COSQUIN ROCK 2010
Crónica de
una eterna alegría
Especial: LA GOTERA DAK
Con la expectativa de todos los años de encontrar amigos cosechados durante muchos años (al menos 7 desde que nació el programa LA GOTERA DAK), conocer otros, y disfrutar del encuentro de la cultura rock mas importante del interior del país, llegamos a San Rocke en busca del camping VIDA (que también nos tiene como habitúe todos los años) y el OSO que cuida nuestras pertenencias durante los 3 días, mientras nosotros nos descuidamos.
El clima estaba ideal, hasta un calorcito a la riojana, nos hacían ilusionar con un festival si lluvia (CUAC). El amigo Miguel se encargo del asado de bienvenida para 18 hambrientos, entre risas, anécdotas, tragos largos y cortos, se acercaba la hora del ingreso al predio del Festival.
PRIMER CAPITULO
Ya en el predio, comprobando que el sol pegaba fuerte y con el Cuarteto de Nos en el escenario, encaramos para las carpas de consumo… sorpresa… $20 la birra, $40 Fernando Águila, $13 un alfajor de carne mas chiquita que la de McD… y bueeee. Lo bueno es que no se vendía alcohol a menores de 18 años y aquellos cuya fisonomía llevaba a la duda sobre la edad, previa presentación del DNI, se le entregaba una pulserita que los habilitaba para poder consumir.
Más de 20.000 personas participaron de la primera jornada del Festival de la Montaña, no tenemos registro sobre Volador G y La Franela, encargados de inaugurar el escenario principal (suponemos con escaso publico), camino al predio pudimos escuchar algo de Dancing Mood, excelente banda liderada por Hugo Lobos, que a fuerza de muy buena música se ganaron un lugar en el principal.
La Banda Uruguaya confirmaba su popularidad en estas pampas. El Cuarteto de Nos, en una presentación cortita, le sobro para mostrar su músicas y sus letras llenas de ironías, repasando temas de los discos “Raro” y el ultimo CD “Bipolar” y por supuesto los hit “Yendo a la casa de Damián” y “El hijo de Hernández”, coreados por el publico que estaba entrando en clima festivalero.
Las pastillas del Abuelo, es un grupo cuyo fenómeno de convocatoria de público, es digno de destacar. Su mensaje tiene un predicamento y masividad llamativa, teniendo en cuenta que su estética esta muy cerca de la canción urbana del rock argentino fundacional y como el año pasado su show fue concurrido, respetado y aplaudido. Un aire fresco digno de destacar. La Perlita: el cover de “La parabellum del buen psicópata” de Los Redonditos de Ricota.
Las Pelotas, banda que juega de local en el cos
quin rock, se paseo sin rubor por todos los climas musicales de su obra. Destacamos que es una de las pocas bandas que incluyen en sus show temas de su ultimo trabajo, no cayendo en la tentación festivaleras del hit para lograr el aplauso fácil. Con un sonido destacable y una actitud menos culposa respecto de la ausencia del “Bocha” a quien le dedicaron un par de temas, la banda emociono, gusto y reforzó su predica en los mensajes de su obra.
Las perlitas: Germán Daffunchio paró el show ante la caída en el escenario de una billetera bacía de dinero, que un punga dejo por ahí “Loco, por favor paren de robar”, y dejo un rosario de puteadas para los amigos de lo ajeno; Capitán America fue dedica al premio Nobel de la Paz “…Obama Bin Laden, que sigue mandando tropas a Afganistán y no cerró Guantánamo”.
Una pausa para armar el escenario… y para nosotros el mejor show del festival estaba por comenzar. Los seguidores de la diosa Kali ocupaban su lugar reservado para la liturgia y en medio de los primeros acordes, la delgada figura del maestro Skay Beilinson, apuntando su Gibson SG al templo de la montaña de San Rocke daba comienzo a un ritual propio de un legendario del rock DAK.
