GUILLERMO VADALÁ, EL COMODÍN DE SPINETTA
En el espectáculo de "Las bandas eternas", se desempeñó como bajista y guitarrista. Y fue miembro estable de Pescado Rabioso.
Germán Arrascaeta para el suplemento VOS
Guillermo Vadalá es un bajista requerido por todos. Por músicos exquisitos, por vanguardistas, por estrellas pop. Se siente bendecido por ello este instrumentista porteño, pero nunca imaginó que su condición de respaldo confiable llegaría tan lejos como el pasado viernes 5 de diciembre, cuando Spinetta lo utilizó como comodín del espectáculo "Las bandas eternas", acaso el acontecimiento musical de la década.
En esa ocasión, Vadalá fue violero a la hora de revisar varias piezas solistas y de Spinetta Jade; y no sólo eso, también se desempeñó como bajista de Pescado Rabioso, aun cuando los ex cuatro cuerdas de esa formación pisaron la escena con él. Antes de entrar en detalles sobre la cocina de semejante acontecimiento, Vadalá revisa cómo es que le llegó el ofrecimiento: "Con Luis nos conocemos de los años de Madre Atómica. Por supuesto, la relación se afianzó al haber tocado muchos años con Fito Páez. Y ahora quedamos más cercanos por Nerina (Nicotra, bajista actual de Spinetta), mi esposa. Así, cuando surgió la idea de este concierto, él quería que yo fuera el guitarrista que se supiera todo el material. Tuve que sacarme todos los temas; todos. La idea era decirle 'mirá Luis, la cosa era por acá'. Se tocaron menos canciones de las que se tocaron, en realidad".
-¿Eras spinettólogo?
- Fui fan, que no sé si es lo mismo. Spinetta siempre fue lo que más me gustó del rock argentino. Siempre fui un fan incondicional. Aprendí a tocar con sus canciones, pero nunca participé de sus proyectos activamente.
-¿Cuál fue "la banda eterna" que más te pegó?
-La época en la que aprendí a captar la cosa intrínseca de Luis fue la de Spinetta Jade. Ya me estaba formando como bajista y escuchaba esa música tocada por los mejores en nuestro instrumento: Beto Satragni y Frank Ojstersek. Tocaba Pomo en base con ellos, nada menos. Por contrapartida, estaba Serú Girán... Eran bandas que te invitaban a aprender a tocar, realmente. A Pescado, Almendra e Invisible ya los había asimilado. Pero haber tocado con Pescado, haber sido uno de ellos, fue un honor, no lo puedo creer. Haber tocado Post crucifixión... Ese tema etaba en el primero de Pescado, el primer disco que se compró mi hermano mayor. Tocar ese tema en 2009, con ellos. Fue el concierto más emotivo de mi vida, por lejos. Estoy bajando. Todos los que participamos estamos bajando, en realidad.
-Me sorprendió que te desempeñarás como violero...
-La intención de Luis era que tocara la guitarra, los acordes de los temas, de todos. La idea era que él cantara y hubiera un guitarrista por detrás con los acordes omnipresentes. Haciendo una melodía que él no podía reproducir. Como en Sombras en los álamos, donde me insinué como primer violero a pesar de que también tocó un tremendo guitarrista como Baltasar Comotto. Me moví en ese plan, en definitiva, haciendo de comodín, dándole solidez a la parte armónica.
-¿Pero tocás la viola en tu fuero íntimo?
-La viola fue mi primer instrumento. Empecé a estudiar guitarra a mis nueve años. Los bajistas de mi generación eran violeros puestos a tocar el bajo. ¡¡¡Es que había pocos bajistas!!! Black Amaya me contaba que en la época de Pescado tampoco había bajistas. David Lebón y Bocón Frascino se pusieron tocar porque no había bajistas. En mi generación, ya había algunos pero eran pocos. Pero ahora un pibe se predispone a tocar el bajo, directamente.
-¿David Lebón, que fue bajista de Pescado, se negó a tocar el bajo en la reunión?
-Luis le sugirió que tocara la viola, directamente. David había 30 y pico de años que no tocaba el bajo, entonces, se estaba empezando a oponer. Luis me explicó que, en aquel entonces, las cosas daban como para que él sea el primer violero y punto. Ahora, en cambio, las cosas se daban para que esa responsabilidad recayera sobre David y me aprovechara a mí como bajista. Cuando Luis me dijo "parece que vas a ser al bajista de Pescado", no lo daba por seguro. Pero él tiene una particularidad: no habla al pedo. Si él te dice algo, cierra filas en torno a eso. Me quedé esperando y cuando fue el primer ensayo dije "puta, esto va en serio".
-¿Qué pasará con tu futuro inmediato?
-No hay nada definido. Así como me aseguró que sería el bajista de Pescado, también me juró que no hay nada a futuro en relación a las bandas eternas. Si él quisiera, tocaría 15 veces. La gente está enloquecida con el show, para muchos fue el concierto de la década. Hay que ver qué quiere hacer íntimamente. Veo que tiene ganas de retomar su disco Un mañana, pero todos los músicos participantes estaríamos encantados de seguir adelante. De hecho, ensayamos como para hacer una gira. Si él tuviera el deseo, estamos al pie.
-¿Y tu carrera?
-Estoy con mi proyecto. Presento cada tanto mi discos solista llamado Alumbramiento. Y en vivo, sólo tocaré con Luis. No sé qué deparará 2010. No sé qué puede pasar porque estoy bajando todavía de un sueño y no me puedo ocupar en otra cosa. Pero grabo siempre, hago trabajos de sesión. Ahora toqué en un disco de Chayanne y en otro de Marc Anthony. Para Diego Torres, estoy ahí.
VUDÚ, DE ROSARIO A BAIRES
En dos jornadas consecutivas, el cuarteto vuelve a los escenarios porteños a cerrar el año. Sábado 19 y domingo 20 estarán tocando en Makena y Niceto, teloneando a Viticus.
La banda rosarina liderada por Ike ya lleva tres CD sobre las espaldas y nueve años girando y girando por Rosario primero, por el resto de la Argentina después, y hasta por el Brasil. Para este fin de 2009, la vuelta a Buenos Aires es por partida doble: primero estarán sobre el escenario de Niceto Club, el viernes 18 de diciembre, como banda telonera de Viticus. Y al día siguiente subirán a las tablas de Makena Club, como estrellas principales de la noche y donde presentaran su nuevo video del tema, Canción de Fuego.
CUENTOS BORGEANOS
Su relación con el sello EMI
“No somos como Eddie Vedder, que es multimillonario y dice que no le interesa la plata”
Por Mario Yannoulas Suplemento NO
Abril Sosa cree que el rock argentino representa “la elegancia”, antes que el aguante del “barrio”. Con Psicomágico, editado por EMI, pretende realizar un homenaje al escritor chileno Alejandro Jodorowski. (¡Otra vez, a wikiar!)
”Las entrevistas son parte de nuestra música porque también abrimos el corazón y nuestras ideas es una especie de psicoanálisis en el que uno dice cosas que en realidad no había pensado. Por eso me gusta sentarme a hacer notas”, conversa Abril Sosa, de Cuentos Borgeanos, esa banda especial a la que algunos eligen llamar de “rock literario”. “Lo que no está bueno es que quede tergiversado y acotado lo que uno habló”, marca, afable. Se sabe que reivindicar el poder de la palabra es una de sus tareas preferidas, y que muchas veces el discurso se inunda de citas. Pero esta vez, Abril y sus tres compañeros (Diego López en guitarra, Agustín Rocino en bajo y Lucas Hernández en batería) dejan de lado lo ya escrito y apuestan al instinto para intentar desentrañar su circunstancia, la del lanzamiento y consolidación de Psicomágico, su cuarto y prometedor disco de estudio, ese que llevaron por todo el país en un tour decididamente federal.
