es el programador de este legendario espacio que, advirtió, “debe servir para evocar pero también para darle lugar a músicos de las generaciones siguientes”.
Para el músico, “el rock argentino ha llegado para quedarse y sigue teniendo muchas cosas para decir, más allá de los aportes comerciales que sacrificaron cierto espíritu creativo de aquella época. Pero igual sigo viendo esa llamita que de alguna manera nos iluminó hace más de 40 años”, describió.
Desde esa percepción, García comentó a Télam que “aspiro a que La Perla entregue un marco bueno y cuidado que se instale como un punto de reunión pero que sea distinto al de aquel momento”.
En el mismo sentido, el instrumentista indicó que “no queremos que La Perla sea una especie de Cueva (otra sede del primer rock local), sino que el sonido vaya más hacia lo acústico y que allí los músicos se encuentren y a apreciar lo que hacen sus colegas”.
El lanzamiento del programa musical en el bar sito en la intersección de las avenidas Jujuy y Rivadavia, tendrá lugar mañana a las 19 y será el puntapié de una grilla en la que aparecen, entre otros, Manal Javier Martínez, Alejandro del Prado, Claudia Puyó, Alejandro Medina y la Medinight Band, Miguel Cantilo y Ricardo Soulé.
“A partir de que me convocaron -apuntó García-, me hice una listita y me puse en contacto con todo el mundo y a la mayoría le sorprendió poder recuperar este espacio que, en su primera programación, tiene predominio de los músicos de aquel momento o cercanos a aquel momento inicial”.
Viajando hacia esos años que lo tuvieron como protagonista, Rodolfo subrayó que “muchos de los fundadores del rock estuvieron en La Perla y amanecían en ese lugar”.
Desde lo personal aportó que “La Perla no era un lugar que frecuentaba especialmente. Lo que ocurrió en los albores del rock argentino es que se generaban distintos focos creativos. Nosotros (por los Almedra) estábamos en Belgrano y Núñez sin saber que en La Perla había otros en la misma sintonía o que en La Plata también empujaban los de La Cofradía de la Flor Solar”.
“Diría que nos fuimos dando cuenta de la existencia de estos lugares donde circulaban personas, músicas y proyectos a partir de los primeros conciertos que pudimos dar en pequeñas salas del centro”, evocó al repasar las vivencias asumidas por la notable banda que compartía con Luis Alberto Spinetta, Edelmiro Molinari y Emilio Del Güercio.
Más cerca en el tiempo, confió que “periódicamente me reúno con un grupo de amigos en una parrillita que hay sobre la avenida Jujuy y pasando por La Perla había notado que había una ambientación diferente con fotos de Tanguito y de Los Beatniks y aunque me preguntaba el por qué de ese cambio, nunca pensé que se daría tan pronto y que me iban a llamar para impulsarlo”.
Esta nueva tarea de García no le impedirá continuar desarrollando su actividad como programador musical en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (Ecunhi) donde actualmente los jueves impulsa el ciclo Escenario Blues, dedicado a bandas y solistas amateurs.
La grilla inicial del programa rockero en La Perla se desarrollará los viernes y sábados a las 21.30, comenzando el viernes 26 con Manal Javier Martínez y un día después con Alejandro del Prado En diciembre, las fechas confirmadas tienen a Manal Javier Martínez (viernes 3), Claudia Puyó (sábado 4), Alejandro Medina y la Medinight Band (viernes 10 y 17), Miguel Cantilo (sábado 11) y Ricardo Soulé (sábado 18).
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