"Buenas noches, bienvenidos a mi show" fueron las primeras palabras, antes de interpretar el excelente "El gourmet del infierno". Una acertada elección de temas, Skay se paseo sin interrupciones por los 3 discos solitas, “Flores secas”, “Donde est
as?” "El gólem de La Paternal", por citar algunos. Por supuesto que no podían faltar “…una que sepamos todos" como dijo antes de que los gritos y aplausos se multiplicaran con la versión de “El Pibe de los Astilleros”, después entre tema propio otro delirio, sonaba el “Todo un Palo”. El show entraba en su tramo final… algunos ya cansados de la jornada se perdieron el pogo más grande del mundo con "Ji ji ji". El final, fue para la "Oda a la sin nombre" con el publico coreando el toque espectacular del heredero de parte de Patricio Rey. En síntesis un show de la puta madre.
El escenario temático solo estaba preparado para el debut cordobés de Viejas Locas, con un Álvarez pila pila y el “estamos llegando” se hacia realidad para la huestes Rolinga.
Con una escenografía, compuesta de una pantalla circular de leds, donde un ojo en primer plano y el sonido de latidos de un corazón en crescendo fueron el atractivo previo de la presentación de Viejas Locas, que duro pasada la 3 de la mañana. Los que asistieron hasta el final comentaron que el largo sed de rock rolinga cumplió con las expectativas de sus seguidores y actúo como una suerte de reivindicación de pésimo espectáculo del regreso en Vélez.
En el escenario mas chico, pasaron bandas de todo calibre, solo pudimos apreciar a Mil Hormigas, la banda del Palo Pandolfi que sonó ajustada pero con escasa cantidad e publico. Lamentamos no poder ver el show de Tristemente Cerebres la banda de Edu de la Punte, que siempre recomendamos.
SEGUNDO CAPITULO
Y porque no… como todos los años la lluvia de la sierras”TOCO” en cosquin rock. Es una banda que no queremos, pero que siempre se las ingenia para estar en la grilla del festival.
En el escenario principal, la actividad programada fue normal, el escenario 2 con mas de una hora de atraso y el 3 suspendido…lagrimas rastafari se confundían con el agua del cielo... se quedaron con ganas de disfrutar de Riddim, Gondwana, Dread Mar-I y Fidel.
Culpables de este sentimiento fueron los encargados de la apertura del día 2, luego fue el turno de un legendario del rock DAK, Ricardo Soule y su Trío, con algunas picardía del ambiente, le quiso ganar de manos a su ex compañero de ruta, los Vox Dei interpretando el garpador Genesis.
Willy Quiroga, Basoalto y Gardellini (Bajo, Bateria y Guitarra), es la formación de Vox Dei, que compartió en el predio sus clásicos, con la presencia de 4 generaciones, mas las huestes metaleras que esperan por el inicio de su escenario, mas de 1500 personas presentes en el principal. “A nadie le importa si quedas atrás”, “Compulsión”, “Guerras” y “Génesis”, fueron algunos de los clásicos que sonaron, en una demostración que el rock bien hecho no tiene fecha de vencimiento.
Los presentes destacaron el sets del Bordo, que no llegamos a ver. Luego Cielo Razzo con una muy buena actuación y demostrando que es una banda en constante crecimiento y aceptación del publico.
Llego el momento del rock and roll Stone, con un publico siempre fiel, que disfruto de una trilogía, suponemos empalagosa, con Gardelitos, La 25 y el cierre de la segunda presentación de Viejas Locas, en remplazo del cierre programado con Callejeros, ausentes por razones ya conocidas. La Crónica de los show la debemos porque ya nos fuimos del predio todo mojados, va mejor empapados… buen se entiende no?.
El temático metalero, se mostró colmado de publico y como el año pasado, los muchachos pogueron bajo la lluvia, publico fiel como poco, la horda de chicos malos con sus camperas de cuero disfrutaron de las bandas…esto es aguante gritaban des
afiante a un rolinga que se colgó con viejas locas de la primera noche y no se movía del escenario 2.
Roncos gritos, puteadas anti sistema, distorsiones de guitarras y de las otras, acoples provocados y de los otros. Ninguna banda desentono, pero nuestro reportero presente en el escenario, destaco los sets de Tren Loco, Sepultura y Almafuerte que toco bajo una lluvia torrentosa y no se movió nadie.