A esta altura, Cuentos Borgeanos ya tiene un estilo propio, y hasta atraviesa una segunda etapa en su corta pero intensa genealogía: las sombras de Fantasmas de lo Nuevo (2002) y Misantropía (2004) abrieron paso a un tramo lumínico con Felicidades (2007) y el propio Psicomágico. “El nombre del disco es un homenaje a (el escritor chileno Alejandro) Jodorowsky, y más que eso, es como tomar su filosofía. Creemos que nuestras canciones pueden ser actos psicomágicos que revelen, que modifiquen, que motiven a las personas en cualquier cosa, siempre que sea algo positivo”, excava el ex baterista de Catupecu al tiempo que construye su propia genealogía: “La valoración musical tiene que existir, se supone que disco a disco uno va mejorando. Más allá de eso, creo que hay un quiebre, un abrir de camino en este disco, es como si Fantasmas... hubiese sido la niñez, Misantropía la adolescencia, Felicidades la pos adolescencia y Psicomágico la adultez, en el buen sentido, porque el rock no se lleva bien con la palabra. Hay cierta madurez emocional, más que musical. ¿Viste cuando te sentás con un amigo o una pareja y te plantás como “Ahora vamos a hablar en serio”? Bueno, este disco tiene eso. La música de rock argentina puede ser profunda, contener arte, poesía, ganas, generar cosas, y sin miedo. No es una boludez, hicimos un disco de verdad”.
Esta vez repitieron productor, aunque con un resultado diferente. Pablo Romero, de Arbol, fue el supervisor artístico de Felicidades, pero Psicomágico ofrece un sonido más crudo y tanto más personal, donde los ambientes ganan importancia por sobre los trucos de posproducción, como una forma de ir directamente al punto. “Cuentos es una banda que fue progresando, pero seguimos sin sentirnos tan especiales. Todo es cada vez más abierto, a carne viva, corazonado, nos mostramos cada vez más como somos, no hay mucho cuento, aunque suene contradictorio. Con Pablo buscamos ese sonido medio vintage, Lucas hace rato viene tocando con baterías grandes y mucho ambiente. Buscamos eso porque representaba lo que las canciones pretenden ser. En este disco nos pasa algo que tiene que ver con el proceso de composición, llegamos a una armonía”, prosigue Abril.
–¿Encontraron definitivamente su lugar?
Abril: –Todavía no ocupamos un lugar en el rock, somos una banda muy nueva. El otro día veía un video de Los Piojos y pensaba “Estos tipos llevan veintipico de años tocando y nosotros recién tenemos siete”. Pensaba en la diferencia entre un hombre de 28 años y un nene de 7. Lo que sí tenemos es una intención, que es la de reivindicar a ese rock argentino que influyó en toda Latinoamérica con una poemática, el de los ochenta: Los Abuelos, Charly, el buen Fito, Cerati. Eso se fue perdiendo, pero creo que hay bandas nuevas entre las que podemos estar nosotros, Estelares, Smitten, que quisimos recuperar un poco eso de no tenerle miedo a la idea de que el rock puede ser arte. No somos rockeros borrachos, drogadictos que van arruinados por la vida; al contrario, enaltecemos la vida. Ocupamos esa intención, no sé si hoy es un lugar, pero lo va a ser, porque eso es el rock argentino.
Agustín: –Vemos un resurgimiento de las bases del rock nacional, por supuesto que de una forma más moderna, no como sonaba Spinetta hace treinta años. A fines de los ‘90 y principios de los 2000 el ojo del rock en castellano estaba en México, cuando siempre había estado en la Argentina. Ahora se está volviendo de eso, muchas bandas de acá la están rompiendo en México.
Diego: –En esa época el rock era demasiado sectario, si eras rockero tenías que ser de barrio, y si no, no eras un carajo.
Abril: –Era la época de un rock que... nos cuesta mucho hablar de una cotidianeidad falsa. Como decir “el rock barrial”. Si todos somos de un barrio, nadie levita. Es una forma algo falsa de expresarse. Todos tomamos una cerveza en la esquina, a todos nos gusta tener una chica, pero la música es un poco más que esas vivencias tan particulares. Queremos retomar la música desde un lado emocional, universal, hablar de las cosas esenciales: el amor, la muerte, la vida. Esa es la precisa, como dicen en el campo. Nos pasa de encontrarnos en circuitos de gente que escucha rock argento, que si uno sale con un pantalón que es lindo se pone un poco molesta y piensa “Qué desencajado, tendría que estar drogado y todo sucio para representar”. Y no, el rock argentino representa la elegancia, la vitalidad, el amor. Yo porque soy muy fanático de los grandes escritores del rock argentino: Spinetta, Miguel Abuelo, el Fito y el Charly de antes.
–¿Cómo llevan el juego entre la música y la lírica?
Diego: –Primero sale la música, que viene con una melodía de voz, y con eso Abril escribe las letras. Muchas veces siento que lo que escribe sería lo que yo escribiría si tuviera su facilidad.
Abril: –Algo importante es que somos muy amigos, en el sentido más lindo y profundo de la palabra. Además, el hecho de pertenecer a la misma generación nos lleva a vivir el mundo casi de una misma forma, cada uno con sus ideas. Es raro que yo escriba algo que no encaje con la forma de vivir de ellos.
–¿Qué es lo bueno y qué lo malo de trabajar con una multinacional?
Abril: –Lo malo aparece cuando una banda carece de libertad artística. Lo bueno de la discográfica es que manejan el comercio, algo de lo que no entendemos nada pero nos interesa. Nos interesa ganar con la música, no somos como Eddie Vedder, que es multimillonario y dice que no le interesa la plata, es mentira, porque cuando se compra un auto y se toma un avión, lo tiene que pagar. Olvidémonos de esa imagen del director gordo que fuma un habano y se caga de risa. Eso no existe más, el promedio de la gente que trabaja ahí no pasa de los veintipico de años, y tenemos una relación muy cordial con ellos. Cuando firmamos el contrato con EMI, ellos no habían escuchado nada y nos pagaron, tuvieron confianza en nuestro desarrollo y nuestras ganas. Hasta el momento, no existe la parte negativa. Al único artista del mundo al que le creo que realmente quiere ser independiente es a Manu Chao.
DOS MUERTES EVITABLES
Autor: Sergio Marchi* para www.rock.com.ar
Cuando escribí “El rock perdido” supe de inmediato que tenía más para perder que para ganar. Siempre hago esos calculos, lo que no impide que tire la calculadora a la mierda y diga lo que tengo que decir. A veces acierto, otras le pifio, muchas me putean, algunas me aplauden. Cuando escribí ese libro sentí que no podía disimularse más las cosas que estaban pasando en los recitales, y que el principal responsable era el público.
Ruben Carballo tenía 17 años. Murió en un recital de Viejas Locas, en Vélez. Los padres dicen que lo mató la policía en una represión brutal. Los médicos dijeron que quiso subirse o bajarse de la autopista y que resbaló. Se sabe que hubo un tumulto donde la barra brava de Vélez entró sin entradas. Después el club salió a decir que no había sido así. Rubén Carballo murió hoy.
Melisa La Torre murió la noche del sábado 5 de diciembre. Fue en un show de Las Pastillas del Abuelo. Aparentemente cedió una valla y murió aplastada. La organización dice que es imposible porque donde ella estaba no había apretujamiento de gente, y por ende era imposible la avalancha. Ella estaba sana y por ende era imposible que muriera también. Dicen algunos que avisaron, que el cantante se dio cuenta, que avisó a los de seguridad, pero que no paró el show.
Cromañón fue un accidente que estaba destinado a NO suceder. Pero el comportamiento tan cavernícola del público HIZO que sucediera. Tanto en Viejas Locas como en Las Pastillas del Abuelo hubo un comportamiento cavernícola del público. Obviamente, habrá que ver lo que pasó. Porque si hubo un policía o varios que tuvieron que ver con la muerte de Carballo, los quiero presos. Si en la organización del show de Ferro donde murió Melisa, hubo negligencia de alguien, también los quiero presos.
¿Pero quien va a meter presos a todos esos pendejos que se maman y van a causar kilombo porque es lo que les gusta y hay un montón que los ven y se prenden?
No nos hagamos más los estúpidos en nombre de la corrección política: la culpa la tiene el público. Y en realidad, una porción, que no es tan ínfima como nos quieren hacer creer. Si no hay gente haciendo kilombo, estas cosas no pasan. No quisiera traer a colación el caso Bulacio, pero la conexión que me surge es: Redonditos de Ricota - Callejeros - Viejas Locas - Pastillas del Abuelo. Cuatro shows diferentes de bandas que arrastran un público similar. Cuatro lugares distintos (Obras, Cromañón, Vélez, Ferro). Cuatro organizaciones diferentes. ¿Cuál es la única constante? El público.