A la jornada asistieron unas 28.000 personas a pesar del temporal en la comuna y los desastres en Córdoba Capital. Indudablemente convenimos que el rock barrial y el Metal convocan a una gran cantidad de publico de todas las partes del país, guste o no la música, no se puede negar que son los que tienen mayor aguante para con sus bandas.
TERCER CAPITULO
Para todos el día de San García. Todo hacia preveer que el clima acompañaría la jornada final, pero el cielo se emociono al final del show mas esperado del interior del país, primero con tímidas lagrimitas y hacia el final del show lagrimones imparables, que inundo capas, paciencia, juramentos de “nunca mas un camping” y toda la mala onda que genera el final de tres días de rock, fiebre rokera y la vuelta a casa todo empapado de agua y barro.
Los encargados de la apertura de la última lluvia de la montaña fueron Los Gángsters y los mexicanos de Zoé. Luego vino el turno de otra leyenda el Ruso 
David Lebon, que entre chinchudo por el sonido del otro escenario, sumado a un resfrío que no le permitía ajustar la voz… “anoche me agarró la lluvia y los 57 años, así que estoy hasta las pelotas como verán” y las exigencias de la organización por el tiempo de su show, deslució su actuación ante un publico que a pesar de esto escucho respetuosamente un rápido paseo por parte de su obra solista, Polifemo y su nuevo CD “deja vu”, de Seru… nada.
Hooooo Sorpresaaaaa, mientras caminábamos en subida hacia los escenarios alternativos, en el principal se escucha el sonido de una batería que sonaba como un tarro de leche nido que armábamos en la infancia… y una voz que decía… “Ella es amiga de un pordiosero / Y toma anfetas cuando esta mal / Si su cuna fue triste agujero / Cual es la culpa que debe pagar…” si ellos Guyot, Iturri y Toth (G.I.T.) el rumor se confirmaba, la décima versión del Cosquin marcaba el regreso de la ochentona banda, luego sono “es por amor” y de nuevo sorpresa, cuando todos nos preparábamos para los pasito poperos, vino el anuncio “Esto es un anticipo de la gira 2010 de GIT por todo el país” y termino todo.
Una invasión de plomos desarmaron y armaron en tiempo record toda la estructura para una banda acostumbrada a puestas de nivel, es el turno de los Babasonicos, que siempre suenan ajustaditos como en un disco y por supuesto poblados de hits cosa de cautivar a un publico masivo de una diversidad de edades que ya codeaban por un lugar privilegiado para ver a Charly.
Luego Juanse y sus Ratones Paranoicos… mas de lo mismo, el chaqueño palavecino de los festivales de rock, poco de lo nuevo mucho de los de siempre, mas el bardeo a los escenarios del frente que lo molestaban, menos pomelo y mas chichudo. Nada para agregar.
El momento especial de la noche estaba por llegar, más plomos, técnicos y asesores preparando todo para recibir al rescatado García, 15 minutos antes de las 24 hs se escucho una atronadora ovación para el regreso de una de las leyendas vivas del rock DAK. Elegante camisa y pantalón negro, campera de cuero negra y piano de cola negro, camino de luces y la vos que me decía “Me siento sólo, lindo, joven, Viejo, triste, loco, nuevo, viejo y usado. Me siento lejos, cerca, fuera, linda, Fea, loca, fuera, vieja y usada…” del “El amor espera”, luego “el rap del exilio”, “no soy un extraño”, “Cerca de la revolución”, “Chipi chipi”, “Fanky”… y siguen los éxitos.
Destacada la banda que acompaña, Hilda en el apoyo constante en los coros, Charly música y vos prácticamente intacta, solo la motricidad que por cierto es entendible, teniendo en cuenta el proceso de recuperación por la que esta atravesando. Simplemente emocionante, un trasporte a la nostalgia y un redescubrimiento de su pluma sutil y el mensaje encriptado, escaso en estos tiempos de Basic escribas. Siiiiiii somos muy fanáticos. Salud al Sr. García y que sea rock.