Lo que quiero decir es que cuando escribí “El rock perdido”, puse la lupa allí: en el comportamiento de la gente. Me llamaron facho, idiota, reaccionario, gorila, pero fue una minoría porque hubo una gran mayoría que estuvo de acuerdo más o menos en mi argumento. Hoy vuelve a pasar.
Lo peor de todos es que esos grupitos son detectables. Los otros días hubo uno así en el show de Spinetta. Nadie les dio bola: quedaron aislados. Son grupos visibles. Entonces, la policía en vez de controlar a gente que no está haciendo nada, mirándolos con cara de malo, debería vigilar a los siete monitos que están con tetra-brik en la mano cantando boludeces como si estuvieran en la cancha. Algunos de esos grupitos son los que después arman el kilombo, y salen porque son muy vivos y nunca les pasa nada. ¿Quiénes son los que pagan? Rubén y Melisa.
Podrán poner 10 mil vallas, 20 mil policías, cacheo por todos lados, blablabla. Pero mientras en AC/DC te hacen tirar la botellita de agua para pasar uno de los vallados, a los diez metros… ¡hay un tipo que te vende el agua que te hicieron tirar! Ustedes verán toda la fauna de revendedores de remeras, de souvenirs, de cerveza, y sobre todo de entradas, que hay en todos los recitales. Hasta que no se meta presa a esa gente (que no sé cual es el tongo que tendrá), nada habrá cambiado. Porque todo tiene que ver con la ilegalidad. La mayoría veces los que son condenados, multados o apercibidos, son los que suelen cumplir con la ley. La ley suele meterse con aquel que la respeta, no con el que no la respeta, porque la ley le teme al delincuente y prefiere ser su aliado.
Mientras eso siga así, se seguirán perdiendo vidas inocentes como las de Ruben y Melisa. Sin querer exculpar a nadie, no hay organización ni vigilancia que valga, si los pibes están tan “sacados” en los recitales. Habrá responsables penales, pero es el público de esas bandas, “tan del palo” el culpable de todo esto. Hasta que no podamos entenderlo, no habrá modo de que esto no siga sucediendo.
Porque que no haya más recitales en Obras, en el Club Ciudad, que la diagonal frente a River esté vallada, y que tengamos que escuchar bajito, no es por culpa de los decibeles, sino que los vecinos están hartos de tener que soportar una y otra vez que que Atila y Los Hunos acampen por la vereda.
Y el verdadero problema es nacional. Simplemente busquen el reflejo de esto que les digo por su alrededor. Cuando salgan a la calle, lo ven clarito. Así como la sonrisa que traía de AC/DC me fue borrada por un borracho hijo de puta, que iba caminando por Udaondo con su pibe de cinco años, puteando a diestra y siniestra al universo y a la policía. Pensé en el futuro de ese pibito, en el trauma que estaba sufriendo frente a mis ojos, en el desconcierto que padecería, en el dolor de ver a quien está en situación de cuidarlo tan extraviado que era él el único que podría cuidarlo en un cambio de roles de una perversidad extrema. Pensé en que en ese momento, ese padre le estaba destruyendo el futuro a ese niñito, porque le estaba dejando un trauma de la Gran Siete. ¿Qué podía hacer? Era boxear al tipo o nada, porque no era un ser plausible de ser calmado con palabras. ¿Delante de su hijo? ¿Reforzar ese clavo psíquico que su padre le estaba martillando? La alegría de AC/DC me duró poco. Así como poco es mi precio por presenciar eso: el pibito lo va a pagar toda su vida. Y no hay derecho.
Así como tampoco hay derecho que pibes como Rubén y Melisa hoy estén muertos y llorados por sus padres.
(*) Sergio Marchi es periodista de rock. Entre otros trabajos, publicó “El rock perdido”, un libro sobre la evolución del público de rock y las circunstancias que llevaron a la tragedia de Cromañón. Más info: www.myspace.com/sergiomarchi
LAS PASTILLAS DEL ABUELO
Suspenden los recitales por la muerte de Melisa
Lo informaron a través de un comunicado. La joven, de 20 años, murió el sábado tras ser aplastada contra una valla durante una presentación de la banda en la cancha auxiliar de Ferro.
Apuntan contra los organizadores del recital en el que una joven murió asfixiada07 DIC 2009La banda dice que sienten "dolor" por lo sucedido y que trataron de ayudar a Melisa.
El grupo de rock Las Pastillas del Abuelo anunció hoy la suspensión de sus presentaciones tanto en Capital Federal como en el interior del país a raíz de la "tristeza" causada por el fallecimiento de Melisa La Torre en su concierto de este sábado en Ferro.
"Por la tristeza que nos abraza a todos y, como hemos dicho, por respeto a hacia sus allegados y todos nosotros, decidimos suspender la actuación prevista para este domingo" a beneficio de Casa Vela. La banda también suspendió el show del 25 de diciembre en el Salón Sur porteño y todas las presentaciones que tenían anunciadas en el interior del país.
Melisa La Torre murió este sábado en el Hospital Teodoro Alvarez como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio provocado por el hundimiento de su caja torácica al ser aplastada contra una valla durante el concierto de Las Pastillas del Abuelo en la cancha auxiliar de Ferro.
En un comunicado, la banda aseguró que "estamos muy golpeados y pasando un momentos de mucho pesar por el fallecimiento de Melisa. Por respeto hacia su familia, hacia todos ustedes e inclusive por la fuerte conmoción que estamos padeciendo, no creemos prudente realizar ningún tipo de aparición pública".
En su texto, la banda criticó a la prensa al afirmar que "quienes estuvimos en Ferro el sábado, sabemos que las cosas fueron diferentes de lo que algunos medios quieren hacernos creer y cuentan de manera irresponsable".
"El vértigo que quieren imponer muchos medios de comunicación es totalmente ajeno a la necesidad de contención que en momentos de dolor cualquier persona necesita; y fue por eso que decidimos contactarnos con la familia en forma privada", añadió el grupo.
En otro párrafo, la agrupación reiteró que "todos quienes formamos parte de la familia pastillera sabemos que la seguridad y la salud de todos, es la preocupación fundamental de la banda en cada show".
En un canal de la red social Facebook, puesto en marcha por Laura la Torre, hermana de Melisa, varios fans describieron de que manera una avalancha tiro abajo el vallado colocado al pie del escenario y como la banda decidió seguir el show a pesar de los pedidos para que lo detuvieran.
EL CUARTETO HIZO EXPLOTAR EL TEATRO
Los uruguayos del Cuarteto de Nos presentaron su último disco con dos fechas agotadas.
Este fin de semana los uruguayos del CUARTETO DE NOS desbordaron de seguidores el TEATRO DE COLEGIALES. Fue el marco ideal para presentar de su nuevo disco "BIPOLAR".
La banda liderada por Roberto Musso y Santiago Tavella comenzó cada uno de los shows con la intensa "Mirenme" para luego seguir con "Nada es gratis en la vida".
Los fans vibraron al ritmo de "El hijo de Hernández", primer corte de difusión de su nuevo disco, "Miguel gritar", "Satisfacción" y "Breve descripción de mi persona".
Todos pudieron disfrutar de un mix perfecto entre nuevas canciones y los clásicos de la banda como ser "Yendo a la casa de Damián", "Invierno del '92" y "Ya no sé que hacer conmigo".
AZNAR + MOSKA. DOS FUNCIONES IMPERDIBLES
Pedro Aznar y Paulinho Moska, se presentan por primera vez juntos, en Buenos Aires, en un show inédito.
MUBA presenta AZNAR + MOSKA, los días 12 y 18 de diciembre en el ND Ateneo (Paraguay 918), a las 21 hs.
Pedro Aznar y Paulinho Moska, se presentan por primera vez juntos, en Buenos Aires, en un show inédito, donde van a cantar canciones, de otros autores, ademas de hacer un recorrido por algunas canciones de sus trayectoria.
El pianista Hernan Jacinto los va a acompañar. Este show será presentado el 14 de enero en Rio de Janeiro y el 15 en San Pablo.
AZNAR
Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1959. Formó, en 1978, junto a Charly García, David Lebón y Oscar Moro, el grupo Serú Girán, considerado un verdadero hito en la historia musical argentina, el que dejó un legado de 10 discos, récords de público y una influencia que trascendió generaciones.
En 1983 se incorporó al Pat Metheny Group como multiinstrumentista y vocalista. Esta formación del aclamado grupo realizó varias giras mundiales y ganó tres premios Grammy por los discos "First Circle" (1984),"Letter from Home" (1989) y "The Road to You" (1993).
Desde 1993 dirige su propio grupo, con el que explora las raíces de la música popular de Argentina y Latinoamérica, imprimiéndole un personal y singular sello de contemporaneidad aportado por su amplia experiencia y trayectoria en otros estilos como el Rock y el Jazz, su constante apertura a las nuevas tendencias y su investigación de las antiguas tradiciones.
Cuenta con la edición de diez discos como solista y más de cincuenta con otros artistas. Su ultimo disco fue Quebrado Vivo, lanzado este año y en los proximos dias saldrá el DVD Quebrado vivo.
MOSKA
Paulinho Moska nació en Río de Janeiro en el año 1967. Comenzó a tocar la guitarra a los 13 años con amigos. Estudió teatro y cine en la CAL (Casa de Artes de Laranjeiras).
Fue integrante del grupo Inimigos do Rei, pero dejó el grupo en 1992 para seguir su carrera como solista. Se volvió famoso debido a que su canción "O último día" fue el tema de apertura de la exitosa miniserie O Fim do Mundo, y por la canción A Seta e o Alvo, su mayor éxito.
Su último trabajo “Tudo novo de novo” editado en el 2007 impulsaría la ya iniciada carrera de Moska en el exterior, mas especificamente en paises de habla hispana.
El disco conto con una versión del tema de Jorge Drexler “La edad del cielo” y con la interpretación conjunta de los cantautores en “Dos Colores: Blanco y Negro”. Del mismo disco se desprendió el gran éxito de “Pensando em Você”, hit que fue cortina de las novelas "Agora é que são elas" y con su versión en español en “Amor en Custodia” . Paulinho Moska se encuentra grbando su proximo disco.
GAZPACHO PREPARA UNA REVOLUCIÓN
Con solo entrar y registrarse en el nuevo site www.gazpachomusic.com, con las características de una Web 2.0 (estilo Facebook) se podrán descargar las canciones nuevas y las editadas anteriormente, en alta calidad, con su arte de tapa e información de las mismas.
En momentos donde los discos se venden cada vez menos y cuando el negocio de la venta de música ya no es el sostén principal de ninguna banda, es cuando hacen falta nuevas ideas, nuevas propuestas, adaptarse al mundo digital y a los tiempos actuales.
Gazpacho propone una revolución musical, para que la forma en que descargas tu música sea legal y accesible para todos.
Con solo entrar y registrarse en el nuevo site www.gazpachomusic.com, con las características de una Web 2.0 (estilo Facebook) se podrán descargar las canciones nuevas y las editadas anteriormente, en alta calidad, con su arte de tapa e información de las mismas.
Tendrán la opción de hacerlo sin costo alguno o bien pagando el valor deseado y obtener así beneficios extras como acceso a material exclusivo, descuentos en entradas, merchandising, concursos, etc. Además habrá un acceso exclusivo a medios donde podrán descargar info actualizada, audios, fotos de prensa, entrevistas, videos, etc., mediante el uso de un código único y personal.
En www.gazpachomusic.com también se podrá participar de la "COMUNIDAD GAZPACHO", donde cada usuario podrá armar su perfil con fotos, información personal, subir videos, canciones y comentarios, agregar amigos, estar al tanto de sus novedades y de las de Gazpacho, participando activamente de esta REVOLUCION.
Para este lanzamiento, GAZPACHO presenta su primer corte "Cuando vengas por mi", como adelanto del primer set de nuevas canciones, producidas por Waldo Madera, pertenecientes a "REVOLUCION", junto con el video dirigido por Ariel Evasio con impresionantes tomas en slow motion.
FESTIVAL INTERNACIONAL DE REGGAE
Miles de fanáticos del sonido surgido en Jamaica hace más de medio siglo se reunieron durante el fin de semana en La Paternal para celebrar, tan lejos y tan cerca, el momento que vive el reggae regional. Los uruguayos Congo, los brasileños Natiruts, los chilenos Gondwana y los locales Nonpalidece pusieron música a un encuentro lleno de color.
Son las seis de la tarde del sábado y en la estación Wilde de la ex línea Roca las publicidades que habitualmente cuelgan de la blanca pared de una guardería de bicicletas anunciando toques bailanteros, de heavy metal o shows de strippers fueron reemplazados por tres afiches que invitan al I Festival Sudamericano de Reggae, en el Microestadio Malvinas Argentinas, donde Congo (Uruguay), Natiruts (Brasil), Gondwana (Chile) y Nonpalidece (Argentina) se presentarán para ratificar los lazos de hermandad reggae en el Mercosur.
Un año atrás, Alexandre Pereira, cantante y guitarrista de Natiruts, dio una entrevista exclusiva a Agencia NAN durante su primera visita al país, en la que se refirió a la posibilidad de organizar un show regional: “Queremos tocar en ciudades como Bogotá, Lima, Caracas o Santiago y uambién pensamos en hacer un Festival Latinoamericano de Reggae en Brasil”. Lo último finalmente se materializó, pero en Argentina. ¿Pero por qué un festival de reggae en Buenos Aires? Si se toma en cuenta que en los últimos 15 años el rock vernáculo llegó al Quilmes Rock, la electrónica a Creamfields, la música alternativa hizo lo propio con el Personal Fest o, un poco más lejos en el tiempo, el Monsters of Rock atrajo a las huestes del metal, un evento que aglutine la emergencia de bandas locales y extranjeras de reggae no debería sorprender.
Ya son las ocho de la noche en Paternal. A ciento cincuenta metros del ingreso al Estadio Malvinas Argentinas, Pablo, de 25 años, que llegó de Lomas del Mirador para hacerse unos mangos y ver si puede zafar la entrada, ofrece “pan caliente para el bajón” a los chicos y chicas que se dirigen sin ningún apuro y sin la histeria colectiva de otros festivales, directo hacia los escenarios. Con dos tecladistas que plantean un duelo de melodías, un bajo contundente apoyado en los cruces afinados de batería y percusión, los músicos de Congo se sacuden los años de reggae yorugua del cuerpo y Álvaro Alvino –cantante mezcla de Gregory Isaacs y “El Chole”, cantante de la Abuela Coca–despide la segunda noche del festival con un set corto pero contundente que abre camino a las presentaciones de brasileños, chilenos y argentinos.
En la doble pantalla que cubre el telón de fondo, la tapa de Raçaman, último disco de estudio de Natiruts, alterna con el nombre de la banda en verde, amarillo y rojo –los mismos colores con los que las luces tiñen dos largas telas blancas que recorren las torres de iluminación y desaparecen detrás del escenario– con el anuncio de la última Fiesta Clandestina de 2009.
Un grupito de veinteañeras discute sus planes para el verano. María, una morocha de treinta y pico, festeja el olor a hamburguesa. Mientras el grupo de jóvenes bosteza y María continúa penando por el hambre, las luces se apagan para que, desde el escenario, un pelado de camiseta anuncie a los gritos: “Com vocè: Natiruts”. A las 21.30, Alexandre Pereira se apodera del centro del escenario en su segunda visita al país. Suena “Groove Bom”, tercer corte de Raçaman, en una versión tan densa e hipnótica como el humo de las flores que se queman e invaden el campo del microestadio.
Ya sin Isabella Rocha en los coros, quien los acompañó el año pasado en el show que brindaron en el Gran Rex, Natiruts cumple con la promesa de presentar Raçaman en Buenos Aires con “Vento, Sol y Coraçao”. Con sólo 45 minutos para tocar, Pereira agradece la “energía positiva de Argentina” y admite que el principal objetivo de Natiruts es “contribuir a la integración musical de los países”. Suenan “Naticongo”, con una doble percusión fuerte, marcando el ritmo brasilero y acompañado por vientos; “Presente de um beija flor”; “Verbalize”; “Quero ser feliz também” y “Libertade pra dentro da cabeça”, mientras dos pareos con la bandera de Brasil flamean frente al escenario. Con gusto a poco, el cierre llega con “Natiruts reggae power”.