El escenario temático, fue reservado para el punk local. Los cultores de “Violencia Rivas” ante una apreciable cantidad de público, tuvieron su lugar y lo aprovecharon de la mejor forma.
La nota de sincericidio la dio Horacio ‘Gamexane’ Villafañe, de Todos Tus Muertos. Fue la primera voz contra Callejeros, con un irónico “Gracias Callejeros” para luego disparar “paren de quemar gente, hijos de puta”. A la par aprovecharon para anunciar la inminente salida de “Crisis Mundial” su nuevo álbum.
Luego fue el turno de Masacre que ya juega en primera, aunque ellos todavía mantienen la pose y actitud alternativa. Banda que siempre suena bien, gusta y golea.
El punk metal de los Carajo y sus impresionantes show a que nos tiene acostumbrado, no sorprendió. La potencia de sus música supero las previsiones de los ingenieros de sonido que diseñaron los escenarios y el sonido tapaba la presentación de Pier, quienes apelaron a los hit mega gastados para concitar la atención del escaso publico que lo acompañaban en el tercer escenario.
Attaque 77 presentaba su formación reducida desde la partida de Ciro Pertusi, con Mariano Martínez como frontman, repasaron algunos temas de su nuevo trabajo discográfico “Estallar” que todavía no termina de convencer a los seguidores de la banda y también los hits festivaleros. También se quejaron por la superposición del sonido que emanaba del escenario 3 con la presentación de Viticus. Martínez pidió neutralizarla con “más volumen” un gauchito total.
El cierre fue para los Alemanes Die Toten Hosen, disculpa no sabemos nada del show, el maestro García Moreno nos dejaba cerca de la revolución. Hasta el proximo??????????
RESALTADO
Contradicciones: En la entrada del predio, la policía te revisa y te quita todo elemento cortante, bebidas y encendedores. Cien metros adelante, la primera publicidad gigante que hay en el campo es el de un encendedor. Y si vas al VIP, hasta te regalan uno que promete ms de 3 mil encendidas.
Qué precios: Beber en el predio es bastante caro: el agua, $ 10; la gaseosa, $ 13; la cerveza, $ 20, y el fernet, $ 40.
Roko: La banda local Roko repartió volantes donde detallan sus actividades y la grilla del festival, que pronto estaremos publicando en este Blog
Glamour: Imponente una mega estructura de una marca de cigarrillos con mullidas poltronas y sillones, ambiente climatizado, un enjambre de plasmas enormes y un ejército de promotoras, foto gratis para el cholulaje con la promo “tu banda soporte”.
Charly puntual: Llegó media hora antes a la prueba de sonido y dos horas antes al show. ¡Milagro!
Capusottomanía: Los videos de Peter Capusotto fueron tan aplaudidos como los shows de las bandas.
Adelanto de GIT: La banda de Pablo Guyot, Alfredo Toth y Willi Iturri tocó sólo dos temas en su sorpresiva aparición en el Cosquín Rock. La mini presentación fue a modo de adelanto de la gira que la banda realizará a partir de marzo por todo el país, en su regreso a los escenarios del rock nacional. Tocaron Ana y Es por amor.
Clima perfecto: Ni calor, ni agua: nubes amables y una brisa encantadora le dieron a la última jornada del festival el clima ideal para disfrutar del rock en remerita y bermuda. Despues se vino el temporal y las carpas flotaban por San Rocke
Competencia: Después de interpretar su versión al palo de Amigo de Roberto Carlos, los Attaque 77 pidieron más volumen porque los estaba tapando el escenario de al lado. Y era cierto: a esa hora el escenario 3 estaba copado por Viticus.
Un techo para el rock: La ONG Un techo para mi pas difundió su trabajo entre las estrellas del festival: Mariano Martínez de Attaque y los chicos de Carajo se pusieron la remera azul que identifica a los jóvenes que ayudan a familias en situación de extrema pobreza en asentamientos marginales de Córdoba.