Gondwana sube al escenario a las 22.55, con el baterista Yayo Loyola revoleando una toalla al aire en señal de arenga. Los primeros acordes de “Irie” suenan en una tripleta de saxo, trombón y trompeta. Continúan “Chainga Langa”; “Reggae is Coming to the Nations”, “Fight” y “Verde, amarillo y rojo”, entonadas por Maxi Vargas, a cargo de las voces tras la partida de Quique Neira. Un momento interesante en la performance de la banda trasandina llega con “La puerta sigue abierta”, donde Pablo Molina sube como invitado en coros y pega brincos que hacen recordar los salvajes shows de Todos Tus Muertos. Luego llegan “Dulce amor”, con todo el estadio cantando los bises; “Mi princesa” y “Alabanzas”, en la que Vargas agradece y recuerda “los 23 años que lleva girando” la banda chilena. Aunque con buena recepción por parte del público, después de 55 minutos Gondwana no deja ese “gusto a poco” que sus colegas brasileños supieron sembrar; pero sí el deseo de que, en sus próximas shows de esta semana en Buenos Aires, hagan canciones que, habitualmente, no tocan en sus giras por Argentina.
El turno de la representación local llega veintiséis minutos después de la medianoche. Aunque sin su cantante en escena, Nonpalidece abre el juego con un instrumental lisérgico. De la voz de Néstor Ramljak brota “Tu presencia” y el estadio estalla. Le siguen “Revolución”, “Abre tus ojos”, “Mi fortaleza”, “Buenos tiempos” y “Danger Man”. Promediando el set, el cantante de la banda de Tigre anuncia un invitado y Maxi Vargas regresa al escenario para acompañar a su colega argentino y cantar a dos voces “Tu sonrisa”. Ramljak se muestra emocionado: “Hoy es una noche que va a quedar en el recuerdo de mucha gente porque estamos compartiendo el reggae: una música que nos hace bien”, destaca. Tras el adelanto “Tu recompensa” y el hit “La Flor” se desata el clásico “¡Y dale, dale Nonpa, dale dale dale Nonpa!”. A modo de cierre, suena un pedacito de “Waiting in Vain”, de Bob Marley, y “Reveladora” de Pure Feeling, de Porto Alegre. Antes de despedirse, Ramljak aconseja: “Despejen en paz, demuestren que podemos pasarla bien sin problemas”.
A la 1.25, mientras la gente abandona el Microestadio Malvinas Argentinas con la misma tranquilidad con la que se acercó al I Festival Sudamericano de Reggae, Diana, una joven colombiana, se lamenta porque “no conocía ninguna canción de Nonpalidece”. Aunque eso no importó mucho, porque, como dijo el frontman de Tigre, el 5 de diciembre de 2009 será una noche que quedará en el recuerdo colectivo de quienes apoyan este género musical.
NITO MESTRE SE SIENTE UN SOBREVIVIENTE
“Me siento un sobreviviente al que se le amplió el mundo”, confió Nito Mestre quien tras cinco años concretó un atractivo regreso a las bateas con “Flores en Nashville”, resumen de su presente artístico que reúne un ep grabado en esa ciudad estadounidense y un dvd con 13 clásicos de su repertorio en formato sinfónico que registró en San Juan.
Nito MestreNito comentó en diálogo con Télam que “me siento un sobreviviente porque en 1997 casi me muero por problemas con el alcohol, pero después de seis días en terapia intensiva, llegué a esta nueva vida en que se me amplió el mundo y tengo ganas de hacer esto y más cosas”.
El artista comparó el período que atravesó con la actualidad de su amigo Charly García que “está fenómeno, súper enfocado y sigue por el buen camino de la rehabilitación”.
“Estuve con él desde que llegó al Argerich y luego lo acompañé en el Dharma, en el Abril, en la quinta de Palito (Ortega) y hasta grabamos juntos porque lo siento más parecido al que era el Charly original”, enumeró.
También en clave actual y acerca de “Flores en Nashville”, resumió que “juntar el ep y el dvd, dos materiales que tienen fecha y formatos distintos, terminó teniendo un sentido y se armó un trabajo muy amoroso y muy emotivo”.
El músico, autor y cantante que desde los 70 es una de las voces esenciales del rock argentino, concedió que “esperé para sacar el dvd a tener algo nuevo porque no quería que, como siempre, digan que sigo haciendo cosas viejas”.
Más allá de la ironía y el reproche, las “cosas viejas” que Nito propuso en el dvd son un logrado recorrido por bellas canciones como “Confesiones de invierno”, “Cuando comenzamos a nacer”, “Mientras no tenga miedo de hablar”, “Rasguña las piedras” y “Bienvenidos al tren” que compartió con la Orquesta Sinfónica de San Juan y su Coro Universitario, bajo las batutas de Alberto Velasco y Ricardo Ochoa.
“Son temas clásicos tocados con orquesta. Es algo muy divertido y rico que permite apreciar lo que son esos temas”, resaltó sobre el trabajo registrado en el auditorio Juan Victoria.
"Flores en Nashville", Nito MestrePor si ese documento que sueña con poder seguir abordando con otras sinfónicas (”porque es algo facilísimo: tenemos los temas, los arreglos y el director”, repasó), no bastara, el creador le adosó un certero material nuevo integrado por cuatro canciones.
“Flores en el mar”, “My Dear”, “Naomi” y “Beso en la nariz”, “están dedicados a la mujer y son guitarrísticos”, los presentó Mestre al reflexionar sobre ese cancionero.
“Es un disco en el que me di todos los gustos y es algo que significa una vuelta a las fuentes y que, a la vez, queda para el tiempo”, subrayó antes de revelar que el concepto que desplegó para su hechura fue “algo Beatle, algo de simpleza y economía de sonidos”, según dijo.
El bello “Flores en el mar” que dedica a su madre, fallecida en 2007, implica para el músico “la posibilidad de que mi vieja siga circulando, que sea alguien presente que queda para siempre”.
Con el mismo emocionado entusiasmo, confesó que “la presencia protagónica del violín en esa canción también tiene un sentido porque mi papá Eduardo era médico cirujano pero había sido profesor de violín y es como que mi papá toca el violín en el tema que le hice a mi vieja”.
Sin abandonar la trinchera del rock, aseguró que “de lo que se escucha no me gusta casi nada. Grupos como Callejeros o de ese estilo, en otro tiempo ni podrían haber grabado”.
Capaz de equiparar este presente con el de la camada que forjó aquella música nueva, opinó que “éramos menos pero muy tercos y nos juntábamos mucho”.
COMUNICADO DE PRENSA DE LAS PASTILLAS DEL ABUELO
Previo al recital de la banda se venció una valla de contención, lo que provocó problemas para comenzar el show. Esa misma noche, al termino del recital, conocimos la noticia del fallecimiento de una chica llamada Melisa, que aparentemente murió de un paro cardiorespiratorio. Para dar su visión Las Pastillas del Abuelo publicó un comunicado de prensa que te presentamos aquí.
”PASTILLAS DEL ABUELO “ Y “CRACK PRODUCCIONES” lamentan lo sucedido con MELISA Y hacen llegar nuevamente sus condolencias a sus familiares.
Para aclarar lo sucedido el día sábado 5 de diciembre se traslado por la producción en forma inmediata cumpliendo todas las medidas necesarias para su debida atención médica al Hospital Alvarez donde luego de intentos de reanimación falleció. Dado que en ese momento no tenía documentos personales, la producción junto con los responsables del Estadio Ferro Carril Oeste se acerco inmediatamente al Hospital donde aporto todos sus datos y contactos. Lo mismo se hizo en
Insistimos en el profundo dolor que nos produce este lamentable hecho, sabiendo que la filosofía que nos guía fue, es y será preservar la seguridad de los seguidores de la banda.
Ciudad de Buenos Aires, diciembre 7 de 2009
ANDRÉS CALAMARO
"Ahora doy la cara"
Calamaro toca el 10 en el Orfeo. Habló en exclusiva con VOS, dice que banca a Maradona y reivindica a
Por Germán Arrascaeta para
Andrés Calamaro está viviendo una situación que, tiempito atrás, parecía utópica. Es un cantautor en plena actividad que disfruta de conciertos, rescata grabaciones y vive como “un burgués prolijo de izquierdas”.
Su presente sorprende porque en su pasado inmediato ejerció como un artista furtivo que le puso el cuerpo a las más extremas experiencias psicodélicas. “Tampoco debería extrañarnos tanto este presente –retruca vía e-mail–. No falta tanto para los 30 años desde que giramos con Los Abuelos de
“Me pasé la vida entrenando para lo que siempre hice. Revisitar las rutas secundarias, los archivos, es revelador y es una divulgación justa, porque no siempre un disco lo refleja todo. Sin embargo, este balance antológico (de 10 años) que es Obras incompletas, es un buen artefacto para escuchar, para leer y para mirar mientras se extingue el ‘discosaurio’”, amplía.
Calamaro confiesa que siempre le gustó la carretera, esa forma de perder la noción del tiempo y el espacio en la ruta, aunque su “retiro abandónico” fue voluntario. “Pero nunca fui un cantante consagrado al cante puro. Siempre me sentí un instrumentista que cantaba algunas canciones no sin dificultades. Ahora, y habiendo retomado mis actividades naturales hace casi un lustro, sí puedo suponer que encontré la confianza, y la mecánica, para cantar muchas veces y soportar el peso escénico de un concierto sobre mi propia espalda. ¡Pero tampoco me creo James Brown!”.
Tiempo atrás
En los directos de Calamaro, todavía sigue pegando fuerte el tema Crímenes perfectos, de ese disco bisagra que resultó Alta suciedad (1997). En él alude a las particularidades de la quinta que (sobre) vivió el mundial del ‘78, y creció viendo a su alrededor paranoia y dolor.
–Hoy que se revisan los '70 de todos, vale preguntar cómo fueron los tuyos.
–Cumplí mis 15 años en el peor año que recuerde nuestra historia. Ir a recitales, o fumarse un joint, era una situación de alto riesgo policial. Aunque hubiera sido más trágico tener cinco años más y militar en la izquierda revolucionaria. Puedo suponer que tuve suerte porque estoy vivo. Mi generación no tenía lugar ni en los cementerios. La paranoia, sin embargo, fue un estado bastante frecuente y justificado. “Que yo sea paranoico no quiere decir que no me estén persiguiendo” (dice la frase célebre). Así estaban las cosas.
–Dado tu presente feliz, tanto artística como sentimentalmente, ¿podés vivir un “lost weekend” como el que mostrás en uno de los DVD?
–No sé si voy a repetir una temporada, una cosecha tan brutal e interesante, como la de aquellos años "camboyanos". Tampoco es ésta mi primera plenitud. No se puede descartar nada, la vida es un péndulo, y a todos nos esperan obstáculos y cambios. No me importaría reencarnarme en otro lost weekend. Sé que esa naturaleza bohemia está latente y en alguna estación del tiempo.
–El disco tiene arte soviet. A propósito, Indio Solari se asumió un hedonista ético, un burgués prolijo. ¿Vos serías comunista a secas?
–También soy un hedonista ético, y un burgués de izquierda. Casi un intelectual preocupado por mi país y por el mundo social.
–En tu blog rescataste a El Cabra, de Las Manos de Filippi, por haberse candidateado en las legislativas. ¿Es impensable que te decidas a participar políticamente?
–Adhiero al planteo de El Cabra, si alguien tiene las cosas claras tiene que militar en política. No obstante, la realidad y cierta acción, se desarrollan dentro del marco justicialista, que funciona como una Roma dentro de nuestro país. Nada es impensable, pero siendo músico de rock me parece más útil una candidatura testimonial (como la de El Cabra) como plataforma para impulsar ideas, que un papel de reparto en algún segmento del ejecutivo.
–También en tu blog, y a propósito de un análisis detallado de tu relación con Charly García, posteaste una foto de
–Creo que no toqué en esa edición, sólo canté con Federico Moura. Llegamos con Say No More en avión, estábamos levemente descontrolados. Yo conservé la levedad y terminé hablando con Enrique Symms y sacando fotos. Ensayé Carolina en camarines con los Virus. En aquel momento, la broma sería era proponer a Luis Alberto Spinetta como "presidente del rock". Gloria Guerrero terminó con algún hueso roto.
–La caja antológica nos muestra diferentes métodos de grabaciones, de planteos en directo, entre otras cuestiones. No detalla demasiado sobre el tramo final de tu obra, la que corresponde a "La lengua popular", donde aparentemente delegaste casi toda la producción en Cachorro López. ¿Esa será la metodología que emplearás de ahora en más?
–Después de El salmón, grabé asociado con grandes músicos y creadores, como son Javier Limón, Litto Nebbia y Cachorro López; El regreso (como el DVD made in Argentina) es un disco donde pesa mucho la voluntad, y el oficio, de los músicos-anteriormente-conocidos-como- Bersuit. De a poco estoy encontrando mi "nuevo lugar" en las producciones y los estudios de grabación. Ahora estoy más cerca de lo que es la forma de grabar prosaica del rock n`roll; con ensayos, con músicos que imponen su sonido y su estilo, y dedicado a mi track vocal y al concepto (sonido) general. Pero no descarto próximas formas de grabar discos en el futuro. Más experimentales entre lo más orgánico.
Poesía urbana
Al abordar el material audiovisual de la “caja” de Calamaro, uno puede apreciar el clip de Corazón en venta, realizado en un barrio de ciudad española donde confluyen inmigrantes, tipos a los que la vida moderna arrasó, niños con todo por delante. En el de Bachicha la postal no difiere demasiado, aunque se trata de un caserío de Itatí. La sensación es que el solista encuentra cierto romanticismo en postales de pauperización urbana. “Corazón en venta fue realizado en El Raval, una barriada céntrica de Barcelona; un barrio de prostitutas y de inmigrantes, pero también pintoresco y cálido. Barcelona es una ciudad de un urbanismo inteligente y saben reciclar con elegancia los barrios bajos”, detalla.
“Bachicha es otra realidad, los humildes y los inmigrantes no encuentran el paraíso en el Gran Buenos Aires, pero sobreviven con la mayor dignidad posible, y en eso hay poesía, como lo hay en casi todo”, redondea.
–En el frenesí de shows, aviones, entrevistas, vida hogareña, ¿cómo mantenés el listón de la composición?
–No soy el compositor ritual que era antes, volví a una frecuencia más live. Tampoco creo que estas sean temporadas de muchas canciones, nadie está escribiendo mucho. Ahora busco excusas para no escribir; me gustaría salirme del formato de canciones de rock y poder hacer música para el cine, y generar otra naturaleza de grabaciones. Pero voy a ofrecer más discos y giras de rock; son mis años de intérprete, ahora me toca dar la cara por el repertorio que cultivé en los últimos 20 años. No sé cuando voy a firmar la próxima canción. Mañana, quizá.
–Hace poco hiciste una defensa airada de Maradona. Es evidente que sos un incondicional. Ahora bien, en ese gesto también puede filtrarse un sidieguismo que, personalmente, considero perjudicial para él. Quiero decir, uno puede cuestionarle cosas y no ser un fascista ni un desestabilizador. En algún punto, ¿no es un embole que los ídolos sean intocables?
–No soy sólo un incondicional, somos amigos. Pero Maradona es Maradona para todos. El pueblo lo quiso demasiado, y nos generó mucho orgullo para olvidarlo ahora. En la radio y en la televisión se escuchan groserías gratuitas todos los días. Y mucho más al pedo; tampoco soy un ‘sidieguista’, reaccioné contra la ‘clase media pensante’ que cada vez piensa menos, que es hipócrita y egoísta, que es responsable de la decadencia moral y social que sufre nuestro país.
–Ahora estás en España, un país que te permitió trabajar cuando aquí, quizá, no se te abrió el abanico de posibilidades. ¿Cómo está todo por allá? La sensación es que en Europa las cosas están difíciles, que ya no es la panacea. No parece estimulante ya ser un mileurista. ¿Cómo la ves?
–Este año viajé a España dos veces. Allá, la crisis es un poco más que la "sensación de crisis". Sin embargo, el nivel de vida es europeo y sigue siendo el paraíso para cientos de miles de inmigrantes del segundo y el tercer mundo. Por lo visto, el modelo económico (la burbuja inmobiliaria, el turismo, la integración económica europea) no resiste mucho más. De todas maneras, entiendo que a nosotros, acostumbrados a nuestras crisis, ésta parezca más ligera.
–Una incómoda, cuando interpretás "La libertad" y se la dedicás a todos aquellos que están privados de ella, la gente aplaude, presta conformidad con el gesto. La exacerbación del mismo, ¿no creés que desactiva su fin?