Un éxito deficitario
Por Pablo Leites para la VOS
Cosquín Rock se fue con grandes shows y algunos problemas en el ítem “rentabilidad”.
Poner la lupa sobre los números finos del evento rockero más convocante del interior del país parece a priori una tarea difícil. No es cierto. Es imposible, a menos que uno sea José Palazzo o su contador. Meterse en la maraña organizativa y financiera de una estructura que programa más de 70 bandas en tres escenarios distintos implican desentrañar números de viáticos, seguro, contrataciones, catering, sonidistas, iluminadores, cámaras... y sigue la lista.
Lo cierto es que siempre es válido aproximarse, al menos, a las columnas del debe y haber estrictamente financiero, más allá de lo artístico, y la cara visible es el jefe de Nueva Tribu.
“El festival no fue rentable, lo dicen los números y también gente que sabe del tema. A esta edición vinieron responsables de encuentros similares como Rock al Parque (Colombia), Vive Latino (México), Rock en el Parque (Perú), Altavoz (Colombia) y Viña Rock (España) y todos coinciden: es un producto muy ambicioso que no se sustenta en ningún lado con una entrada única de 20 dólares como lo hacemos nosotros”, arranca Palazzo en el mediodía del día después. La aclaración que cabe es que “no rentable”, en términos empresarios, no necesariamente implica perder plata. Pero anda cerca. Además, JP tiene sus cañones apuntados a la carencia de apoyo oficial y la diferencia que hay en ese sentido con eventos de otro palo, como el folklórico.
“Nos sigue sorprendiendo la falta de respaldo y la ausencia del estado. (El ministro de gobierno) Carlos Caserio fue el único que al menos nos atendió el teléfono, pero eso no significó mucho. Estamos hablando de un evento que este año cortó 60 mil entradas entre los tres días, y que ese movimiento genera ingresos importantes para la provincia. Nosotros no recibimos nunca las fortunas en subsidios y apoyo que sí obtienen, por mencionar a los más importantes, Cosquín folklore y Jesús María”, protesta el mandamás de la productora cordobesa.
En lo que toca al aspecto estrictamente artístico, al tipo de la cresta canosa se lo escucha conforme con todo, especialmente con el Show de Charly, y dolido por haber tenido que levantar el escenario reggae, el día del temporal.
El mejor epílogo posible
Por Cristian Vitale para Pagina 12
El músico ratificó que está en buena forma, aunque sus movimientos sean lentos y trabados. Hizo un montón de hits y desempolvó perlitas de su amplio repertorio. También tocaron Die Toten Hosen, Babasónicos y Viticus.
Refresco de un recuerdo: Cosquín Rock 2005, primera vez del festival en la comuna de San Roque, miércoles, casi 40 mil personas esperan la presentación de Charly García prevista para la medianoche. Pasa una hora: nada. Pasan dos: menos. Charly aparece a las 4, totalmente dado vuelta, y a José Palazzo, el mandamás, casi le da un bobazo. Venía de limusina la cosa. De rock star y tensión. Otro: el desastre con el sonido del año anterior, en la Próspero y así... García siempre había sido un tremendo problema para la producción del festival de la montaña. Pero el giro fue completo. Se le pide a Charly puntualidad para la prueba de sonido... y cumple. “Le dijimos ‘de
Así, aunque con las limitaciones del caso, el show del “nuevo García” rindió como uno de los más altos, en estética y emoción, de los varios que hubo el domingo, durante la fecha epílogo. Apoyado en una banda aceitada (el Negro García López, el Zorrito Von Quintiero, Hilda Lizarazu y el trío de músicos chilenos) y, reanimado por su nuevo estado, Charly armó un compilado perfecto de sus mejores canciones para que a casi ninguna de las 25 mil personas que asistieron se le ocurriera escapar de la lluvia. “No soy un extraño”, “Cerca de la revolución”, “Demoliendo hoteles”, “Promesas sobre el bidet”, “Rezo por vos”, “Yendo de la cama al living”, “Pasajera en trance”, “Nos siguen pegando abajo”, entre las previsibles. Más algunas gemas que corrieron el péndulo hacia el lado de la palpitación reminiscente. Vibración y sorpresa, incluso, porque, más allá de esa decena de canciones que saben todos, a García le dio por desempolvar otras con no tanta ruta en recitales: “Canción de 2x3”, por caso, o “Adela en el carrousel”. Al cierre, cuando el inmenso predio de la comarca era un bis climático de la noche anterior (una alfombra de barro y agua como efecto del diluvio) apareció Juanse para cargar de rabia una poderosa versión de “Mr. Jones”, lejano clásico de Sui Generis. “Este tema que voy a hacer pertenece a la prehistoria”, había anunciado Charly, que se bancó entero todo el recital, yendo del piano al micrófono.