–
En Los chicos, tema de apertura de La lengua popular, Andrés alude a la figura del “Potro” Rodrigo, el chico cuartetero que vivió rápido y dejó buenas canciones.
–¿Te gustaba su obra, te seducía su imagen? ¿Ya no vienen entretenedores así?
–El gran entreteiner cordobés siempre fue Carlos “
En vivo
Andrés Calamaro se presentará el 10 de diciembre a las 21.30 en el Orfeo Superdomo, Cardeñosa y Rodríguez del Busto. Las entradas están agotadas.
FITO PÁEZ EN FORMATO DOCUMENTAL
EN EL FESTIVAL DE
El cantautor rosarino es el protagonista de Las manos al piano, del debutante Fernando Rubio, que se presentó en el festival del Nuevo Cine latinoamericano.
Páez sonríe junto a Lázaro Gómez, productor del trovador Pablo Milanés, en el XXXI Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. (EFE)
El músico rosarino Fito Páez aseguró que le "impactó mucho" y le pareció "casi pornográfico" verse en el documental "Las manos al piano", cinta de la que es protagonista y que este martes celebró su estreno en el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano de
Páez dijo que para él fue "un hecho inédito, insólito" aparecer frente a la cámara componiendo música o en escenas del día a día en su casa, al presentar a la prensa en la capital cubana el documental de 70 minutos dirigido por Fernando Rubio y producido por el actor Gastón Pauls, según reportó la agencia DPA.
"Por supuesto, tengo mi parte exhibicionista, pero nunca había llegado tan lejos en ese sentido", afirmó el cantautor, quien calificó el documental al mismo tiempo de "un experimento extraordinario", al verse por primera vez componiendo en la intimidad de su casa, pero rodeado de un equipo de rodaje.
Fernando Rubio, quien debuta como director, afirmó que el documental "es el trabajo de mucho tiempo, minucioso y realizado con una profunda mirada amorosa sobre la relación de un hombre con el instrumento del piano". El argentino lo calificó de un "acercamiento intimista" a la creación de Páez y, al mismo tiempo, de "una historia familiar", pues en la cinta investiga cómo su familia influye en la vida y la creación del rockero.
WALTER GIARDINO
EL PRESENTE DE RATA BLANCA Y EL AUTOEXILIO
“Ponemos toda la leña en lo que somos”
Por Juan Ignacio Provéndola, para Pagina 12
El grupo vivió un año que incluyó Luna Park llenos y la reedición de El reino olvidado para el mercado angloparlante. Pero Giardino se radicó en España: “Acá las cosas se manejan de una forma antigua. Llegó la hora de rever ciertos dogmas”, sostiene.
Que el último disco de Rata Blanca se llame El reino olvidado no es casualidad. Al menos, no en el contexto de una banda que siempre echó mano a la simbología medieval y, por otra parte, jamás ocultó su malhumor por considerarse subestimada en el plano local. El título deja un sabor a autorreferencia y el desafío por reivindicar su memoria queda planteado en The Forgotten Kingdom, la flamante versión inglesa en voz del cantante escocés Doogie White. “En performance no tenemos nada que temer, así que si no estamos en las grandes ligas es porque el negocio del rock en español no existe”, dispara Walter Giardino, guitarrista y líder del asunto. Y luego recarga: “La música latina está para Shakira, Cerati o Charly, así que si queremos trascender en el mundo tenemos que cantar en inglés porque en Europa, generalmente, tocamos para la comunidad latina. Es un proyecto pensado para el mercado europeo que no me planteo presentar acá”.
Acercados por la encargada de la revista oficial de Deep Purple en España, la conexión entre ambos fue instantánea: White fue cantante de Rainbow (también de Yngwie Malmsteen) y conoció a Giardino “como el alumno dilecto de Ritchie Blackmore”, según recuerda el guitarrista. De ahí en más, sólo hubo lugar para una relación de siete años que llegó a su punto de máximo rinde cuando ambos rearmaron en Buenos Aires el material que acaba de ser editado y con el que Rata pretenderá lanzarse a la conquista de nuevos territorios.
–¿Por qué planea un disco sólo para el exterior? ¿Se siente cuestionado acá?
–Ser cuestionado no es mi problema, sino que no se pueda discernir la diferencia de calidad entre una banda local y una de afuera. Hablan de mí como un tipo polémico, simplemente por decir las cosas que pienso. A veces es más fácil hacer música ligera que rock and roll. Podría meterme en un papel de guitar hero y nadie me lo podría reprochar, pero me molesta la falta de diversidad en las exposiciones de los supuestos número uno de nuestro país. Las cosas se manejan de una forma antigua. Llegó la hora de rever ciertos dogmas impuestos en las tribus. Siempre pusimos toda la leña en lo que somos: una banda de rock sobre el escenario y nada más.
Pese a ser una banda acostumbrada a vender discos y entradas en cantidades envidiables por varios capitostes del círculo rockero criollo –este año reventó dos veces el Luna Park–, Giardino nunca se sintió toro en rodeo propio: “El establishment no sabe diferenciar lo fashion de lo real, y te hace creer que el tema del verano es la máxima. Argentina es una picadora de carne un tanto irrespetuosa que me hizo sentir tonto y usado al no valorarse las cosas. Así que decidí irme del país”, dice, en el mismo tono firme con el que sostiene que “aunque digan que soy un soberbio, sigo sosteniendo que Rata es una de las pocas cosas dignas en este país”.
–¿Por eso decidió mudarse a España?
–Sentía que estaba estancado viviendo una película de rockstar muy cómoda. Hay un círculo retroalimentado de mala onda que no para nunca. Todos estamos buscando la culpa en otros y no nos hacemos cargo de lo que nos pasa porque no tenemos compromiso de nada. Es más fácil mover el culo para el costado en vez de enfrentar las cosas que pasan, y eso tiene un costo a la hora de conformar una sociedad. Pese a lo que digan, ocupamos nuestro lugar de forma legítima y nunca nos vendimos.
–¿Se reprocha algo?
–Artísticamente, no. Todo lo hicimos de corazón, aunque a veces haya que usar más la cabeza. Algunos nos critican por tocar canciones que pasan en las radios, ¿y cuál es el problema? Nunca buscamos eso. Tal vez seamos muy duros para los tranquilos, y muy blandos para los duros, pero no pertenecemos a ninguna tribu. The Beatles, que marcaron todo, nunca se pegaron a nada. Ellos son la libertad y fueron muy reales, mucho más que los Rolling Stones. Parecían los chicos buenos del barrio, pero fueron más malos que cualquier otro. Nunca hicieron bandera de su reviente.
–¿Advierte una cultura del reviente?
–Claro, la onda parece ser “toquemos cualquier cosa, que está todo bien”. No me voy a asombrar de nada porque estuvimos en todas, pero nunca hicimos alarde de nada. Siempre dimos una imagen pulcra. Los excesos acompañan a la música. El problema es cuando sucede al revés, como si los únicos vivos fuesen los que se drogan y tocan en la oscuridad. Yo me crié en eso, no me vengan a contar nada. No me parece sublime ni respetable. Sí respeto a los que hicieron lo suyo y fueron unos señores, pero jamás a los mamarrachos.
–Cuando volvió con Rata Blanca, en 2001, lo hizo a través de un disco como El camino del fuego, donde abandonaron por un tiempo aquella línea clásica que los popularizó. ¿Se había cansado de los castillos y las espadas?
–Siempre se relaciona demasiado a Rata con los magos y las hadas, y no es solamente así. Eso fue un pico altísimo de nuestra popularidad, pero nosotros tenemos otras cosas. Había una parte mía que tenía ganas de hacer hard rock, de alejarme un poco de lo clásico. El camino del fuego salió casi de primera toma, a la vieja usanza; lo grabamos de una forma muy cruda a la que no estábamos acostumbrados. Es el disco más distinto de todos y, a la vez, el favorito de mi hijo, que es baterista.
–Parece no llevarse bien con la cultura heavy metal local, pese a que integró una banda fundacional como V8...