Suma y síntesis, Charly, de un festival que transcurrió sin mayores sobresaltos. Al menos, puesto en comparación con ediciones pasadas más accidentadas, nerviosas y desopilantes (el libro Cosquín Rock, de Palazzo y Víctor Pintos, lo cuenta mejor). El show de los Ratones Paranoicos (apuntalado en el temple renovador de Pablo Memi) fue parejo, sólido y bastante hitero: “Sigue girando”, “Ruta
Mientras, por uno de los escenarios de atrás pasaba Massacre con un show bizarro (Walas salió a cantar con una máscara de luchador mexicano, y calzas grises y negras) y potente, a caballo de dos hits impecables: “La reina de Marte” y “La octava maravilla”. Attaque y Carajo cumplieron, y Viticus les puso calentura vintage a las sierras. Tres guitarras y a matar con un set poblado por rémoras de Riff (“Macadam”, versión interminable de “Mucho por hacer”, “Ruedas de metal”) y los propios de Viticus ungidos por esa fórmula sureña que nunca falla.
Festival sin sobresaltos –se insiste–, en el que la tercera y última noche no fue excepción. Festival “casi” sin sobresaltos, aunque con cierta sal en los detalles: el tremendo e inolvidable recital de Skay de la primera luna (tardaron ocho meses para convencerlo), el giro de Charly, la forma en que Willy Quiroga convenció a los organizadores para que invitaran a Vox Dei (“Nosotros nos rompimos el orto para que el rock sea lo que es hoy”, dijo el viejo bajista); la confusión sonora en el medio del predio (en un momento Attaque, Viticus y Ratones parecían una sola banda) y los tapones de punta de Gamexane para recordar a los ausentes con aviso mientras Todos Tus Muertos salía a tocar: “Gracias Callejeros. Sigan quemando gente, hijos de puta”.
PETER CAPUSOTTO Y SU MUSEO EN COSQUÍN ROCK
Nota: Especial LA GOTERA DAK
El programa de rock de la TV publica, “Peter Capusotto y sus Videos” que cuenta con mas fan de lo que marca los números de IBOPE, fue la “Banda” grosa, que vio y visito todas las tribus. Desde el mas duro metalero hasta el Museo Peter Capusotto bolichero que solo fue a ver a los “BABA”, si dieron tiempo para pasar por el Museo Peter Capusotto, ubicado a la entrada del predio, donde fueron exhibidos algunos de los objetos del programa.
Sin promotoras LOBAS, ni guías de versito aprendido, solo dos muchachos de seguridad que cobraban cinco pesitos la entrada y ordenaban la cola (de la gente, recuerden que no había promotoras). La puerta de entrada estaba decorada con una advertencia “un paseo para apreciar un montón de basura y objetos inútiles”
En general se pudo ver los distintos vestuarios de los personajes y algunas estenografías con los que capusotto nos deleita en sus envíos. El hombre soda de Nico Nuca, Micky Vainilla, el traje de Nicolino Roche, Bombita Rodríguez en maqueta, el póster original del filme que hizo con la Coca Sarli, el mete gol de salchichas y toda la obra artística de Pinky Lavie, la reproducción del rincón de Pizzería Los Hijos de Puta: una silla, mesa, la pizza y las manchas en la pared incluidas.
No podía estar ausente uno de los personajes más polémico entre algunos roqueros sin humor, si señores POMELO y varios objetos destrozados, como evidencias de roker a ultranza.
También se pudo apreciar la escenográfia de Violencia Rivas, el garo, el perro, el whisky y carteles con sus proclamas como pionera del punk.
Sumado al museo, también entre banda y banda se pudo ver algunas producciones de los personajes realizados exclusivamente para el festival de cosquin, donde destacamos al grupo LOS MORRONES, una banda punk que intenta enfrentarse o ser perseguidos por la policía y encuentran total indeferencia de la ley.
El paseo por el museo y los video en el escenario principal fueron motivo para la carcajada de los concurrentes. Hasta Charly mientras cantaba “No soy un extraño” en la parte de la letra que dice “…Enciendo un faso para despistar, Me quedo piola y empiezo a pensar…” remedando al personaje de capusotto se permitió la broma “esta letra habla de Fassoooo…”
Una muy buena iniciativa de la producción y muy bien receptada por el publico. Algunas Fotitos: 
AHORA PASA LA FRANELA
“Piti” Fernández habla de su nueva banda y revela las razones de la ruptura de Los Piojos.
En el videoclip de Lo que me mata, Daniel “Piti” Fernández deja claro que no le gustan los rockeros de permanente ceño fruncido. Es el primero grabado por La Franela, su banda desde que decidió irse de Los Piojos, 10 meses antes de que la diáspora terminara con una de las bandas más convocantes del rock local, y la protagonista femenina, aunque no canta, es de un palo bien distinto. “No me gusta el rockero solemne y siempre serio. El clip es eso: que aparezca la Sole (Pastorutti) actuando es un chiste, porque el protagonista está solo y ella es la Soledad más famosa que tenemos. Le sobra onda y creo que transmitimos que nos divertimos mucho haciendo el video y tocando en La Franela”, explica.
Con un primer disco para mostrar (Después de ver, editado en 2009), La Franela empieza el viernes por la tarde su propia historia en el Cosquín Rock sin prerrogativas: la grilla indica que tocan en el escenario principal, a las 16.20. Pero no hay nervios, parece, y todo es relax. “La prueba inicial ya la pasamos. Hay menos nervios, la gente que nos fue a ver en Buenos Aires va conociendo las canciones y sonamos más ajustados. El año pasado fue el tester, creo... o no, por ahí subimos al escenario de Cosquín Rock y nos cagamos en las patas”, arriesga.
Exposición reducida
Más allá de la expectativa por empezar con el pie derecho en un evento al que el ambiente rockero en general considera clave a la hora de sacar patente de masividad, suena lógico pensar que Piti no tiene que cargar con el pesado lastre de haber sido la cara más visible de Los Piojos. Una ventaja de la que seguramente no disfruta Andrés Ciro Martínez en su nueva etapa solista. “Mi lugar en Los Piojos, desde el día en que fundé la banda, fue el de guitarrista, no tuve tanta exposición ni tanta presión”, señala.
“Me ubiqué siempre en la base de la banda, como alguien que juega de cinco, y eso me dio siempre mucha libertad. Ahora en La Franela estoy al frente, pero también la propuesta es completamente distinta. Somos muchos, todos opinan, dicen lo que quieren, se hace lo que todos decidimos. Hay otros ingredientes”, marca el violero y deja picando la próxima pregunta: la del millón: ¿Qué pasó exactamente con Los Piojos? “Hay veces que te bancás cosas hasta el punto en que decís no soporto más. Diez meses antes de que Los Piojos se terminaran, yo decidí irme porque no se modificaron ciertas cosas”, revela.
Y luego cierra: “En 20 años fueron muchísimos más los aciertos que las cosas que hicimos mal, pero suele haber incompatibilidades de caracteres que se vuelven insostenibles. Me parece que Andrés llegó a creer que él era Los Piojos, el generador de todo. Y si escuchás todo el tiempo ‘que salga Ciro, todo el año es carnaval’, debe ser difícil no creerlo. Me pareció que cada uno era parte del carnaval, pero los muchachos pensaron que así estaba bien. Creo en la igualdad y que nadie la tiene más larga que el otro. Eso pasó”.
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