–Hay gente que me increpa hablando de V8. Yo vi a la banda de abajo y de arriba, toqué ahí y fui amigo, pero hay gente que se cree más heavy que uno mismo, como si se tratara de una religión con un código de honor que hay que cumplir a rajatabla. Yo hago música y punto. Si vos querés dormir con la campera de cuero y te bancás el olor a huevo, es tu problema, pero no me vengas a vender ninguna historia. Ni la del heavy ni la del no heavy. Valorame como músico. Yo no sé si Bach era buen tipo. A juzgar por su cara seguro que no, pero le doy gracias a Dios por haberlo hecho nacer.
–¿Le molesta ser considerado un hombre de mal carácter?
–Muchos dicen que soy mal tipo sin conocerme, porque me ven arriba del escenario con cara seria y dando órdenes muy vehementemente. La vehemencia no es mala actitud, simplemente es una forma de ser con la cual expreso mi actitud y mi pasión. Me llamo Giardino y tengo sangre italiana, ¿qué quieren que sea? Soy así y me encanta, aunque a veces me paso de apasionado. Me lo dice mi mujer, sobre todo.
“Me selló el alma”
Por Cristian Vitale Pagina 12
Desde una muy joven emocionada porque su padre le cantaba esas canciones para dormirla, hasta otro que recordaba cuando las estrenaron en vivo, un público muy peculiar para el recital.
“El genio sos vosss, Flaco.” El grito de Nancy, con las dos manos encerrando su boca pequeña, sintetizaba con sabiduría del corazón lo que estaba pasando por la vena vital de las casi 40 mil almas restantes. Era la enésima vez que Spinetta ungía con tal adjetivo a uno de los tantos músicos que le adobaron su noche, tal vez la más maravillosa del rock en estos tiempos. En todos los tiempos. Era para Marcelo Torres, el bajista que lo acompañó en la etapa Socios del Desierto, y era, por decantación, la premonición exacta de lo que los tres (él, más Torres, más Malosetti en batería) darían: “San Cristóforo”, “Bosnia”, “Nasty People”, un torbellino sonoro, una joya pulida y sin pulir. El hombre, cercano y feliz, había colgado su nutrido diccionario para englobar y convertir a todos los músicos en deidades... todos eran genios para el genio mayor. Y la reproducción de esa sensación se impregnó con velocidad de luz en todos los rincones de la cancha de Vélez. “¿Cómo puede ser que este flaco lindo los ponga a todos en su umbral...? Es demasiado generoso”, comentaba, con cierta sorna, un viejo rocker cuando, después de la contundente versión de “A dónde está la libertad” (Pappo), subía Cerati para entrelazar “Té para tres” con “Bajan”. “Cerati mata, che”, contraatacó otro, no tan rocker pero igual de spinetteano, pegado al lado. La escaramuza zanjó por inapropiada.
De ese eclecticismo, sólo posible de existir bajo la impronta de un músico que supo hacer de la alteridad (genuina) un eje natural de su devenir, estuvieron impregnadas las relaciones humanas, anónimas, de la noche. Magia y mística. Emociones cruzadas y aquellos que suelen mensurar el pasado –recontar sus vidas– a través de las canciones y los discos del Flaco. Un gordo entrecano y cincuentón no pudo contener el grito cuando Invisible puso en órbita “Jugo de lúcuma”. “Pensé que me iba a morir sin volverla a escuchar, loco. Es indescriptible. ¡Yo estaba cuando la tocaron por primera vez! –se sobresaltó–. Ese día no dormí en toda la noche por la adrenalina, y hoy seguro repito.” Sandra, dos butacas más allá, recién cambió lo triste de sus ojos cuando el anfitrión sumaba a Juan del Barrio (otro ex Jade) para retomar una de esas canciones inmortales: “Alma de diamante”. “Me la cantaba mi viejo para hacerme dormir, todas las noches. Me selló el alma. Mirá esa luna...” comentaba, señalando el inmenso satélite amarillento que, a esa altura –once de la noche– asomaba por detrás de la visitante de Vélez, abajo del tablero electrónico.
Flashes y palabras. Reminiscencias. Historias cortas. Alguna que otra lágrima. Uno que, al menos de la boca para afuera, había visto a Almendra en los carnavales del ’70 en este mismo lugar, pero adentro. “Fue la única vez que escuché ‘A estos hombres tristes’ en vivo, antes de hoy. Me parece estar viviendo un sueño”, le dijo a una mujer que, sumergida en el clímax, cantaba la letra entera en voz baja. Otro, parado, medio doblado pero ajeno al dolor, evocaba su debut en recitales con Pescado Rabioso mientras nadie podía sustraerse a la emoción extrema que significaba escuchar “Poseído del alba”. “Lo que hubiese sonado Pescado aquella vez con este sonido”, murmuró desde la platea, donde el sonido llegaba mejor que en la parte de atrás del campo. “Lo que está sonando ahora, boludo”, le aclaró su amigo, trayéndolo al presente de un golpazo. Una chica volaba a través de “Seguir viviendo sin tu amor”; un hippie viejo que clavó la mirada en la estrella más cercana cuando Pescado desempolvó una divina turbación (“Serpiente viaja por la sal”), 40 mil extasiados ante “Post Crucifixión” y una sensación final que conllevaba la misma verdad colectiva que el veredicto de Nancy.
GRACIAS ETERNAS
Por Roque Casciero – Pagina 12
Dale gracias (al Flaco) por estar, por crecer y engendrar cerca del bien que gozaste. Dale gracias por esa noche que no imaginabas porque, ¿para qué ibas a perderte en semejante cuelgue? Si es imposible, impensable, insospechable que puedas ver a Invisible sobre un escenario. Mirá si Spinetta va a enfocar hacia atrás de semejante manera, por más que intuyas que si eso alguna vez sucede vas a encontrarte con una banda moderna, que habla en tiempo presente porque ayer era futuro. Un triángulo perfecto en el que Luis Alberto es sólo el ángulo de arriba, el que más concita las miradas, pero que se sostiene en esas alturas por la maravillosa inventiva de Pomo Lorenzo y Machi Rufino. Pero si se te cruza la idea delirante por la cabeza, seguro vas a pedir que toquen “Durazno sangrando”, “Jugo de lúcuma” y “Perdonado (niño condenado)”, porque ni siquiera a un sacado como vos puede ocurrírsele que hagan “Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula al mundo”.
¿Y Pescado Rabioso? ¡Qué bandaza! De la poesía de “Credulidad” a la crudeza de “Me gusta ese tajo” en un instante, un cuarteto para soñar y para energizarse. Black Amaya sosteniendo la pared, el Hammond de Carlos Cutaia poniendo los ladrillos... ¿Te acordás de la primera vez que escuchaste “Post crucifixión”? El Flaco era un pibe en el celuloide gastado y rayado de Hasta que se ponga el sol, pero tu corazón adolescente saltó cuando lo viste entrar con esa luz en la espalda, y mucho más cuando contaron cuatro y sonó ese ruido de magia arrollador. Pero qué van a tocar, si David Lebon y el Bocón Frascino no agarran un bajo hace años, sabedores de que su mejor forma está en las seis cuerdas... Claro, intuís que sería genial, que el rock argentino en pleno se pondría de pie para aplaudir, pero en el fondo sabés que no va a suceder, ¿no?
Dejá, eso te pasa por haber nacido tarde, vos nunca lo oíste en tiempo a Luis Alberto. ¿En serio vas a jugar con la idea de ver a Almendra sobre un escenario? Hace poco, cuando viste un concierto del inmenso Edelmiro Molinari, se te piantó el mismo lagrimón que al pibe con el pañuelo a rayas cuando subieron Emilio Del Guercio y Rodolfo García... No, si esa noche no apareció el Flaco, olvidate de una reunión de Los Beatles... Perdón, de Almendra. ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a gritarle “Flaco, tocá ‘Muchacha...’”? ¿Vas a soñar con voces que engranan mágicamente como si los Beach Boys hubieran caminado el Bajo Belgrano y hubieran confluido en el Instituto San Román? Dejá los alucinógenos, chabón...
Y entonces es 4 de diciembre, estás en Vélez, y lo imposible, impensable, insospechable, sencillamente sucede. Todo junto, además. Como si el corazón pudiera bancárselas sin enviarles a los lagrimales el mensaje de que está todo bien si quieren abrir las compuertas. En tu calendario, de aquí en más, el día de Las Bandas Eternas, el día para recordar que si sos el tipo que sos, es porque fuiste el adolescente que escuchó a todos esos señores músicos que están sobre el escenario.
Por eso, dale gracias al Angel. Gracias eternas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario